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Bahía Quintero y la distribución del malestar

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Lo que ocurre en Bahía Quintero es una prueba empírica, de muchas otras si uno sabe dónde buscarlas, de la imposibilidad que alguna vez nuestro país pueda acercarse siquiera al umbral del mentado "Desarrollo". En nuestra calidad de país OCDE, lo que sucede en Bahía Quintero es una bofetada que nos debería hacer despertar de la catalepsia arribista de pretender ser algo que realmente no somos. Es una versión más dramática de la imagen de naranjas colgadas con alambres en patios interiores de la Casa de Gobierno.

Lo de Quintero es un síntoma de un problema estructural de voluntad política mucho más profundo, mucho más extenso y mucho más desalentador de lo que escasamente aborda la prensa local. Para ubicarnos alguna vez en la senda del "Desarrollo", claramente se deberían adoptar políticas públicas e institucionales significativamente distintas a las implementadas hasta la fecha. Un ejemplo de ello lo representa nuestra institucionalidad ambiental; la que, en combinación con las políticas de crecimiento económico, han promovido, permitido y desarrollado aberraciones inorgánicas e inconexas como el núcleo industrial existente en bahía Quintero y que se replican en otras zonas costeras del país (como las bahías de Mejillones, Coronel, San Vicente o Talcahuano, por nombrar sólo algunas) y de tierra adentro.

En un país donde se ha machacado durante decenas de años la idea del crecimiento económico sin transar, como única vía al bienestar de la población, complementada con el artilugio retórico de la "política del chorreo"; ha generado una casta de actores sociales enquistados en la administración del Estado y del tejido productivo, que están preocupados de alcanzar los máximos beneficios económicos, en el menor tiempo posible sin importar los costos sociales (y ambientales) que esto conlleve.


Acuerdos salario mínimo

Siendo la plurianualidad el punto de desencuentro del salario mínimo y, dado que el Gobierno nuevamente volvió a negociar e igualó las condiciones de reajuste utilizadas en el mandato de la ex presidenta, ¿qué problema tendría la oposición para aprobar el proyecto?

Esta semana los ministros señalaron que el Ejecutivo mantendrá el guarismo de un aumento del salario mínimo a $301 mil a marzo de 2019 -actualmente $276 mil - y la plurianualidad se rebajará a 24 meses. Este monto no sólo supera con creces lo que se ha negociado en los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, sino que a su vez transa en una pluarianualidad de cuatro a dos años, tal como exigía la oposición desde un comienzo y tal como, históricamente, se ha acordado desde 2014.

En vista de esta situación, y siendo el único argumento por el cual habrían rechazado la iniciativa, es de esperar que aprueben el proyecto próximamente. De lo contrario, no harán nada más que confirmar los dichos del oficialismo, que la oposición obstruye por poder político, por beneficio propio, pero sobre todo en desmedro del bienestar de todos los chilenos.


Emprendimiento: Juventud versus experiencia

Recientes estudios de investigadores de MIT y la Universidad de Northwestern llegaron a la conclusión de que la edad media para emprender es a los 41,9 años y que las personas menores de 30 años tienen mayor probabilidad a fracasar por no contar con la experiencia adecuada en momentos de crisis logrando con esto abandonar su emprendimiento. Incluso afirma que los emprendedores más exitosos habían fundado su compañía a la edad promedio de 45 años.

La experiencia que poseen las personas resulta un factor importante en el emprendimiento, pues genera mayores posibilidades de éxito, al poder analizar mejor las dificultades que todo negocio conlleva. Hay que tener en cuenta las razones para el éxito, tener una idea que resuelva un problema de una manera efectiva y revolucionaria, medir los riesgos asociados, tener algo de experiencia en el campo en el que se pretende emprender y saber sortear las dificultades, aunque lo más importante es tener claro que debes luchar en forma tenaz por tus sueños y no decaer, ya que todos tenemos las herramientas necesarias para lograr el éxito.

Señor director:

Marcelo Saavedra

Señor director:

Jaime Garrido, economista

Se piensa que por ser mayores de 40 o 50 años no tenemos la oportunidad de poder desarrollar con éxito un emprendimiento. ¡Esto no es verdad! Sin embargo, no se niega que la juventud en muchos casos parece ser una ventaja, existen muchos casos de éxito como el de Eduardo Jorgensen, 25 años, CEO de MedicSensors por sus descubrimientos y la creación del páncreas artificial o Evan Spiegel, 25 años, Cofundador de Snapchat.

Hernán Leal Barrientos, director de empresas, speaker y montañista