Educación Parvularia
Preocupación ha provocado el cierre de matrículas para el año lectivo 2020 en la carrera de Educación Parvularia en la estatal Universidad de Atacama, anunciada recientemente por las autoridades.
Se desconocen las razones que han tenido las autoridades para concluir en esa sorpresiva determinación para un sistema educacional que engloba etapas determinantes en la formación integral de menores entre cero a seis años de edad. Se entiende que los primeros seis años de vida de las personas son fundamentales en su desarrollo y aprendizaje. El cerebro alcanza su máxima evolución a partir de la estimulación de los aspectos cognitivos y afectivos, fundamentales para su crecimiento.
La interrupción en la formación de tan importantes profesionales debe llamar a la reflexión porque la población infantil siempre existirá y deberá ser bien atendida por personas formadas en universidades.
La medida podría ser comprensible si existiera sobre dotación de educadoras de párvulos, desinterés por estudiar la carrera o un número insuficiente de párvulos para atender.
Los procesos educacionales siempre serán relevantes para el desarrollo de los seres humanos y de la sociedad por lo que la comunidad se preocupa de medidas que se adoptan sin que se expliquen sus razones.
La educación es única e irreemplazable, destinada a preparar a las generaciones para asumir responsabilidades en los destinos de la sociedad. Ese rol de preparación lo tiene solamente la educación.
Debemos recordar que la dictadura eliminó las Escuelas Normales y en la zona algo de esa responsabilidad debió ser asumida por la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Atacama.
La comunidad necesita saber las razones del cierre temporal de la carrera de Educación Parvularia de la universidad de Atacama porque la casa de estudios es estatal y debe responder a quienes son sus dueños.
También es necesario plantear dónde estudiarían los jóvenes interesados en la especialidad, los que deberían desplazarse fuera de la zona aumentando la responsabilidad económica de las familias que están viviendo períodos de inestabilidad laboral en Atacama.
Ana Leiva Castillo, docente
¿Usted se pondría en el lugar del novillo?
Digámoslo sin rodeos, de ningún tipo, el rodeo no tiene nada de deporte, porque para que alguna actividad pueda llamarse deporte, debe cumplir un requisito muy básico, el que quienes lo practican, en este caso puntual, el jinete muy bien aperado, el caballo y el novillo se diviertan a más no poder y a la vez sean ejemplos para el público y no como ocurre en general al terminar el rodeo, que mientras el huaso termina celebrando con chicha dulce, el caballo y el novillo solo se quedan con el trago más amargo de la jornada…,cuanta brutalidad junta, partiendo por los caballazos y encontronazos sin lógica entre un esmirriado novillo y un caballo, que son las verdaderas víctimas de este ABUSO CON MAYÚSCULAS, todo con el fin de que huasos, sus familiares, compadres, amigos y la respectiva la federación de rodeos busquen al "champión" y bajo un supuesto ambiente sano, familiar y de chilenidad, que en definitiva dista muchísimo de la deprimente manera de cómo termina de "machucado" el novillo, quien no entiende nada de lo que ocurre, del porque se transforma para el "dieciocho", literalmente en "el pato de la boda"...
Todos conocen el dicho que dice "Nunca hagas a otro, lo que no quieres que te hagan a ti", entonces una buena experiencia para ese huaso bien equipado de pies a cabeza, que montado en un caballo atropella a un novillo sin control, sería que tomara por una vez el lugar del novillo, pero no debería preocuparse por que la zona en que lo va a "apretar el caballo" tiene esponja para que no sienta dolor con los caballazos, situación muy difundida por las federaciones de rodeo para demostrar que se preocupan de la salud del novillo, y además tendrán el apoyo de familiares, amigos y compadres y al compas de unas buenas cuecas, algo que por lo general no tiene el novillo, para que después cuente la experiencia, de seguro va a saber cuántos "puntos buenos" sacó el jinete que lo "atajó", por las partes de su cuerpo que tienen más hematomas y fracturas, es patético que grupos de seres humanos celebren triunfos y "puntos buenos" a cambio de una salvajada en contra de un Caballo y un Novillo, que desde su tristes silencios nos gritan que necesitan ayuda, pero en la media luna, nadie, nadie los escucha...
Luis Enrique Soler Milla