La heteroglosia en el conflicto Mapuche
El lingüista ruso, Mijaíl Bajtín (1895-1975), se caracterizó por focalizar sus estudios en una búsqueda constante para comprender y estudiar la relación mutua entre el lenguaje individual y el lenguaje social.
Partiendo de la premisa que el lenguaje siempre se encuentra condicionado por el sistema de códigos que lo rigen y el contexto espacio temporal, en el cual se posiciona, Bajtín planteó para el análisis del discurso el concepto de heteroglosia. Su propósito era resignificar y dar lugar a la participación de las diversas voces y perspectivas en el enunciado social. En esta perspectiva, se refiere a dos dialogantes: un pueblo originario y el Estado chileno.
La heteroglosía posee tres elementos destacables y vinculantes entre sí: el plano individual, el discursivo y el ideológico, los cuales, como plantea Bajtín, deben conjugarse mediante un complejo y favorable diálogo de participación.
La dicotomía del discurso entre la heteroglosia y la monoglosia, entendida esta como la expresión única de enunciados categóricos y perspectivas de pensamiento, nos lleva a repensar la conflictividad actual con relación al pueblo mapuche. Existe en ella un discurso de reivindicación histórica y de reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios, en claro antagonismo con el mensaje de privación y debilitamiento generado desde el Estado chileno frente a estas demandas.
Es acuciante promover e integrar las distintas perspectivas del discurso. Esto requiere salirse de lo individual y entrar a una posición de entendimiento, considerando y agregando el carácter ideológico de quién emite cual mensaje.
Como ciudadanos tenemos la obligación de no ocultar y callar voces, sino al contrario, visibilizarlas para que puedan ser escuchadas y no solo oídas. Se requiere abrir el discurso monoglósico vigente hacia una concepción heteroglósica y pluralista de las diferentes voces del conflicto. De tal forma que la sociedad y los involucrados promuevan y den cuenta del real significado de la situación.
En síntesis cuando hablamos de diálogo al alero de la heteroglosia, planteada por Mijaíl Bajtín, proponemos comprender el discurso del otro sin una definición a priori.
Hugo Covarrubias, académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la U.Central
Alimentación saludable
Desde hace algunos años, existe un creciente interés de los consumidores por semillas como quínoa, chía y amaranto, principales componentes de la dieta prehispánica de pueblos originarios. El redescubrimiento de estos granos con enorme potencial agronómico y tecnológico, alto valor nutricional y reconocidas propiedades funcionales ha despertado desde luego, el interés por parte de la ciencia, los consumidores y la industria. Además, la tendencia actual por consumir alimentos nutritivos, seguros y con reconocidos beneficios a la salud, ha puesto nuevamente a estas semillas ancestrales como protagonistas en lo que se refiere a alimentación saludable.
Respecto a la quínoa, cuenta con un alto nivel nutricional, siendo rica en proteínas, lípidos, fibras, minerales y vitaminas. Posee proteínas de alta calidad, con una balanceada composición de aminoácidos, similar a la de la caseína (proteína de la leche). De hecho, según un reporte elaborado por la Organización Mundial de la Salud conjuntamente con el FAO y United Nations University, los aminoácidos de la quínoa, superan ampliamente la recomendación de requerimientos diarios.
Por su parte, el amaranto es un pseudocereal que tiene su origen en el continente americano hace más de 4000 años, el cual ha sido consumido como hortaliza y como semilla. El grano se utiliza entero o molido en forma de harina. Las semillas poseen proteínas de alto valor nutricional, un buen equilibrio de aminoácidos, cercano al balance óptimo requerido en la dieta.
En cuanto a la chía, también conocida como salvia hispánica, contiene altas proporciones de ácidos grasos esenciales; posee concentraciones significativas de antioxidantes primarios y sinérgicos; proteínas con todos los aminoácidos esenciales y un alto contenido de fibras dietarias. Es una semilla que puede ser considerada como alimento funcional debido a su contribución a la nutrición humana, prevención de enfermedades cardiovasculares, de desórdenes inflamatorios y del sistema nervioso, diabetes y además puede ayudar a incrementar la sensación de saciedad lo que contribuye directamente a la prevención de problemas del siglo XXI como sobrepeso y obesidad.
La ciencia moderna ha concluido que las dietas precolombinas fueron nutricionalmente mejores que las dietas del día de hoy, es por eso que estas semillas ancestrales representan una enorme posibilidad para el desarrollo de nuevos alimentos e ingredientes para la industria y la gastronomía que no solamente redunda en alimentos sabrosos, sino también poderosamente saludables y beneficiosos para el ser humano de hoy.
Dra. Loreto Muñoz, académica de la Facultad de Ingeniería, U. Central