Conectividad aérea
El gobierno anunció, en días recientes, un plan de modernización de 17 aeropuertos a lo largo del país, donde 15 de ellos podrían comenzar a operar vuelos internacionales. Se trata de una positiva noticia para la aviación nacional, y para el país en general, ya que ampliar y modernizar la infraestructura de estos recintos tiene distintas ventajas.
La más significativa es que esta inversión permitirá en el mediano plazo mejorar sustancialmente la conectividad aérea, al facilitar la apertura de nuevas rutas, y promover los viajes interregionales, de manera que no todos los vuelos deban pasar necesariamente por Santiago.
Esto contribuye, a su vez, a la descentralización del territorio nacional, y consolida, desde la perspectiva comercial, el modelo low cost, beneficiando con ello a millones de chilenos que hoy tienen una alternativa más asequible para transportarse vía aérea.
Existe también una dimensión menos visible, pero igual de importante en este anuncio, considerando que Chile cuenta en la actualidad con más de 300 aeródromos en todo el país, que son de vital relevancia, especialmente para una nación que tiene una geografía compleja, con múltiples zonas remotas y de difícil acceso.
En su mayoría son aeródromos locales, en los que funcionan -en muchos de ellos- los clubes aéreos, entidades que desempeñan una significativa labor para las comunidades de los territorios donde están emplazados. Por cierto, la conectividad aérea, que permite el traslado de personas entre localidades que muchas veces no tienen conexión terrestre.Además, representan un eslabón vital en la prevención y manejo de emergencias.
No debemos perder de vista lo estratégico que es para el país resguardar y mejorar estos aeródromos locales y promover el desarrollo de más clubes aéreos. Desafíos que esperamos sean asumidos como prioridad por el Estado, donde destacamos la preocupación permanente del Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Aeropuertos por el desarrollo de aeródromos locales.
Rafael Bravo, presidente Federación Aérea de Chile
Discapacidad solo una palabra
En la cuenta pública del Presidente Sebastián Piñera, el tema de la discapacidad fue mencionado en solo una ocasión; "también estamos trabajando en un nuevo Plan de Infraestructura Penitenciaria y en un Plan Nacional de Derechos Humanos, con atención especial en los grupos más vulnerables, como nuestros niños y adolescentes; personas privadas de libertad; pueblos originarios; personas con discapacidades; adultos mayores y los más pobres de nuestra sociedad" (Cuenta pública presidencial, 1 de junio de 2019)
Soy crítica de la postura de Gobierno. Colocar un título de derechos humanos a un plan, no resuelve la variedad de temas que cada uno de estos grupos de personas requieren enfrentar, y menos para 2 millones 600 mil personas con discapacidad. Esto no es hacer política pública, esto es solo titular para intentar decir mucho, y en la práctica, no decir nada.
Mi lectura es que la discapacidad no es un tema prioritario, como otros enumerados. Pero esto no es nuevo, en los gobiernos anteriores tampoco ha existido un verdadero interés, olvidándose que dar respuesta a derechos que hoy son vulnerados, no es un tema político o de coyuntura electoral, es un tema de Estado.
No quiero ser irónica, pero -como muchos se preguntan-, ¿será que uno tiene que tener un familiar con discapacidad para poner alguna prioridad a una política pública? Porque generar una ley de cuotas para personas con discapacidad, es un gran avance, lo he reiterado, pero es solo una arista y no nos podemos quedar solo ahí.
Debemos pensar y aplicar políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las personas con discapacidad y, por supuesto, mejorar el derecho a ser un ciudadano en igualdad de condiciones que el resto de los chilenos. Esta es una invitación a ser inclusivos, sumar al Gobierno, al Parlamento, a la Sociedad Civil, entre todos podemos hacer la diferencia y aceptar las diferencias también en un marco de derechos.
Andrea Zondek, presidenta Fundación TACAL
Chile digital
La tecnología está cambiando la frontera de posibilidades a un ritmo que nuestras instituciones sociales (gobiernos, congresos, universidades, etcétera), menos actualizadas, se quedan atrás de manera sistemática.
Es por esto que es indispensable que los tramites actuales se simplifiquen tal como recientemente lo ha comenzado hacer Gobierno a través de proyectos como Comisaría digital, Hospital digital, Cero papeles o Chile Atiende. Los ejemplos internacionales lo avalan, Australia, Estonia y Reino unido lograron realizarlo sin mayores dificultades, no nos quedemos atrás en el proceso y potenciemos esta clase de proyectos.
Santiago Amenabar