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El riesgo de tener la peor cara del Barrio Inglés

La Alameda se está destacando por hechos delictuales que podrían empeorar. Habrá cámaras de televigilancia, pero la pregunta es ¿funcionarán igual de mal que las del centro? Es primordial evitar una escalada de violencia, como la ocurrida en el Barrio Inglés de Coquimbo. Importante es que los dueños de locales tomen el real control y estén atentos a los excesos de consumo de alcohol. En conclusión, la sensación de quienes viven en Copiapó es mayoritariamente positiva "puertas adentro", restando analizar y evaluar que pasa en el ámbito exterior. Creemos en lo que somos y en las capacidades que tenemos para ser reconocidos en el país y en el mundo como una región para visitar.
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E l jueves 17 de enero fue presentado el proyecto de cámaras de seguridad para el Barrio Alameda con una inversión de $15 millones y que podría estar listo entre marzo y abril de este año. "Había lamentablemente una percepción de inseguridad (en el sector), sumado a múltiples robos en distintos locales y eso levantó una necesidad importante (las cámaras)", decía la directora regional de Sercotec, Natalia Bravo.

Pasaron apenas tres días para que una agresión con un arma cortante confirmara que en este sector hay un problema más grave, que hechos aislados. Un joven que estaba al interior del pub Hawaii Trip fue apuñalado y terminó en la UCI del Hospital Regional donde sigue internado.

Es así como el Barrio Alameda, el mismo que es promocionado para potenciar el patrimonio, la cultura y el turismo, se ha convertido en fuente de lamentables episodios y corre el riesgo de ser tomado por delincuentes.

Que no vaya a pasar lo mismo que en el Barrio Inglés de Coquimbo, el que ha estado en el "ojo del huracán" por años debido a la violencia al interior y exterior de los recintos con situaciones ciertamente más graves porque incluyen crímenes. Allí en 2016 una ordenanza prohibió las discotecas y la unión de vecinos, comerciantes, privados y policías, con proyectos que incluyen alarmas comunitarias, forman parte de las medidas.

El Barrio Alameda corre el riesgo de tener una escalada delictual, de no tomarse las medidas necesarias. Las cámaras de televigilancia son claves para obtener registros y amedrentar a delincuentes, pero requieren de un buen funcionamiento. Sin embargo, la historia dice que estos aparatos terminan siendo un "adorno" en Copiapó, ya hace alrededor de una década funcionaban a medio andar en el centro y en 2017 ninguna operaba. ¿Sucederá lo mismo?

En este contexto, bueno es el control de los dueños de locales. El exceso de consumo de alcohol es común en estos espacios y allí es donde se corren los mayores riesgos de pelea y agresiones.


Estamos bien puertas adentro

El Observatorio Regional de Opinión Pública de la Universidad Santo Tomas realizó un "Estudio de satisfacción residencial", el que busca describir la satisfacción de ciudadanos con su casa, los vecinos y el barrio en distintos sectores de Copiapó. La muestra estuvo compuesta por 600 habitantes distribuidos en 10 sectores de la ciudad.

El resultado más relevante de este estudio es que la mayoría de los copiapinos y copiapinas encuestados, evaluaron positivamente "su casa" y la entienden como un espacio personal, muy determinado por los gustos de quienes "la construyen", no solo desde lo físico sino también en lo simbólico, con sus afectos y sus historias. Esto se relaciona con un valor propio de nuestra cultura, el alto significado que posee la "casa propia" por sobre otros bienes asociados a la calidad de vida.

Otro aspecto interesante de observar es que en los sectores donde más Satisfacción Residencial existe son San Pedro y Pedro León Gallo, zonas antiguas de Copiapó, con casas unifamiliares, donde las personas mayoritariamente han ido autoconstruyendo sus viviendas y en los que distintos proyectos de inversión pública han realizado mejoramientos de los entornos de dichos sectores.

Así se confirma lo que en otros estudios del Observatorio se había constatado: La satisfacción residencial tiene componentes individuales y sociales de carácter subjetivo y objetivo que entran en juego con las necesidades y satisfacción de éstas. A pesar que algunas investigaciones afirmen que existe una percepción de que Copiapó no es un buen lugar para vivir, estudiar o pasear, sigue siendo un lugar que genera satisfacción en quienes lo habitan ya que ese valor está en gran medida determinado por el sentido que le demos los ciudadanos al hecho de vivir en la ciudad y sobre todo a las historias y vivencias que cada uno ha desarrollado en esta ciudad.

Para reflexionar queda el que sean los ciudadanos/as más jóvenes, con pocos años de residencia y con mayor nivel educacional quienes presentan menor satisfacción residencial en cada una de las escalas (barrio, vecinos, casa y general). Talvez para este segmento, más proclive al cambio, haya un desequilibrio entre la realidad de ciudad, sus necesidades y expectativas.

En conclusión, la sensación de quienes viven en Copiapó es mayoritariamente positiva "puertas adentro", restando analizar y evaluar que pasa en el ámbito exterior, especialmente en materias de infraestructura, conectividad, espacios públicos, oferta cultural, de esparcimiento, calidad de la Educación y de la atención de salud, todos ellos materias de preocupación de las políticas públicas.


Razones para potenciarnos como región turística

Atacama cuenta con admirables maravillas naturales que cautivan a quienes la visitan. Con tan solo mirar al cielo encontramos el paraíso de los astrónomos, con una transparencia excepcional para obtener imágenes de galaxias y estrellas que permiten investigar las incógnitas del universo. Y no solo eso, pues contamos también con acogedoras culturas ancestrales y oasis que son fuente de vida, poblados que mantienen intactas sus costumbres, valles que florecen en medio del desierto más árido del mundo, playas de arenas blancas y aguas turquesa reconocidas a nivel internacional, producciones de aceitunas y brebajes típicos que encantan a quien los prueba y una gastronomía que deja un sabor de boca inolvidable con mariscos y pescados que van del mar a la mesa.

Tenemos una región cargada de historia que en sus rocas y arenas abundan los restos fósiles de vertebrados marinos de unos 8 millones de años de antigüedad, riqueza paleontológica que es única en el mundo y que proyectamos como un Laboratorio Natural. Somos una zona minera que cuenta con un gran patrimonio que va desde Chañarcillo hasta Potrerillos, un baluarte que guarda 100 años de trabajo esforzado y memorias que bien valen la pena reconocer y cuidar, así como atesoramos a nuestros pirquineros, quienes representan un monumento viviente en el arte de extraer mineral y al hito de la alegría, con el rescate de los 33 atrapados en la mina San José. Atacama posee además una extensa fauna y flora, climas para todos los gustos y un sol infinito que nos permite ser una región potencia en el país en energía fotovoltaica.

Hace una semana recibimos al Presidente Sebastián Piñera, a quien acompañamos en la presentación del Plan Regional para Atacama, período 2018-2022 y que contempla como uno de los grandes ejes desarrollar el potencial turístico que tenemos, porque queremos diversificar la matriz productiva; creemos en lo que somos y en las capacidades que tenemos para ser reconocidos en el país y en el mundo como una región para visitar, apoyando de esta manera a nuestros emprendedores, a nuestra gente en la gran tarea de crecer hacia un desarrollo sustentable, inclusivo e integral. San Pedro, Chañaral de Aceituno, Carrizal Bajo son algunos de los sectores que buscamos impulsar, pues son suficientes las razones que tenemos para creer que trabajando en conjunto podemos hacer de esta una región turística y, por supuesto, una mejor región.

Francisco Sánchez

Intendente de Atacama

Rodrigo Rojas

Director de la Universidad Santo Tomás Copiapó