Muestra de esfuerzo y compañerismo
LIDERAZGO. Verónica está a cargo del movimiento de convoyes que mueven hasta 35 carros que pesan cada uno unas 18 toneladas. EDUCACIÓN. Ella es una de las responsables del proyecto ciudadano Parque Kaukari en Copiapó.
Hace una década, Verónica Vega postuló al cargo de asistente de tráfico de la empresa Ferronor. Con algo de timidez llegó a trabajar, pero al termino de esa primera jornada ya sabía lo esencial de su nueva ocupación. Al día siguiente, su carácter aguerrido llamó la atención de sus compañeros, no le costó mucho empoderarse y destacar en cada labor que se le encomendaba.
Pasó el tiempo y Verónica jamás dejó de crecer en lo profesional y familiar. Su dedicación por el trabajo lo ha complementado con un gran cariño por su familia, en especial su hija y sus padres.
"Es una gran mujer, de mucho esfuerzo y determinación. Nos gusta su espíritu de superación y compromiso con la empresa, es una gran batalladora", destaca uno de sus jefes.
Y como en todas las buenas historias, el sacrificio y perseverancia rinde frutos. Verónica en la actualidad es Supervisora de Operaciones, un puesto que se ganó gracias a sus capacidades y dedicación constante a un trabajo "que me apasiona", repite cada vez que puede.
Dentro de sus obligaciones, Verónica también ha sido dirigente sindical donde destacó por su impronta enérgica, empática y siempre con respeto por sus compañeros y jefatura. Su responsabilidad para cumplir estas funciones fue destacada por todos sus cercanos.
En su nuevo puesto, tiene a cargo a unas cuatro personas. "Con mi equipo coordinamos, supervisamos y mantenemos segura toda el área del patio de maniobras o terminal. Somos responsables de del ingreso y salida de los trenes, velamos porque estén revisados, seguros, verificamos el control del personal, entre otras cosas. Nada puede fallar", asegura.
Y tiene razón. Verónica está a cargo del movimiento de convoyes que mueven hasta 35 carros que pesan cada uno unas 18 toneladas, las que suben a 78 si van cargados. Todo tiene que estar controlado y verificado para evitar accidentes, eventos o percances en las vías. Una responsabilidad que Verónica entiende bien y a la cual dedica toda su pasión.
"Al principio fue un desafío lidiar en un área que antes solo era considerada como masculina. Sin embargo, la humildad, el trabajo y la perseverancia, me hizo ganar el respeto de mis pares. La primera competencia es con uno mismo, hay que superar eso y creer en nuestras capacidades, detectarlas y potenciarlas, por otro lado, se deben supera las debilidades y defectos, ese es el camino del éxito y para superarse en el plano familiar o laboral. Además nunca hay que perder la esencia y jamás olvidar de donde uno viene, respetar por igual a la persona que hace el aseo o a tu jefe".
La arquitectura pensando en la gente
Rocío se declara una enamorada de Atacama y si bien no nació en estas tierras, es una hija adoptiva agradecida y preocupada de difundir las bellezas de este lugar que le ha entregado tanto en su vida familiar y profesional. Es arquitecta de la Universidad Católica del Norte y hoy se desempeña como jefa del Departamento de Desarrollo Urbano e Infraestructura de la Secretaria Regional Ministerial del MINVU.
Ha destacado por entregar a la comunidad, a través de su trabajo, una nueva visión de las ciudades de Atacama, así como la planificación de las mismas. Aunque no le gusta reconocerlo, ella es una de las responsables del proyecto ciudadano Parque Kaukari en Copiapó, una obra extraordinaria que le cambió la cara y la calidad de vida a la capital regional y que forma parte del sueño que tiene Rocío para la ciudad y su entorno.
Ciclista empedernida, es una de las más férreas defensoras de la necesidad de seguir ampliando la red de ciclovías en la región. También es parte del equipo que está diseñando en mejorar la fachada urbana del puerto de Chañaral la que fue seriamente dañada tras el aluvión de 2015.
Su mirada que apunta a tener ciudades más amigables e inteligentes ha sido reconocida por sus pares y otros actores relevantes de Atacama. De hecho, fue una de las oradoras principales del último Foro Regional de Desarrollo (Forede 2018) organizado por la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (CORPROA), donde su exposición acerca de los beneficios de dejar el auto en la casa y usar más las bicicletas, fue una de las más aplaudidas en la oportunidad.
"Cuanto partí trabajando sentí cierta discriminación por ser mujer y muy joven en un rubro definido tradicionalmente por hombres, pero esa percepción se fue aminorando con perseverancia y las ganas de trabajar por la región. De hecho, humildemente tengo la sensación que en cada localidad de Atacama hay algo de mi labor, desde la infraestructura pública y la planificación urbana, lo que demuestra que se puede".
Otra de las tantas pasiones de Rocío es el trabajo con los más pequeños. La arquitecta explica que "después de los aluviones consideramos que era importante abordar a las generaciones que vienen con educación y amor por la ciudad. Para ello, trabajamos con los niños en edad preescolar entregando conceptos de arquitectura y patrimonio e intentamos despertar en ellos la responsabilidad, el respeto, el cuidado de la ciudad y del patrimonio, para que ojalá se conviertan en agentes críticos del lugar en dónde viven y que sean un aporte en este sentido".
Verónica Vega (40)
Rocío Díaz Gómez