Impuesto verde y energías renovables
Durante el presente año, el 60% de la energía eléctrica ha sido generada con combustibles que emiten CO2 y contaminantes locales. El desafío planteado por el Presidente Sebastian Piñera, en línea con las exigencias del IPCC - organismo de la ONU a cargo de la crisis climática - es llegar a emisiones netas cero de CO2 antes de 2050. La generación eléctrica es responsable de más del 20% de las emisiones de CO2 de nuestro país. Este peso, sumado a la gran disponibilidad de energías renovables y limpias en Chile, hacen que el sector de generación ofrezca un gran potencial en mitigación de emisiones sin costos adicionales.
El impuesto al CO2, o impuesto verde, está reconocido internacionalmente como una potente herramienta para impulsar la transición hacia una matriz de generación 100% renovable y limpia. Sin embargo, las distorsiones con que se aplica en Chile y su bajo monto, reducen y prácticamente anulan su efectividad. Es urgente modificar la ley tributaria para corregir el gravamen y así lograr las metas del Gobierno y del IPCC. Se debe incorporar el costo del impuesto al CO2 en el costo variable de las centrales emisoras para que el sistema eléctrico privilegie el uso de las que pagan menos impuesto -por ende, más limpias- y para evitar también que el impuesto a pagar se reduzca por el sistema de compensación como el actual, que obliga a generadoras renovables, que no emiten, a pagar 6.971 millones de pesos, monto equivalente al 42% de las compensaciones. Asimismo, es necesario ajustar su valor para llegar a uno efectivo.
La oportunidad es ahora y esperamos que el Parlamento y el Gobierno tengan presente la urgencia de proceder en estas modificaciones, de manera de avanzar hacia la reducción de emisiones requeridas aprovechando nuestros extensos recursos renovables.
Carlos Finat D. director ejecutivo Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento ACERA AG.
Protestas de "Chalecos Amarillos"
El domingo pasado en Magallanes se realizó la protesta de los denominados "Chalecos Amarillos" por las principales arterias de Punta Arenas.
Esta movilización realizada en un día domingo tuvo una concurrencia que supero incluso las expectativas de los organizadores. El punto es claro no podemos condenar el emprendimiento, la industria y la subsistencia de familias por un "conservacionismo ambiental" mal entendido y extremo, que se vale muchas veces de mitos y que no representa a toda la población.
Francisco Sánchez
¡Típico chileno!
Tras el exitoso debut en Copa América, ahora resulta que Reinaldo Rueda es el mejor técnico para Chile y los que pedían a Díaz y a Bravo, todavía andan celebrando... ¡Típico chileno!
Luis Soler
Trabajo infantil
En junio conmemoramos el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, fecha que se encuentra instituida desde 2002 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Si bien Chile presenta una de las tasas más bajas de esta problemática en Latinoamérica, datos de la OIT dejan en evidencia que, al menos 220 mil niños, se encuentran realizando algún tipo de labor a cambio dinero. Y, algo no menor, son las labores que estos jóvenes desempeñan: del total, un 26% de entre 15 y 17 años realiza actividades en almacenes familiares, comercio ambulante, siembra, desmalezado, corte de pasto, cosecha, fumigación, entre otros.
El término "trabajo infantil" suele definirse como todo aquel trabajo que priva a los niños de su "niñez", su dignidad y su potencial, y que es perjudicial para su desarrollo psicológico y físico. Y, si analizamos bien este panorama a nivel país, es impactante que, situándonos en el siglo XXI, esta problemática siga teniendo cabida en la contingencia nacional.
Es urgente que, a pesar de que el Ejecutivo ha presentado importantes avances en esta materia, todos comencemos a tomar cartas en el asunto, ya que tan sólo la suma de 220 mil niños son 4 estadios nacionales llenos. Es un hecho que erradicar de la noche a la mañana esta problemática no será una tarea fácil, ya que el daño que causa el trabajo infantil va desde frenar el pleno desarrollo de las capacidades y afectar su desempeño académico, hasta aumentar la precariedad en su inserción en el mercado laboral y afectar sus oportunidades de superar condiciones de pobreza y vulnerabilidad en su vida adulta.
Entonces, para no seguir perpetuando la pobreza, como United Way Chile creemos que el gran desafío de todos radica en empezar con un cambio de mentalidad, donde la familia y los establecimientos educacionales de cada niño estén fuertemente ligados.
Alejandra Fuenzalida, directora ejecutiva de United Way Chile