Vecinos de condominio en El Palomar denuncian riesgos de derrumbe e irregularidades
VIVIENDAS. Propietarios de departamentos subsidiados entregados el año 2012 advierten deterioro progresivo en temas sanitarios y estructurales, agravados en las últimas semanas.
Verdadera desazón es la que sienten residentes y propietarios de los ochenta departamentos del condominio Pedro León Gallo I en el sector El Palomar de Copiapó, luego de que de modo sistemático desde su entrega en 2012 y especialmente en las últimas semanas, las viviendas presenten daños sanitarios y estructurales debido a desprendimientos en las cuatro torres que conforman el conjunto habitacional, representando verdaderos riesgos para quienes transitan por él.
Manuel Valenzuela, ex directivo y ex administrador del conjunto, y residente y propietario de un cuarto piso en el condominio, ha acompañado a vecinas en sus denuncias al Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu). "Deberíamos tener administrativos que se dediquen a resolver estos temas, pero por dinero es difícil", señala Valenzuela, por lo que acota que las movilizaciones han venido desde los mismos vecinos del conjunto, beneficiarios del Fondo Solidario de Vivienda, modalidad Construcción en Nuevos Terrenos y cuya garantía venció el 2 de septiembre de 2013, por cuanto fueron recepcionadas por la Dirección de Obras Municipales con fecha 31 de julio 2012.
"Uno hace un proyecto para la casa propia y tener una tranquilidad emocional y esto no ayuda, la gente está preocupada, no duerme, en caso venga un temblor están asustados de usar las escaleras", cuenta Manuel Valenzuela, añadiendo que "este block se está asentando y el material está cediendo, no vaya a ser que se genere algún suceso y lleguemos a mayores, que es lo que queremos evitar, considerando que somos seres humanos quienes vivimos ahí", dice.
María José Moll, presidenta del Colegio de Arquitectos de Copiapó y residente de la torre I, la más afectada, cuenta que es normal que un desplazamiento sea de dos o tres milímetros, por lo que los cuatro a cinco centímetros que hoy presenta la torre, junto a desprendimientos diarios desde hace unos meses, y más graves desde hace unas semanas, es preocupante.
"Lo que se está desprendiendo es la caja de escalera porque una de las torres se está asentando", dice, esperando la garantía venga de parte de las entidades patrocinantes del municipio copiapino, en vez de que se haga a través de subsidios de parte de los propietarios. "No tendríamos por qué postular a subsidios, sino que debería venir de garantía de la empresa 'Constructora Atacama S.A.' que se tiró a quiebra casi un año después de la entrega de los departamentos ni nos hicieron una post venta adecuada", cuenta.
Luis Castro, ingeniero civil de la Universidad de La Serena y conocedor del espacio habitacional, señaló que además de las fallas estructurales que presenta el recinto, hay cañerías de agua y gas afectadas de modo evidente, donde está a la vista la filtración.
Respecto a lo señalado por los residentes, Castro indicó que "el edificio presenta dilatación marcada en todas sus torres, pero en la torre 1 excede el ancho de una junta de dilatación, por lo que es claro que los edificios se torcieron y están cargados unos cuatro centímetros hacia atrás".
Al respecto, el especialista señaló que "hay que hacer un cálculo para revisar la estructura primero, y ver con qué fundación se edificó. En las barandas de entre pisos, se nota que el edificio bailó pero no se recuperó a su punto inicial, mientras que en otros extremos, la loza va simplemente apoyada en un bloque como viga, pero no se dejó dilatado sino que se rellenó con hormigón el borde por tanto no lo dejó bailar".
En cuanto al futuro de la construcción, Castro indicó que "el edificio no se va a caer pero sí es de alto riesgo y botará mucho escombro ante quienes transiten por la escalera, donde las otras torres podrían sufrir similar estado ante próximos temblores, por lo que deberían tener por ejemplo plumavit para que el edificio pueda desplazarse tranquilamente".
