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50 km/h

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No es lo mismo Avenida Copayapu (similar a Av España de Viña del Mar a Valparaiso, con velocidad 70 kms/hr) a comparar con calle Atacama o Colipí.

Y no hablemos de la " zona urbana" de la entrada sur de Copiapó, con casi 4 kms de nada, solo desierto, ni peatones ni ciclistas y donde la velocidad es de 60 kms / hrs.

Me pregunto ¿la bajarán a 50 ahora? Cuando hay un accidente, carabineros en su primera conclusión es exceso de velocidad y no se preocupan de analizar nada. Eso fue desechado hace más de 50 años en EEUU. donde se descubrió que la policía informaba de esa forma, por que así no tenían que investigar nada.

Obviamente hacer las cosas bien, es más trabajo y ningún burócrata estatal está dispuesto a hacerlo.

Conclusión, con vehículos que incluso tienen radar y mejor tecnología, y se baja la velocidad sin razón lógica, solo gracias al lobby de algunos fanáticos y la aprobación de los ignorantes.


Negacionismo ministerial

Menos de treinta años desde el término de la dictadura se ha demorado en aparecer en los medios masivos de comunicación el fenómeno del "negacionismo". Es decir, minimizar, relativizar, banalizar o derechamente negar el asesinato masivo y sistemático de un pueblo o grupo de personas por razones ideológicas, religiosas o políticas. Desde que la derecha económica, política, militar y religiosa decidió tirar el mantel y mandar al carajo la democracia chilensis, esa curiosa "visión" de los hechos posteriores, ha estado presente en la cabeza de todos esos "cómplices pasivos" desde el minuto 1 posterior a ese martes primaveral de hace 45 años. Lo nuevo es que muchos de aquellos jóvenes y adultos-jóvenes (e incluso algunos nonatos provenientes de ese mundo), que hoy ocupan cargos de poder en ministerios, parlamento, judicatura o municipios, están empezando a verbalizar sus justificaciones personales y colectivas de la barbarie sistemática e institucional desatada exclusivamente por ellos.

El pensamiento ideológico vertido por el recientemente nombrado ministro de las culturas, a lo menos hubiese generado un revuelo patagüino en la Europa que lo cobijó durante años y que sabe de historias de barbarie y atrocidades cometidas por hombres y mujeres en contra de hombres y mujeres con un pensamientos o credos distintos.

Pretender negar, minimizar o relativizar las fosas comunes del patio 29 en el cementerio general, los cadáveres lanzados al mar atados con rieles a sus cuerpos, las detenciones y ejecuciones sumarias, los atentados en países extranjeros, las torturas, violaciones y vejaciones aberrantes en contra de niños, jóvenes, mujeres, hombres y ancianos, las detenciones arbitrarias y posteriores desapariciones de miles de chilenos y chilenas, así como la diáspora de otros miles obligados al exilio en tierras extrañas; es como hacer un tour por Auschwitz, Sachsenhausen, Buchenwald, Dachau o Treblinka y declarar que en esos sitios se aprovechan los judíos, gitanos, homosexuales o comunistas de tergiversar la historia.

Cuando perdemos ese sentido de la realidad es una señal inequívoca que hemos descendido varios peldaños en nuestra evolución personal de humanidad. Ministros de cultura de ese calibre representan un síntoma aterrador de la clase de sociedad en la que nos hemos transformado, donde el deterioro ético en el tejido institucional (y por proyección en el tejido social) está alcanzando umbrales antes desconocidos.


Correción al impuesto verde

A propósito de la entrevista realizada a Carlos Finat, director de la Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA) concordamos en que tal y como menciona, con la actual forma de aplicación del Impuesto Verde no existe una reducción efectiva de las emisiones contaminantes, por lo que el mercado eléctrico no se está haciendo cargo del costo que la emisión tiene para la sociedad.

Desafortunadamente el impuesto verde presenta dos graves fallas en su aplicación lo que permite que el espíritu de la ley no se cumpla. Estos tienen que ver con la socialización del pago, donde las generadoras que no contaminan han debido repartir el costo del impuesto verde con las termoeléctricas a carbón, además de la compensación del pago, que en algunos casos llega al 90% de lo pagado, lo que resulta irrisorio.

En ningún país del mundo y menos países OCDE como el nuestro, el impuesto verde sufre tal distorsión. Es más el impuesto verde requiere de una valorización real de los impactos de las emisiones contaminantes sobre la población y el medioambiente subiéndolo de los US$ 5 a US$ 30 como en la mayoría de los países OCDE. El objetivo principal que es reducir las emisiones contaminantes locales y globales para proteger a las comunidades afectadas por décadas con la contaminación, no se cumple, por tanto invocamos la voluntad del Gobierno para corregir la aplicación y que el impuesto sea un verdadero impuesto verde.

Señor director: Como siempre, Carabineros atento a que se cumpla la nueva ley de 50 kms/ hr. Lo que no se dice es que las velocidades máximas y mínimas debiesen ser por calles avenidas o sectores.

Roberto Miranda

Señor director: Dicen por ahí que la historia la escriben los vencedores, pero la verdad corre por cuenta de los sobrevivientes.

Marcelo Saavedra , biólogo

Sr. director:

Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable