Erradicación de la pobreza
Señor director:
En el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza cabe hacer un llamado a abordar integralmente la situación de vulnerabilidad que afecta a distintos grupos de población que se van quedando persistentemente rezagados de las oportunidades que ofrece la iniciativa privada, así como de las políticas públicas.
Hablamos de una superposición de condiciones de exclusión que requieren de un esfuerzo urgente e integrado de políticas públicas, no de un abordaje sectorial segmentado como el reciente plan "Compromiso País", anunciado por el Presidente Sebastián Piñera.
En Chile, las mujeres indígenas presentan un 50% más de pobreza que la media de mujeres a nivel nacional, y las mujeres rurales el doble que las urbanas. Por su parte, entre quienes viven en zonas rurales se observa una brecha de ingreso autónomo de 23% entre indígenas y no indígenas rurales. Equivalente es la situación que enfrentan los jóvenes rurales. Mientras cerca de un 20% de los jóvenes urbanos de 20 a 29 años no estudia ni trabaja en forma remunerada, un 30% de jóvenes rurales se encuentra en similar situación, más mujeres (34%) que hombres (15%), por cierto.
No podemos seguir entendiendo la pobreza como una "simple" situación de privación material, cuando es evidente que esas carencias, además de ser multidimensionales, encierran situaciones de discriminación y restricciones derivadas de un entorno muchas veces adverso, en que viven miles de familias permanentemente vulneradas en sus derechos.
María Ignacia Fernández, directora Ejecutiva Rimisp - Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural
Ley de Fármacos II
Señor director:
¿Sabe cuánto dinero nos podríamos haber ahorrado en medicamentos durante los cinco meses que se tramita la Ley de fármacos II?
Cerca de 79 pasajes de metro, 75 kilos de pan y 76 litros de leche es lo que dejamos de consumir los chilenos en los meses que hemos esperado que se tramite la Ley. Es decir, en un año, 144 mil pesos serán destinados por hogar sólo en la compra de medicamentos.
Asimismo, si consideramos que los hogares más pobres son los que más gastan proporcionalmente, destinando un 72% de su gasto en salud a la compra de remedios, las cifras son aún más preocupantes.
De acuerdo a un estudio de IMS Health, los medicamentos originales son un 38% más caros en Chile que el promedio de precios de los países de Latinoamérica, aunque por otra parte los remedios genéricos resultan ser los más baratos de la región, con un valor que llega a 1,7 dólares, aproximadamente. Según sus informes, Brasil es el país que tiene los medicamentos originales más baratos, con un costo promedio de $9.350 por envase, una cifra que casi se duplica en Chile, con una media de $18.400 por este tipo de fármacos.
Y aunque desconozco las razones para que los parlamentarios insistan en retrasar la Ley de Fármacos II, espero que no sean simples medidas obstruccionistas, ya que cada día las familias chilenas nos vemos más perjudicados con el aumento de los precios.
Jaime Garrido
Terminemos con las etiquetas
Bastó que Gabriel Boric publicara que padecía de Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) para que los medios se enfocaran en saber qué es esa enfermedad. Lo importante a partir de su revelación es constatar cuán tabú es la discapacidad mental: poquísimos están dispuestos a admitirla y muchos la padecen.
Según Casen 2017, casi 391 mil personas declaran tener alguna dificultad psiquiátrica, mental o intelectual, un 33% más que las 294 mil que había en 2015. Más de 86 mil viven en pobreza multidimensional, un 39% más que en 2015.
Ser pobre y tener discapacidad mental se traduce en una doble exclusión. Son los más marginados; sus familias no tienen cómo darles condiciones mínimas en salud, educación, vivienda, trabajo, seguridad social, lo que es un factor adicional de vulnerabilidad. Y la continua estigmatización socava los esfuerzos estatales y de la sociedad civil, para activar políticas inclusivas que garanticen el respeto de sus derechos.
Hoy celebramos el Mes de la Salud Mental, ocasión para hacer notar que Chile está al debe, no sólo porque el presupuesto para salud mental es el 2,3% del total del presupuesto destinado a salud, lo que nos deja bajo la recomendación de la OMS, que es de al menos un 5%. También está en deuda con la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, ratificada en 2008, porque hay leyes en abierta contradicción con los estándares asumidos. La 18.600 permite privar de capacidad jurídica a las personas con discapacidad mental sin debido proceso. Y la 20.584 autoriza esterilizarlas.
Que Boric haya transparentado su TOC es positivo: reconoce una realidad que puede tocarle a cualquiera y contribuye a generar un cambio de mirada menos estigmatizadora y excluyente frente a la discapacidad mental y quienes la padecen.
Paulo Egenau, director social del Hogar de Cristo