Un 20 de mayo de 1879
La jornada previa al Combate Naval de Iquique es un momento único en nuestra historia.
Por un lado el bloqueo era efectivo en la rada y los marineros estaban al tanto de la necesidad de mantener operativa las unidades, obviamente motivados por sus oficiales y al tanto que el resto de la escuadra podría estar batiendo a los peruanos en El Callao.
La Esmeralda tenía el problema de sus calderas, innumerables parches preocupaban a Hyatt y evidentemente al comandante Arturo Prat, quien junto a sus oficiales veían y analizaban el sinnumeros de desperfectos que mantenía la embarcación, aunque operativa para entrar a combate.
Condell y su tripulación estaban al tanto de las intenciones de Prat, tal como se lo había hecho a almirante Williams, el abordaje era la opción ante un eventual enfrentamiento para lo cual era clave dispersas fuerzas y no centrar maniobras en la rada de Iquique.
Es así como la antesala de la epopeya del 21 de mayo tenía la claridad de parte de sus comandantes y tripulación del cómo actuar, limitaciones, estrategia y táctica estaban decididas, sin embargo ninguno de ellos sabía que al día siguiente entrarían a la gloria de nuestra historia en Punta Gruesa e Iquique, se vivía el 20 de mayo de 1879.
Francisco Sánchez, historiador
Mujeres en la ingeniería
¿Cuántas ingenieras chilenas son ampliamente reconocidas por su labor? seguramente no tantas como en el caso de los hombres. Evidentemente, esto va de la mano con la proporción de personas de un género y otro que se desarrollan en esta disciplina, donde el sexo masculino lleva una marcada delantera, pero ¿por qué las niñas y jóvenes chilenas no se suman a la par que los varones a estas carreras? diversas pueden ser las causas, sin embargo, el enfoque de género en términos de cómo se perciben las mal llamadas 'ciencias duras' desempeña un papel importante.
Algunas décadas atrás, era inconcebible pensar que las mujeres ocupáramos espacios dedicados a la ciencia, tecnología, investigación o tan siquiera que fuésemos activas en el mundo laboral. Pero esos paradigmas han ido evolucionando, conforme a las demandas del mundo contemporáneo.
Si bien, la mujer actual ha ganado espacios gracias al valor de su ejercicio como profesional, por sus rasgos versátiles y habilidades blandas, además de las recientes demandas sociales por el reconocimiento igualitario; también es necesario destacar que el avance ha sido lento, incluso a veces, con intermitentes señales de retroceso.
Muchos se sorprendieron por la multitudinaria marcha del 8M, pero los datos evidencian la necesidad de continuar el debate para avanzar de forma real. El año pasado un estudio realizado por Mujeres Empresarias y la UC, reveló que en Chile sólo el 13% de los cargos de primera línea ejecutiva o gerenciales son ocupados por mujeres, y peor aún, sólo un 9% está presente en directorios.
Impulsar la equidad de género es una tarea todavía pendiente de los estados, pero no de su entera exclusividad. Desde el marco valórico del hogar deben gestarse las primeras líneas que fomenten el entusiasmo y la confianza de las niñas, que despierten su curiosidad y las invite a incorporarse en el fascinante mundo de la ingeniería y las ciencias, sin miedos o prejuicios asociados.
Paralelamente, es importante la educación vocacional temprana en la enseñanza básica; además de ofrecer visibilidad a las mujeres que ejercemos roles de liderazgo, que hacemos ciencia, desarrollo tecnológico e innovación, para proyectarnos como modelos responsables que inspiren a las jóvenes y niñas de hoy.
En este sentido, las Escuelas de Ingeniería del país cumplimos un rol valioso, pues tenemos el desafío de promover la transformación a través de la formación de los ingenieros e ingenieras del futuro, con más investigación científica y aplicada en la malla curricular y a la par, haciéndonos parte de la plataforma que promueve el enfoque real de género.
Karen Kanzúa directora Escuela de Ingeniería, U. Central
Larry Stefanki, sin anestesia
Larry Stefanki, no dejo muñeco parado, con su opiniones de nuestros actuales créditos tenísticos, más trabajo para Jarry si quiere mantenerse en la parte alta del ranking, y un tirón de orejas a Garín, a quien criticó por venir de "paseo" a Santiago, a días de enfrentar un Grand Slam, tampoco Massú se libró, no le concede el status de coach del tenista austriaco Dominic Thiem, y el colofón lo puso cuando dice..."El coach no es solo un buen cheerleader"...
Ojala lo escuchen, porque si hay algo de lo que sí sabe Stefanki y mucho, es de tenis, no olvidar que llevó a Marcelo Ríos al Nº 1 del mundo...
Claro, preciso, conciso y sin anestesia
Luis Soler