El Presidente polaco, Andrzej Duda, encabezó ayer una marcha por Varsovia para conmemorar el centenario de la independencia del país, una movilización marcada por la participaron de grupos de ultraderecha, aunque las miles de banderas nacionales se impusieron a los mensajes más radicales. Las autoridades aseguraron que no hubo incidentes relevantes, pese a las 200 mil personas contabilizadas, algunas de las cuales portaban emblemas de Campamento Radical, partido inspirado en el movimiento fascista que marcó al país en los años 30, quienes avanzaron por las calles junto a la tienda de extrema derecha Fuerza Nueva. También hubo algunos grupos que corearon mensajes supremacistas a favor de una Europa blanca o contra los refugiados, e incluso se quemaron algunas banderas de la Unión Europea, pero la radicalización del acto fue menor a la de años anteriores.