Crónica del Sufragio Femenino en Chile
Diamela Eltit Ediciones del Cardo
125 páginas
$8 mil
Diamela Eltit Ediciones del Cardo
125 páginas
$8 mil
Este es el recorrido que realiza la escritora chilena y Premio Nacional 2018 Diamela Eltit, en un libro que fue publicado originalmente por Sernam (1994) y que recientemente Ediciones Libros Del Cardo volvió a hacer circular, en ejemplares de papel couché e imágenes históricas: retratos de las protagonistas (la fotógrafa Eugenia Lorenzini estuvo a cargo de la producción), y recortes de prensa de la época acompañan los sucesos relatados.
"La publicación de este libro era muy importante para la editorial por la celebración de los 70 años del voto femenino en Chile ya que el texto implica releer y revistar, desde la crónica, la historiografía de los movimientos feministas y reconocer a sus precursoras desde una mirada más íntima", comenta Gladys González, directora de la editorial.
Comprometida con la causa feminista desde principios de los años 80, Diamela Eltit mantuvo una gran admiración por Julieta Kirkwood (socióloga y cientista política chilena, una de las gestoras de lugares de encuentro de mujeres y centros de lucha feminista) "y a partir de ese tiempo me pregunté por los inicios de los movimientos de mujeres, leí algunos trabajos de historiadores y conocí a Elena Caffarena cuya figura admiro y respeto".
En ese contexto, junto a la artista visual Lotty Rosenfeld, emprendieron la tarea de hacer un libro que pusiera de relieve el primer feminismo que estuvo comprometido con el sufragio.
"Yo no soy historiadora y por eso el libro se presenta como una crónica, un punto de referencia, una forma de introducción a la historia de las luchas de la mujer por inscribirse en una sociedad que la negaba. La historiadora Claudia Rojas me sugirió lecturas y revisó el manuscrito final", explica Eltit.
Eltit recoge sólo algunos hitos sufragistas. De ahí el formato de crónica que tiene esta investigación: "Una crónica es siempre insuficiente, debido a la opacidad pública que ha demarcado este transcurso y que, sin duda, ha relegado a un número indeterminado de mujeres que participaron activamente en los diversos movimientos, campañas y organizaciones a un injusto anonimato", escribe. Entonces la autora pone el foco en tres aspectos: la dictación del llamado Decreto Amunátegui en 1877, que habilitó a la mujer para realizar estudios universitarios; las organizaciones de mujeres desde el año 1913 hasta 1949; y el pensamiento y acción de dos importantes sufragistas chilenas: Amanda Labarca y Elena Caffarena.
"Crónica del sufragio femenino en Chile" teje, además, las hebras de las primeras organizaciones feministas de Chile, como los Centros Femeninos Belén de Sárraga; la historia del Círculo de lectura creado por Amanda Labarca en 1915; el Club Social de señoras creado en 1916, el Partido Cívico Femenino creado en 1922; el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH) creado en 1935 y la Federación Chilena de Instituciones Femeninas (FECHIF) formada en 1944, entre otras.
En la página 37 se lee: "Es indudable que este anhelo de la mujer por estudiar, por adquirir el instrumento que le ha de permitir ganarse la vida en mejores condiciones como es un título profesional universitario, no se produce porque un día cualquiera una mujer aburrida de mirarse al espejo se pone a reflexionar y decide estudiar y alcanzar un alto grado de cultura".
Acá la autora habla de su obra reeditada:
- ¿Cómo observa el aporte de este libro a las mujeres más jóvenes que pueden conocer algunos referentes del movimiento feminista chileno?
-Estoy convencida que existe un vacío histórico y cada movimiento se siente fundante de una problemática. Es importante conocer la conformación de los movimientos de mujeres, para así entender qué pasó con movimientos poderosos que finalmente fueron silenciados por la historia. Me refiero al primer feminismo o al segundo feminismo de los ochenta que deberían ser conocidos por el actual tercer feminismo para entender la prácticas de silenciamiento.
-Explica que Chile fue pionero en el movimiento feminista en América por la prematura aparición de mujeres profesionales. ¿Cómo proyecta este punto de origen en los actuales movilizaciones feministas?
-Actualmente hay más mujeres que hombres en la universidad. Eso puede explicarse desde luego por la oferta misma de universidades en el país, pero no hay que olvidar los finos hilos históricos en los que se organiza el presente que porta el largo pasado que se inscribe en el futuro. Los tiempos están conectados. Pienso en el tema del cuerpo como disyuntiva: somos dispositivo político. Es el gran tema que abarca este feminismo: el cuerpo de la mujer como objeto y cómo explotación de sistema es crucial en este momento.
-Si el voto político fue la gran aspiración unificante de la primera mitad del siglo XIX ¿Cuál sería a su juicio la actual y qué paradojas enfrenta?
-La realidad se modifica de acuerdo a sus técnicas y hoy de manera importante por la tecnología y globalización capitalista. Pero las mujeres viven cada realidad de manera asimétrica. Se trata de una asimetría fundada en la diferencia de poderes. La mujer está cautiva en cada uno de los órdenes de su vida y eso es lo que hay que emancipar: intentar remecer las estructuras misóginas que envuelven las bases de la sociedad e intentar decolonizar a las propìas mujeres favorables a intereses que las desvalorizan.
-¿Qué opina de la masividad que tuvo en Chile la convocatoria a la huelga feminista?
-Es una escena joven que abre un escenario social apasionante.
Las mujeres participaron por primera vez en la elección presidencial de 1952.
Por Alejandra Delgado
"Crónica del sufragio femenino en Chile" es una historia para contar. La historia de muchas mujeres que, "desde diversas estrategias y posiciones, interrogaron las formas de cultura en las que estaban inmersas" para exigir el voto político. ¿Cuál fue la trayectoria que llevó a la mujer desde el universo privado y familiar al que estaba confinada en el siglo XIX ("la caridad, la abnegación, y la rectitud, son los requerimientos principales del modelo impuesto por la época") a la esfera pública en la que podía "determinar qué gobierno, qué proyecto político las va a representar"?
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