¿GENERACION DORADA?
Aunque se nos moteje de majaderos y repetitivos, vamos a insistir que el mejor grupo de futbolistas chilenos en la historia de ese deporte fue el equipo que integró esa formidable generación de 1962 que logró el tercer lugar en el mundial jugado en Chile que fue capturado por Brasil. Hecho histórico irrefutable que las nuevas generaciones debieran revisar
Prudente es el tiempo transcurrido de la denominada Copa América donde la curiosamente motejada "Generación Dorada", consiguió con dificultades el cuarto puesto en un certamen que también lideró Brasil.
Es preciso destacar que en esa verdadera Generación Dorada de hace 57 años, hijos de la entonces provincia de Atacama participaron con singular éxito como también lo registra la historia deportiva.
Los dos arqueros titulares de la Selección Nacional eran de la zona: Misael Escuti y Adán Godoy; el primero de Copiapó y el segundo nacido en Los Loros, actual comuna de Tierra Amarilla.
El indispensable Eladio Rojas, de Tierra Amarilla, fue el jugador que alcanzó la gloria al batir con sus tiros de medio campo a los arqueros Yashin, de Rusia y Soskic, de la ex Yugoslavia, con los cuales Chile, Generación Dorada, logró vencer a Rusia 2-1 y a Yugoslavia 1-0, consiguiendo con fuerza, convicción y buen fútbol, ese tercer puesto después de Brasil y la ex Checoslovaquia.
El mito comenta que Yashin, el mejor arquero del planeta, después de ocultar su perplejidad en su orgullo, caminó hacia el centro de la cancha y estrechó con hidalguía la mano de Rojas.
El entrenador Fernando Riera fue el aglutinador de talentos como el de Escuti, Leonel Sánchez, Campos, Navarro, Astorga, Eyzaguirre, Raúl Sánchez, Contreras, Valdés, Lepe, Rodríguez, Cruz, Toro, Fouilloux, Ortíz, Ramírez, Landa, Moreno, Godoy, Musso, Tobar y Rojas.
Ayudante de Riera, fue Luis Alamos," El Zorro," de Chañaral, posterior entrenador de la Selección Nacional, hermano del último alcalde demócrata, antes de la dictadura, el militante comunista Eugenio Alamos.
Cuatro atacameños fueron integrantes de esa genuina Generación Dorada, aspecto que no se ha vuelto a replicar en esta sociedad neoliberal y consumista donde se privilegian ídolos ficticios pavimentando ese camino agreste hacia la desesperanza.
Osman Cortés Argandoña
Educación "en receso"
Nos enfrentamos a un nuevo receso del calendario educacional, las llamadas vacaciones de invierno. Muchos jóvenes y niños programan, junto a sus familias, como organizar este tiempo; algunos tendrán la oportunidad de gozar de los atractivos que nuestras ciudades y paisajes o que otros países otorgan, mientras otros tendrán que trabajar o ayudar a sus familias, poniendo en evidencia nuevamente la inequidad en nuestro Chile.
Este receso nos encuentra también en un contexto de sensibles desafíos, ya sea por concebir la educación como un derecho social como por la defensa de la dignidad laboral de maestras y maestros, que se ha sostenido en las últimas semanas.
El "receso" también llega con los magros resultados de la Evaluación Nacional Diagnóstica de la Formación Inicial Docente, realizada a futuros egresados de las carreras de pedagogía del país y que ha puesto a descubierto una formación universitaria aún fragmentada y atrasada, que no ha asumido los retos del siglo XXI. En este punto las facultades de Educación nacionales deben hacer un profundo y crítico autoanálisis respecto de los resultados obtenidos los dos últimos años.
Paralelamente, las "vacaciones" coinciden con el ingreso a trámite legislativo del proyecto de Ley de Patrimonio Cultural con el objeto de modernizar su institucionalidad, actualizar sus categorías y otorgar una protección efectiva al Patrimonio Cultural en Chile mediante su identificación, conservación, puesta en valor, gestión y promoción. Al leer las 95 páginas del proyecto, se repiten los conceptos de estructura orgánica, categorías de protección, sistema de compensaciones e incentivos para la conservación, restauración, preservación, puesta en valor , salvaguardia, delitos e infracciones, instrumentos de gestión, infracciones, creación de registros e inventarios, impugnaciones y supervigilancias, entre otros. Sin embargo, hay una palabra que no aparece en ninguna parte de este cuerpo legal: educación.
Y es que "Educación" debería ser el concepto articulador de la modernización de la institucionalidad del Patrimonio Cultural, enfatizando la relación entre patrimonio y educación, díada fundamental para el desarrollo cultural y humano de una nación.
En este receso educacional, sea usted profesor o profesora, madre, padre, abuelo o abuela, sin importar la edad de sus hijos o nietos, es importante que los motive a dialogar y discutir sobre los desafíos que debemos resolver como sociedad, a empoderarse de una ciudadanía activa y participativa. Invítelos a este viaje gratuito, que solo se requiere pensar y actuar.
José Albuccó, académico de la Universidad Católica Silva Henríquez