La palabra "clase media" es usada constantemente y representa a millones de chilenos, pero a pesar de estar instaurada en el colectivo local hace décadas, su delimitación no es certera y los expertos aún no se ponen de acuerdo en definir sus parámetros.
El debate surge a propósito del programa "Red Clase Media Protegida" que impulsa el Gobierno. El ministro de Minería Baldo Prokurica, llegó a Atacama para presentar el plan y al consultarle por una definición dijo que "no es fácil de resolver", aunque la situó en aquella familias que pocas veces han recibido un beneficio del Estado, ganando lo que "tienen" en base al "esfuerzo personal".
El plan básicamente agrega un seguro catastrófico para afiliados de Fonasa de los grupos B, C y D, siendo unos 10 millones los afiliados beneficiados.
Aunque ciertamente este ítem es un avance, puede ser complicado encasillar el beneficio para la "clase media" cuando muchas personas que puedan ser consideradas en este sector no serán beneficiadas.
El instituto Libertad y Desarrollo propone a aquellos hogares que superen la línea de pobreza vigente entre 1,5 y 6 veces, según los ingresos totales. Bajo esta premisa, podrían haber familias con ingresos mensuales de hasta $2.504.083 incluidas en la "clase media". ¿Qué pasa con las personas que no tienen coberturas de seguros catastróficos en isapres?
El resto de los beneficios de plan no podrían considerarse como novedades. En total 70 divididos en subsidios, ferias laborales, becas y otros que ya eran usados por parte de la "clase media".
El plan deja con gusto a poco dado que era uno de los proyectos importantes para el Ejecutivo. Y es que hay personas que no han visto y no verán cambios significativos en su vida.
Los problemas para optar a un subsidio de vivienda por un "alto" ingreso mensual, pero que a la vez no pueden optar a un crédito hipotecario por su "baja" renta es un claro ejemplo de lo que se podía al menos analizar. ¿En qué termina esto? Un alto endeudamiento (las familias piden créditos para cubrir el pie de la vivienda) y termina por optar por una casa en un sector que no quería o simplemente no compra.
El fenómeno incluso ha afectado al sector inmobiliario con una baja en la petición de estos créditos y que han desencadenado una baja en las tasas de la banca.