Día Nacional de la Ciencia I
Muchos pensamos que durante este mes la Ciencia y la Tecnología (CyT) están de fiesta en Chile. Además de perpetuar la Semana Nacional de la CyT promovida por Explora-CONICYT, este año entra en vigencia el "Día Nacional de las Ciencias, la Tecnología, el Conocimiento y la Innovación", a celebrarse el primer domingo de octubre de cada año. Estos hechos, sumados a la creación del nuevo Ministerio en el ámbito, auguran que la CyT, más la innovación, están en su mejor momento.
Por ello, y como toda celebración tiene un discurso que induce al festejo, impactante sería que en estos días se anuncie el aumento de gasto fiscal en CyT, justificado en que el Estado (i) promoverá que Universidades y Centros de Investigación inserten efectivamente capital humano avanzado para reducir la precariedad laboral de este segmento ilustrado, (ii) impulsará una estrategia co-creada para que los organismos públicos optimicen sus sistemas de gestión administrativa y financiera para proyectos científico-tecnológicos, para que investigadores se focalicen en su real quehacer, (iii) implementará "la estrategia nacional" para la difusión de resultados científicos hacia la ciudadanía, donde actores claves serán los mismos científicos que crean y/o aplican el conocimiento, ya que sin una valoración ciudadana poco interés es de esperar de los políticos que definen esta agenda, y (iv) aumentará los recursos económicos para ampliar el número y abanico de proyectos en CyT, en sintonía con los diagnósticos que los últimos gobiernos han declarado.
Elizabeth Troncoso Ahués, investigadora y directora de Investigación y Desarrollo Académico de la UTEM.
Día Nacional de la Ciencia II
Al celebrarse en nuestro país el primer "Día Nacional de la Ciencia", desde la Universidad de Santiago queremos hacer presente que la investigación científica debe ser una Política de Estado transversal, proyectando el rol que la innovación tendrá en el país. Este desafío no es solo del nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, por lo que nuestro llamado a las autoridades políticas es a establecer una política pública clara que cambie el foco del gasto operativo y lo ponga en la inversión. Solo ese cambio de paradigma permitirá que el conocimiento cumpla su objetivo de estar al servicio de todo un país.
Pudiera creerse que esta posición es solo un discurso que responde al interés de los científicos, pero no es así. La investigación es el motor del desarrollo. En promedio, los países OCDE invierten 2,38% del PIB en investigación. En Chile, esta cifra alcanza apenas un 0,37%. Esta brecha se mantiene respecto del número de científicos. De no revertir esta pobre realidad, seguiremos condenados a ser meros espectadores del desarrollo y a tener que pagar a otros países por el valor agregado que entrega la ciencia en su relación con el sector privado.
Como directivo de una universidad del Estado que realiza investigación de excelencia y pertinente a los desafíos del país, entendemos que nosotros también tenemos una responsabilidad en acercar la ciencia, sus ámbitos de investigación y sus resultados a la población en general, así como a los tomadores de decisiones. Es por ello que el próximo 7 de octubre, Día Nacional de la Ciencia, es una oportunidad para fortalecer actividades de difusión científica que se mantengan durante todo el año.
Julio Romero Figueroa, vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Universidad de Santiago
Crisis económica en argentina
La situación económica de Argentina es un tema que no da respiro. Si bien el cambio de Gobierno brindó momentáneamente tranquilidad en los mercados, una vez más y como ha pasado repetidamente, las promesas cuesta cumplirlas.
Arreglar el estado actual en que se encuentra el país debería ser una política de Estado, al igual que hacemos en Chile, manteniendo una hoja de ruta a largo plazo. Sin duda los cambios traen resistencia, pero son necesarios si el país vecino pretende volver a ser la potencia que fue en el siglo XX.
Por lo tanto, ante un nuevo préstamo millonario por parte del FMI para estabilizar la economía y su moneda, es de esperar que el Banco Central argentino genere la suficiente confianza en el mercado con su nuevo plan de ajuste monetario con crecimiento 0% hasta junio 2019 y que su tasa de interés no baje de 60% hasta diciembre 2018.
De lo contrario, en el corto plazo el escenario es muy oscuro para el país trasandino, ya que se podría generar un escenario de inflación que en los próximos meses podría subir hasta 50%, una contracción el PIB de hasta el 5% y un desempleo al alza, con cifras de actividad menores a las del gobierno de Cristina K.
César Valencia