El deber del Estado frente a los derechos del agua
En el escenario actual el agua es una preocupación mundial. El cambio climático, aumento de población y desarrollo de empresas extractoras de agua han perjudicado su disponibilidad en Chile y el mundo.
¿Por qué entonces debe importarnos la discusión de propiedad de derechos de agua? Principalmente por dos razones, porque en Chile el uso del agua está sujeto a la adquisición de derechos de agua y segundo, porque hoy en día quienes concentran la mayor cantidad de derechos de agua son grandes empresarios o grupos poderosos del sector minero, extractivo, hidroeléctricas y sector agrícola exportador (empresarios agrícolas), es decir, unos pocos tienen derechos sobre la mayor parte del agua en Chile.
El código de aguas de Chile es la norma que regula el régimen de uso y disposición de las aguas terrestres en Chile. Las aguas terrestres superficiales o subterráneas son las que se entregan en forma de derechos para su uso y provienen de ríos, caudales, esteros, entre otras fuentes. El derecho de agua permite a su poseedor el uso exclusivo de cierto caudal de manera perpetua.
¿Qué significa un derecho de agua y que impacto tiene? Si usted quiere hacer uso de estas aguas terrestres debe adquirir un derecho para uso (derecho de agua), este derecho le da la garantía y asegura un cierto caudal de uso. Cuando alguien recibe un derecho de agua y lo deja sin uso está especulando y esa agua nadie la usa ni puede usarla, pero sí puede el propietario del derecho de agua vender su caudal a precio de mercado, frente a la escasez hídrica los derechos de agua cobran más valor. Durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet se ingresó una indicación sustitutiva al parlamento que establecía que los nuevos derechos de agua se entregarían por un periodo de 30 años renovable. Esta medida tendiente a evitar la especulación que existe respeto del bien vital es lo que hoy se discute en el actual Gobierno, que defienden los derechos a perpetuidad. De no ser así, quienes no hicieran uso de sus derechos de agua, es decir, quienes tuvieran acceso al agua pero no la utilizaran, podrían perder esos derechos transcurrido el tiempo de adquiridos.
A la fecha en Chile, la Dirección General de Agua (DGA) ha entregado más de un 80% de derechos de agua que son a perpetuidad y que por mucho que cambie la norma seguirán siendo a perpetuidad. Por tanto el margen de resguardo para los nuevos derechos que quedan disponibles por adquirir es una ínfima parte de ese 10% que corresponden a derechos de superficie.
Aquí el problema reside en que si los derechos son a perpetuidad o de manera indefinida, ¿qué herramientas tiene el Estado para asegurar el uso del recurso para el consumo humano, agricultura, mantención de ecosistemas o glaciares, además de los ámbitos productivos? Hoy no existen instrumentos para resolver frente a una crisis, lo que provoca otros problemas como el robo de agua, la escasez para la pequeña agricultura y también para zonas rurales que deben abastecerse de agua potable a través de camiones aljibes.
En conclusión, el Estado debe tener herramientas para disponer y asegurar el uso del agua en casos de necesidad, así como la potestad de disponer del recurso y frenar la especulación del agua como negocio para propender a un uso sustentable del agua que admita flexibilidad para enfrentar el cambio climático y las demandas de consumo humano.
Ley de Cabotaje: Una positiva conectividad entre regiones portuarias
Para quienes trabajamos en el sector portuario, las noticias relacionadas con la Ley de Cabotaje tienen una considerable importancia. Sin embargo, para la opinión pública sólo tiene relación con una nueva ley que hay que promulgar o posiblemente modernizar.
Por lo mismo, sería bueno conocer bien su significado. Entendemos el Cabotaje, como el tráfico marítimo comercial que se realiza entre puntos de la costa relativamente próximos, siguiendo rutas de navegación cercanas a ella y con naves de bandera nacional.
Si bien la opinión varía según los intereses, también podría ser atractivo analizar ciertos aspectos que vale la pena considerar. Por ejemplo, la conectividad. Hasta hoy, poco y nada se ha hablado sobre el positivo impacto que se produciría el abrir y crear más conectividad entre las regiones portuarias de Chile. Ya que la generación de estas nuevas carreteras marítimas permitiría que muchos productos llegaran a destino de forma más eficiente, redundando quizás, en precios más convenientes para comerciantes y consumidores.
Aquí hay grandes oportunidades que se deberían examinar y discutir, pues quizás, el aumento de la competitividad en la industria crearía nuevos modelos de negocios ante la oferta de transporte tanto marítimo como terrestre. Posiblemente, nos veríamos en la necesidad de más y nuevos servicios que atraigan a exportadores nacionales como internacionales. Tomando una oportunidad que podría abrir las puertas al mundo y a nuevos mercados.
Nuestro Terminal Marítimo Puerto Caldera, ha desarrollado nuevos servicios navieros a través del cabotaje, está abriendo más y nuevas puertas al mundo, nos estamos expandiendo, dando a conocer las bondades de la región y del país. ¿Por qué no pensar en un efecto multiplicador con las demás regiones portuarias de Chile? Quizás sea una oportunidad de desarrollo, avance y modernización acorde a los tiempos actuales. Es fundamental, por ende, analizar si impulsar este proyecto de ley podría, quizás, provocar un efectivo mejoramiento en las condiciones de costos, lo que redundaría en una economía más productiva.
Hoy debemos pensar en el futuro de nuestra región y del país. Y, si el permitir el cabotaje a naves abanderadas en otros países incrementará el uso del mar como vía de transporte, ganando en seguridad vial y ahorro en mantención de infraestructura caminera, es una opción, entonces vale la pena dar el salto a la modernización, porque se hace necesario para no quedarnos estancados en un pasado que nos deja definitivamente en un status quo.
Christopher Aliste
Gerente Comercial Terminal Marítimo Puerto Caldera.
Fabiola Freire
Directora Administración Pública U.Central Región de Coquimbo