Pamela Vásquez Fuentes
La Corte Suprema condenó al Fisco a pagar una indemnización total de 8.000 UF (Unidades de Fomento), a los padres de gendarme que murió en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Copiapó, en 2013, por disparo de la subametralladora que portaba, arma que se accionó sola debido al mal estado en que se encontraba.
Luis Elgueta Aguilera tenía tan solo 20 años cuando llegó a Copiapó, era su primera destinación como gendarme y viajó desde Lautaro para cumplir con sus sueños que se vieron truncados el 16 de junio de 2013. Cerca de las 23.30 horas, estaba trabajando en el sector de la garita número 6 como centinela cuando recibió un impacto de bala del armamento que portaba, era una subametralladora UZI, modelo Belga, serie N° 187.
Tras esto, fue encontrado por uno de sus compañeros y derivado al Hospital Regional, donde murió debido a un "traumatismo torácico abdominal por bala sin salida de proyectil".
La institución en esa oportunidad informó a su familia que el joven posiblemente se había suicidado, lo que fue descartado luego de las pericias. Un factor importante que contribuyó a aclarar el caso fue el propio relato de sus compañeros a la Brigada de Homicidios de la PDI, quienes informaron que se sabía que el arma que terminó con la vida de Elgueta, estaba en mal estado.
Uno de ellos señaló que "se sabía que esa arma estaba en malas condiciones, esto lo supe puesto que cuando llegue a trabajar a Copiapó por parte de los colegas más antiguos, señalando que la culata estaba mala y que era factible que se saliera un tiro".
Además, otro gendarme había sufrido un accidente con esta misma arma en abril de 2013, quien tuvo un disparo en su tobillo. Tras el sumario, se determinó que el hecho había sido responsabilidad del funcionario. "Apelé a mi sanción, por la mantención del armamento, la que estaba en malas condiciones, de hecho hace rato que debería haberla dado de baja pero como no tienen más armas las siguen ocupando", señaló.
La investigación dio cuenta que a raíz del cansancio y a la ausencia de la respectiva correa de seguridad, a Elgueta se le cayó el arma en forma accidental o la apoyó en el suelo fuertemente para descansar los brazos golpeando de esta manera la culata de madera, esto generó el disparo. El joven usando sus últimas fuerzas para sobrevivir caminó hasta el pasillo externo que bordea la garita de seguridad, lugar donde perdió el conocimiento. Luego de ello, estuvo en un paro cardio respiratorio, hasta el momento que fue auxiliado.
La Corte de Apelaciones de Copiapó acogió la demanda de indemnización de perjuicios por falta de servicio y condenó al Fisco a pagar 8.000 UF (alrededor de 221 millones de pesos) a los padres del joven por concepto de daño moral. El Consejo de Defensa del Estado interpuso un recurso de casación en contra de la sentencia, el que fue declarado inadmisible por parte de la Corte Suprema, la que ordenó la indemnización a la familia.
25 años de uso tenía el arma que terminó con la vida de Luis Elgueta. Había sido llevada a Santiago en dos oportunidades al Departamento de Seguridad de la Institución para su revisión ya que presentaba fallas.