Acontecimiento funesto
Un árbol centenario, a decir de antiguos habitantes ya que no existe certeza de como ni cuando lo plantaron en avenida Brasil de Vallenar, pero que se convirtió en uno de los espacios más recordados por los habitantes de la ciudad, ha causado conmoción en muchos sectores de la población, se trata de un árbol de Morus Nigra, Morera Negra o Moral Negro, que simplemente fue cortado para mejorar la visibilidad (suponemos) de un nuevo supermercado Tottus. Estos comportamientos, el de la ciudadanía que no admite disculpas de los funcionarios a cargo de hacer cumplir las leyes de urbanismo, así como de los interesados en impactar con el nuevo supermercado y por otra parte el de la ciudadanía, empoderada y que se ha sensibilizado con los impactos ambientales a lo largo del río, en la cordillera y por cierto en la costa del valle, no perdonan a quienes permitieron este acto desproporcionado con la historia de los afectos en Vallenar.
El conductor de la maquinaria que destrozó el árbol, aún mantiene su cabeza baja por ser el causante directo del evento referido, realizaba su trabajo exactamente como se lo solicitaban, frente a la orden de cortar el árbol dudo en cumplir la orden, intento llamar a su jefe directo y frente a sus dudas, el encargado de la obra, lo conminó a ejecutar un plan de trabajo que sin lugar a dudas estaba en conocimiento de las autoridades, al menos eso pensó cuando el árbol cedió a la presión de la tenaza de su máquina. Esa persona, también es víctima de una forma de proceder para conseguir objetivos y más allá de comentarios y gritos destemplados de autoridades y voceros partidarios, con el pasar de los días solo este trabajador quedará intranquilo cuando le corresponda cruzar esa parte de la ciudad.
Por otra parte, la posibilidad que la ciudad se reactive con proyectos mineros ad portas, han generado expectación y ambición de nuevos ingresos para el comercio, las autoridades comunales sienten satisfacción por estos nuevos negocios que mitigaran en parte la cesantía, aunque proporcionalmente subirán las deudas. Por ello todos intentan limpiarse de responsabilidades por este bochornoso evento, claramente hay responsables, las autoridades de la comuna y el hito encargado de vigilar las obras y por cierto la ambición del nuevo supermercado por tener las condiciones que ellos necesitan, no importa el como. Ese es el costo que paga una ciudad empobrecida afectivamente y más huérfana sin un árbol de Moras Negras.
Justicia social
Es que no robes, ni te entrometas en la vida, libertad y propiedad de los demás. Recuerda siempre: la solidaridad es con tu dinero, no con el de los otros.
Acompañamiento psicológico en universitarios
En ocasiones tienen una idea errada de lo que es la profesión de sus sueños y sienten que si se han equivocado de opción, están fracasando, dejándose envolver por pensamientos negativos, en vez de ver una opción nueva para su futuro. Esta problemática se da debido a la gran responsabilidad que sienten sobre sus espaldas.
Hay otros alumnos, en tanto, que pierden la motivación durante el transcurso de la carrera, debido a que en los primeros años de estudio la parte práctica no se realiza, por lo que se sienten alejados de lo que desean hacer a futuro.
Es importante mencionar que algunos jóvenes además de estudiar, deben trabajar para poder financiar su carrera y los gastos diarios o, para ayudar a sus familias, por lo que a la carga académica se suma la preocupación por mantenerse.
La persona es un ser social, que necesita de otros individuos para ser feliz, tener con quien estudiar, conversar, almorzar o pasar el tiempo es importante para el desarrollo de todo estudiante, siendo un factor protector cuando lo está pasando mal o necesita que lo animen.
Los jóvenes pasan gran parte del día en la universidad, por lo que sería adecuado contar con personal calificado en caso de que se necesite intervenir en situaciones de crisis y calmar la situación, realizar acompañamiento, derivación si es pertinente y seguimiento del estudiante.
En el colegio, los jóvenes se sienten más protegidos, puesto que los profesores deben dar aviso a los directivos o apoderados en caso de que a algún alumno le esté yendo mal o tenga un cambio en su comportamiento. En la universidad en cambio esto no ocurre, al ser mayores de edad no existe un reporte a los padres y tampoco está la obligación de los docentes o directivos de preguntar qué le sucede a un estudiante en caso de tener bajas calificaciones, inasistencia o un cambio en su comportamiento.
Señor Director,
Fernando Orellana Astorga
Justicia Social no es quitarle al rico para darle al pobre, sino que tu con lo que puedas (poco o mucho) contribuyas con tu propio: tiempo, esfuerzo o dinero al engrandecimiento de tu familia y de tu sociedad.
Pablo Zambrano Pontón
Las crisis de angustia, de pánico, estrés, depresión, son cada vez más frecuentes en los estudiantes universitarios. Muchas veces explicado porque las expectativas con la que ingresan a la educación superior son bastantes.
María Bernardita Celis , Psicologa Universidad San Sebastián