Dilatación o estructura
A juicio del ingeniero Castro, "el edificio se torció porque en los departamentos contrarios del mismo piso se registra la deformación, por lo que habría que revisar el cálculo de la estructura. En algunos departamentos se ve que las puertas no están horizontales sino con una inclinación, así como en suelos y ventanas, que están trabadas, por lo que hay una deformación en la edificación". Frente a estas deformaciones, el ingeniero señala que "es mayor y quedó para siempre, no se recuperó la estructura y las filtraciones hacen cortar las llaves de paso, por lo que llega un horario en que hay que despertarse y los pisos de arriba no tienen presión cuando abren las llaves de paso". En temas de responsabilidad, Luis Castro puntualizó que "si bien la empresa constructora quebró, quien recepcionó la obra debiera apoyar a los vecinos, en recuperar su estructura".
Sergio Bordoli, ingeniero civil y ex funcionario de Serviu Atacama, señaló que el caso "corresponde a juntas de dilatación entre cuerpos de edificios, el problema radica en que la junta debe tener un ancho tal que evite el choque entre dos estructuras. Lo que se muestra en este caso es lo contrario, los edificios están pegados, por lo que cualquier movimiento va progresivamente deteriorando la unión".
Historial de daños
Anteriores directores del Serviu Atacama se han visto involucrados en diversos reclamos de los propietarios de estos inmuebles, como fue el caso de Harry Lagunas quien en julio 2013 recibió como respuesta de parte de la Constructora Atacama alusiones relacionadas al "mal uso de las instalaciones" y no a la calidad de la construcción.
Yuri Figueroa, en tanto, al 30 de julio 2013 señaló que como director (s) de Serviu Atacama se contactó con la misma empresa constructora, dando a conocer sus observaciones e inquietudes referentes al estado de los departamentos, pidiendo a los residentes revisar la carta de parte de la empresa constructora en la cual ésta formula sus descargos respecto de lo planteado por la comunidad. En mayo 2015, a Patricio Villarroel se le solicitó enviar profesionales para la revisión de cada departamento, ante reclamos de las residentes Mónica Godoy y Ximena Miranda.
En diciembre 2017, Patricio Escobar escribió a Contraloría sobre un caso de filtración de red de agua potable domiciliaria de la vecina Ximena Miranda, señalando que según garantía expirada, "no podemos requerir por parte de la empresa constructora la reparación, y lamentablemente Serviu no dispone de líneas de acción directa para atender de manera directa este tipo de situaciones. Sin perjuicio de lo anterior, la reclamante puede postular al Programa de Protección de Patrimonio Familiar el cual contempla mejoramiento para las viviendas".
Por lo que a la fecha, el actual director del Serviu Atacama, Rodrigo Maturana, señaló que "la única solución es licitar esta consultoría que estudie y defina soluciones para los problemas" (ver recuadro).
Respecto a la constructora en quiebra, al cierre de la edición no se logró contactar a los involucrados, algo que los dueños de las viviendas quisieran hacer también.
"Se está desprendiendo la caja de escalera porque una de las torres se está asentando. Esperamos las garantías vengan de entidades patrocinantes y no de subsidios de propietarios"
María José Moll, Colegio de Arquitectos Copiapó"
Qué dice el Serviu
El director del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) Rodrigo Maturana señaló que licitarán y supervisarán dos estudios que tienen una parte de diagnóstico y otra de determinar qué obras serían necesarias para atender este posible déficit tanto sanitario como estructural. "Hay que estudiar a qué se debe lo que está ocurriendo, por lo que estamos elaborando las bases de la licitación de dos estudios a realizar: uno tiene que ver con lo sanitario y la revisión del agua potable para detectar deficiencias o filtraciones que estén ocurriendo en el sector, y otro relacionado al análisis estructural de los edificios, que determinarán cuál es la solución".
5 centímetros 12
es el ancho actual de la junta de dilatación, cuando lo normal debiera llega hasta a un centímetro aproximadamente. -abril y mayo- es el tiempo estimado que debería durar el estudio a licitar de parte del Serviu para ver diagnóstico y solución del caso.