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Cameron vuelve produciendo "Alita: ángel de combate"

3D. Humanos y cyborgs intercambian anhelos en esta película post apocalíptica, donde también aparece el chileno Marko Zaror.
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Amelia Carvallo

Bajo la producción del premiado cineasta James Cameron y con la dirección de Robert Rodríguez, este 14 de febrero debuta en salas nacionales "Alita: ángel de combate", un manga clásico del ciberpunk japonés de Yukito Kishiro que llega a la pantalla grande vía 20th Century Fox.

Ambientada en un lejano siglo XXVI luego de ocurrida una devastación feroz de la Tierra, la historia la protagoniza Alita (Rosa Bianca Salazar), una heroína que no recuerda quién es y que encarna desde la pequeñez y la fragilidad la letalidad de una guerrera consumada.

La joven fue encontrada como un torso de cyborg -organismo natural con implantes electrónicos- abandonado en el basurero de la abigarrada Ciudad de Hierro, un lugar donde viven todos los que no han podido ascender a la edénica ciudad de Zalem, urbe suspendida sobre sus cabezas que les recuerda la inequidad y entibia sus esperanzas.

Quien la rescata del tiradero es el doctor Dyson Ido (Christoph Waltz), experto en reconstruir cyborgs. Este hombre tuvo una familia formada por su esposa, la también doctora Chiren (Jennifer Connelly) y su hija adolescente, a quien asesinaron.

Para esta hija, confinada en una silla de ruedas, él había construido un cuerpo cyborg que luego lo acondiciona para Alita, a quien nombra igual que su hija y comienza a cuidar, tanto por cariño como por la sospecha de que guarda un origen maravilloso, debido a recuerdos de su vida anterior en los que se ve tomando por asalto a la ciudad de Zalem, junto a una especie de batallón encabezado por una mujer similar a ella (Michelle Rodriguez y su personaje de Gelda).

Por otra parte, en la herrumbrosa, colorida y variopinta Ciudad de Hierro hay un torneo de lucha que es peligroso y adrenalínico y que concita toda la atención ya que el ganador tiene la oportunidad de ascender a la anhelada Zalem. Se trata del Motorball o Panzer Kunst, una disciplina en patines y con un balón en carrera dentro de un velódromo, que pronto llama la atención de Alita y la encumbra como una implacable oponente entre los mejores. A este lugar llega por medio del humano Hugo (Keean Johnson), quien se vuelve el interés amoroso de la protagonista.

Como némesis de la heroína se alza Desty Nova (Edward Norton), un científico y nanotecnólogo que reina en Zalem y que advierte el peligro que encarna Alita, a quien manda a matar por un peligroso grupo de cyborgs forajidos encabezados por Grewishka (Jackie Earle Haley), Zapan (Ed Skrein) y Nyssiana (Eiza González).

El actor chileno Marko Zaror también tiene un personaje, llamado Ajakutty, uno de los jugadores de Motorball contra los que compite Alita. Y el cotizado Mahershala Ali encarna a Vector, el villano y títere de Nova que regenta los torneos de Motorball.

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La ambientación ostenta un impecable CGI (imágenes por computador) y el filme también se sostiene en un sonido sobrecogedor que el IMAX y el 4D vuelven una experiencia de inmersión en la historia original de Laeta Kalogridis y Cameron, quien dijo que su meta fue enfocarse en los primeros cuatro libros de la saga, por lo que podría haber secuelas.

Asimismo, llama la atención la captura de movimiento, técnica que consiste en poner diferentes sensores en el cuerpo y rostro de los protagonistas en acción, luego digitalizados para escenificar las complicadas coreografías de luchas y desplazamientos físicos que son el corazón de esta película. La técnica ayuda a dar expresiones más humanas a los personajes en 3D, como los ojos inmensos de Alita, que acentúan su artificialidad .

de febrero llega a los cines la cinta de Cameron, famoso por dirigir "Avatar" y "Terminator". 14

Javiera Suárez: "Quizás de tanto dolor me volveré loca"

TELEVISIÓN. La exconductora de "Así somos" habló de los costos físicos del tratamiento por cáncer que lleva casi 3 años.
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La periodista y ex animadora televisiva Javiera Suárez (36), quien desde hace tres años se encuentra en tratamiento contra el cáncer, ayer publicó una reflexión sobre la enfermedad y el dolor en su cuenta de Instagram, titulada "Esto también va a pasar": "Quizás de tanto dolor me volveré loca", escribió.

"He llorado desesperadamente, pensado si quizás de tanto dolor me volveré loca", dice el texto de Suárez, quien hace dos años fue madre, pese a su delicado estado de salud, por lo que en reiteradas ocasiones ha dicho que su hijo, Pedro Milagros -quien nació sin ninguna complicación -, es el motivo por el cual ha continuado la terapia.

"Los doctores cuando quieren saber tu nivel de dolor siempre preguntan: de uno a diez, siendo uno, cero dolor y diez, lo peor ¿cómo te sientes? Hoy (ayer) siento siete de dolor", afirmó la periodista recordada por la conducción del programa "Así somos", de La Red.

Sin embargo, después de una "radioterapia en cerebro y mediastino, he estado en nivel diez durante días. Los remedios han ayudado, pero poco... O, más bien, lento", añadió.

Pesa 45 kilos

La también autora del libro de alimentación saludable "Liveat" (Planeta) acompañó el texto con imágenes de sus vacaciones en el Lago Colico (Región de La Araucanía): "La foto muestra sonrisa, colores, ¡sol! Pero no ha sido tan así".

"Llevo una semana con esofagitis, lo que equivale a sentir, incluso la saliva, como si te tragaras un fósforo prendido. Después de casi dos días sin comer y solo tomar muy poco líquido, hoy recién pude disfrutar dos helados de agua y un huevo a la copa. Estoy pesando 45 kilos", relató Suárez.

"También por la radio (terapia) se me cayó el pelo en el área irradiada, aunque eso me da igual, lo tapo con pañuelo. He llorado desesperadamente, pensado si quizás de tanto dolor me volveré loca. Sentir que mi cuerpo es un trapero y no veo cómo hacerlo avanzar", agregó.

Sumó una captura de pantalla de una conversación con su mamá, quien le dice: "Si usted decide suspender el tratamiento hasta sentirse otra vez fuerte y con ganas de seguir, perfecto, tiene todo mi apoyo".

Optimismo

Javiera Suárez finalizó su texto con un dejo de optimismo, afirmando que "esto (sus dolores producto del cáncer) también van a pasar... Y así ha sido, (...) y mañana debiera estar mejor que hoy... Y así vamos, (...) sea lo que sea que estés pasando... no importa cuánto te duela".