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"Tengo la vocación y las ganas de ayudar"

PROGRAMACIÓN. Luciano facilita el trabajo y resuelve problemas del sector público por medio de software que él mismo desarrolla. CONCIENTIZAR. La activista expone la violencia simbólica y sus efectos en conversatorios dirigidos a niñas y niños, para erradicar estereotipos.
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Una revista de informática marcó el futuro de un adolescente, despertando su curiosidad por la programación. Más tarde se dedicó a aprender sobre el tema de manera autodidacta y le gustó al punto de elegir ese camino como profesión.

Luciano Silva tiene 31 años, nació en Los Andes y llegó a Copiapó por estudios, años más tarde sigue en la ciudad desarrollándose profesionalmente.

Silva elaboró el proyecto "Sistema de Gestión de Recursos" (SGR) para colegios, el informático dice que "el SGR nace por un problema que se detectó en el colegio Cervantino, en la administración de material didáctico, que se iba dañando o perdiendo. Entonces reponer ese material significa un costo muy elevado año a año".

El SGR es un programa que permite saber donde están los recursos, como administrarlos y a quien se les entrega. Aunque aún no se ha implementado el proyecto Luciano tiene buenas expectativas de los resultados, espera que una vez en marcha más colegios participen y se expanda a nivel regional.

Antes de realizar el sistema, el joven desarrolló otros proyectos vinculados a la salud. En el Hospital Regional de Copiapó hizo un programa llamado "Procab", que administra fármacos y gestiona sus compras, Luciano cuenta que "antes de este programa usaban plantillas Excel y se demoraban semanas en procesar la información, eso cambio a que ahora se demoren una hora, no más que eso".

Funcionario público

Trabajar en el hospital cambió la percepción del informático sobre el servicio público, Luciano cuenta que "el hecho de llegar a un lugar donde tienes mucho que hacer, mucho que entregar y a lo mejor las remuneraciones y la recompensa que recibes no es tanto como ayudar a los demás de una manera más abierta".

Para Silva estar en el hospital fue una "nueva escuela", dice que "aprendí sobre nuevas herramientas, ese conocimiento me ayudó a desarrollar este sistema" refiriéndose al SGR.

El joven termina diciendo "yo ahora me siento un funcionario público de lleno, no me gustaría cambiarme al sector privado".

Las metas del funcionario público están directamente relacionadas con el emprendimiento, quiere formar su propia empresa de desarrollo, aún no tiene claro el objetivo concreto de su futuro emprendimiento pero comenta que quiere ayudar a nivel regional y nacional.


"Todas y todos podemos ser agentes de cambio"

Educar sobre los efectos de los estereotipos de género en niñas y niños motivó a una joven copiapina para crear el colectivo "Siembra Igualdad", con el tiempo se dio cuenta que había más movimientos con el mismo objetivo y se unió a causa mayor. La "Rebelión del Cuerpo".

Paulina Olivares, joven de 33 años es coordinadora de la Rebelión del Cuerpo en Atacama, movimiento que busca empoderar a niñas y niños y enseñar los efectos de la violencia simbólica. Tiene una hija de cinco años, que es su principal motor para trabajar por una sociedad en que la felicidad de niñas y niños no se vea condicionada por la necesidad de "pertenecer" a un grupo y sentirse "aceptadas o aceptados".

Su Desarrollo

Algo que influyó bastante en Olivares y en su lucha por empoderar a la mujer fue su familia, la líder comenta que "somos una familia de puras mujeres, cada una con un talento propio. Por lo tanto nos influenciamos e inspiramos mutuamente".

La joven cuenta sobre su infancia que "de chica fui bien despierta, yo creo que a los 14 años ya sabía lo que quería para mi vida. En la enseñanza media y en la Universidad, estudiaba y trabajaba porque siempre me ha gustado ser independiente, eso lo aprendí de mi mamá".

Un acontecimiento que marcó un antes y un después en la vida de Paulina fue un accidente que la mantuvo postrada durante un año, "tuve que aprender a caminar de nuevo" dice refiriéndose al hecho que prefiere mantener como un recuerdo lejano.

Además del movimiento la activista trabaja en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), declara que "soy parte del equipo encargado de hacer ciudad, es ahí donde cada vez me doy más cuenta de que la educación emocional es importante en la construcción de las relaciones tanto interpersonales, como también la relación con el espacio y el entorno".

En sus tiempos libres Paulina aprovecha de socializar y compartir con las personas que quiere, se declara una agradecida de la vida y amante de la naturaleza. Cada vez que puede sale al aire libre.

Olivares no tiene metas fijas, cuenta que estas "se van transformando, van mutando de acuerdo al lugar y el tiempo en el cual me encuentro. Hoy puedo decir que mi meta es seguir aprendiendo, más que la meta en sí, es en el proceso donde está la magia. Tengo un sueño y es contribuir desde lo aprendido al desarrollo de Copiapó".

Luciano Silva (31)

Paulina Olivares (33)