Patrullando la cordillera en moto
CARABINEROS. Su trabajo le ha valido además el reconocimiento como personal operativo, esto gracias a su constante trabajo EMPRENDEDORA. "Escuchamos la inquietud de boca de las mismas trabajadoras, estaban incomodas trabajando con prendas de hombre".
La Suboficial de Carabineros Paola Apablaza siempre ha destacado como una excelente profesional de la policía uniformada. Su trabajo en la 4ta Comisaría de Carabineros de El Salvador es sobresaliente. En ese lugar cumple funciones de servicio a la población, desempeñándose como Jefe de Patrullaje, donde además ha desarrollado labores de prevención delictual, junto a los distintos roles que cumplen los Carabineros de Chile en cualquier zona del país.
Su trabajo le ha valido además el reconocimiento como personal operativo, esto gracias al constante trabajo de detención de antisociales por delitos que principalmente afectan a la propiedad pública y privada en el campamento minero.
Sin embargo, su principal acción ocurrió en el mes de octubre cuando detuvo a una persona por el delito de homicidio, en un hecho que tuvo una alta connotación pública por lo terrible del delito y donde esta funcionaria logró atrapar al sospechoso.
"Fui la primera en llegar, tras una denuncia. Me fui al lugar, la víctima estaba seriamente herida, primero llamé a la ambulancia y luego me dediqué a investigar. Supe quien supuestamente fue el autor y lo detuve en una casa que frecuentaba. Fue un tema muy fuerte", recuerda Paola.
La oficial agrega que "llegué a El Salvador hace casi siete años. "Soy originaria de Melipilla, en la Región Metropolitana, pero ya me acostumbré a la región, pues también trabajé en Copiapó un par de años. Soy soltera, por eso me dedico 100 por ciento a mi trabajo, sé que es muy difícil complementar las tareas de la casa, de madre con esta labor. Más en mi caso que soy motorista y conductora de vehículos", dice.
Paola fue la primera mujer que patrulló en la Cordillera en el Paso San Francisco sobre los 4000 metros sobre el nivel del mar. En ese punto, la oficial destaca que "antes a la cordillera iban solo hombres, insistí hasta que me mandaron. Tenemos las mismas condiciones y como mujeres somos mucho más meticulosas.
En Chile casi todas las instituciones y nuestra cultura es machista, hemos avanzado, cuesta, pero las mujeres hemos demostrado que tenemos las mismas capacidades". sostiene.
Estas labores las complementa con diversos patrullajes en la ciudad. Me gusta la calle, conversar con la gente, darles confianza. Me toca ayudar mucho en los accidentes que se producen en la cordillera, sobre todo en la cuesta Lama. Sin el patrullaje preventivo que hacemos, serían más los eventos que lamentar", concluye.
Ayudando a las mujeres en minería
Hace 18 años comenzó a realizar su sueño. Con esfuerzo, cariño y dedicación dio vida a su emprendimiento dedicado a confeccionar uniformes de colegio, pero no cualquier "ropa de escuela", sino que una especial con sus propios diseños. Hablamos de Delia Valdés, una diseñadora autodidacta dedicada cien por ciento a lo que ama.
Con el tiempo y siempre con las mismas ganas, Delia amplio sus servicios y comenzó a comercializar sus productos en las empresas mineras de Atacama. Redobló sus esfuerzos y agregó tecnología e innovación a sus diseños y prendas de ropa industrial, como, por ejemplo, el uso del cobre en la confección de las mismas. Sus intereses también van por la igualdad de género. Por esa razón, en el año 2015, gracias a su liderazgo colaborativo y visión empresarial, se unió a otras emprendedoras para incorporar a sus productos una línea de vestimentas adecuadas para las mujeres que se desempeñan en las faenas mineras de la industria local.
Con ello, Delia y sus compañeras se hicieron cargo de una inquietud de muchas trabajadoras, transformándose, con este giro de su negocio, en un referente en la región y generando un fuerte impacto social con un enfoque en la paridad de género.
"Escuchamos la inquietud de boca de las mismas trabajadoras, estaban incomodas trabajando con prendas de hombre, que si bien eran más chicas, no tenían cortes que les gustarán. Ahí visualizamos un mercado y una oportunidad nueva. De hecho, en 2019 este tipo de calce será una norma y eso empezó con nuestro aporte, la necesidad de las personas de sentirse cómoda en el trabajo, eso nos pone orgullosas, dice Delia. La emprendedora también destaca que a todas sus prendas les agregaron hilados con cobre, pues la innovación es parte de su trabajo. "Esta tecnología tiene muchas propiedades benéficas para la salud, es la tela del futuro incluso se estudia en la Nasa. Esta idea partió en Israel, yo desde el 2006 supe que existía, empezamos a buscarla hasta que encontramos al proveedor", dijo.
Delia explica que por ahora solo venden en Atacama, "pero "estamos a dando a conocer nuestra ropa, las empresas mineras han hecho un compromiso con nosotros, es un camino lento, pero avanzamos", dice.
Finalmente, Delia destaca que "las mujeres tenemos la capacidad de lograr lo que queramos, siempre cumplimos los objetivos, tenemos mucho que decir en todas las áreas. Tenemos una visión más amplia. Ahora hay que seguir luchando para lograr la paridad y equidad de género y eso se logra desarrollando todas las ideas que tenemos, no dejándolas solo en sueños, sino que concretándolos".
Paola Apablaza (45)
Delia Valdés (62)