Niños y jóvenes culminaron un nuevo semestre en la escuela de teatro "Una vida, mil historias"
ACTIVIDAD. Ayer en la Sala de Cámara de Copiapó, se presentaron las obras "El mago de Oz" y "Frankenstein". La instancia fue un panorama familiar, donde se logro apreciar el trabajo de las clases que se desarrollan de forma frecuente en el Centro Comunitario El Palomar.
Una mañana llena de aventuras fue lo que se vivió ayer en la Sala de Cámara de Copiapó con la presentación de los alumnos de la escuela de teatro "Una vida, Mil historias" quienes exhibieron ante el público sus obras "El mago de Oz" y "Frankenstein".
Esta iniciativa funciona hace más de tres años en la capital regional de Atacama, dando la oportunidad a niños y jóvenes de desarrollar sus talentos, crear nuevos lazos afectivos, educarse en el mundo del teatro, mejorar su lenguaje, entre otras capacidades que son potenciadas las actrices Monserrat Calahorra y Pamela Martínez.
En sus inicios la escuela comenzó como un proyecto subvencionado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes (Fondart). Sin embargo, al culminar este apoyo, y tras realizar exitosas presentaciones, la escuela continuó al alero de la Municipalidad de Copiapó.
Actualmente, la escuela tiene a 40 alumnos inscritos, quienes se separan en escuela de jóvenes y escuela de niños. Mientras que los ensayos se desarrollan los días jueves, viernes y sábado en el Centro Comunitario El Palomar.
"Es un proyecto que lo hacemos entre las profes, los apoderados, alumnos y el municipio. Esta es una iniciativa comunitaria, social, artística, educativa, pedagógica, las tiene todas", explicó Monserrat Calahorra, directora de la escuela.
Crecimiento en sus participantes
Tanto las profesoras, como apoderados de la escuela, han visto un crecimiento paulatino en las habilidades de los niños y jóvenes que asisten a estas clases, quienes sin ningún problema se desenvuelven en el escenario y además de actuar, se atreven a cantar, bailar y expresar sus emociones ante el público.
"Los niños han desarrollado autoestima, seguridad y sus familias los apoyan", describió Calahorra, quien destacó que muchos de los niños llegaron muy tímidos y ya han logrado generar grandes proyectos en conjuntos.
Por su parte, Pamela Martínez, profesora de esta escuela complementó que "hemos visto el proceso, como han crecido, se han desarrollado en lo actoral. Además, han creado vínculos entre ellos, tenemos un ambiente muy familiar".
La actriz también explicó que lo importante dentro de este proyecto es el proceso de aprendizaje que realizan los estudiantes. "Más allá si sale perfecto o no, los niños se desarrollan como individuos", dijo Martínez.
Por su parte, Lesly Ayca, abuela de una de las niñas participantes de la escuela, mencionó que es la segunda vez que asiste una de las funciones de su nieta y considera que este proyecto "es una herramienta para que ellos hagan otras cosas, esto es una buena oportunidad para que hagan arte, esto en otras comunas no se da", explicó.
Colaboración con los padres
Uno de los puntos que más destacaron las profesoras de la escuela fue el apoyo que reciben por parte de los padres, quienes lograron gestionar disfraces dignos de los personajes de sus hijos.
"Se ve el apoyo de los padres, se ve el vestuario, todo el cariño que les ponen", dijo Pamela Martínez.
Mientras que Monserrat Calahorra, destacó que este es un proyecto que depende el 100% de la asistencia de alumnos y al ser niños, esta depende de sus padres. Asimismo, fueron los mismos apoderados quienes en las funciones aplaudieron y destacaron el trabajo de sus hijos, además disfrutaron cada intervención y escena presentada.
Tras esta presentación, la escuela continuará activa y este segundo semestre trabajará en el cuento de "Aladdín". En esta oportunidad las profesoras esperan reunir a niños y jóvenes por primera vez en una misma obra teatral.