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Chileno crea tijera de poda con cobre, material que previene la contaminación cruzada entre las plantas

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Un ingeniero agrónomo chileno inventó unas tijeras de podar hechas de cobre, material que previenen la contaminación entre las plantas, lo que puede evitar pérdidad de miles de dólares en el sector agrícola.

Rodrigo Lander, de 34 años, explicó a la agencia de noticias Efe que empezó a trabajar como agrónomo en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), después estuvo en un semillero y luego entró a empresas exportadoras de frutas, donde comenzó a diseñar sus innovadoras tijeras.

El profesional oriundo de Rancagua, en la Región de O'Higgins, determinaba en la empresa qué fruta cumplía los estándares para ser exportada, parámetros que son determinados, en gran parte, por la poda.

Lander fue al campo como supervisor y cuando aprendió el oficio descubrió "hileras con dos o tres plantas muertas. Investigué y llegué a la conclusión de que el daño se debía a la contaminación cruzada", lo que se genera cuando se podan, con las misma tijera, plantas con hojas enfermas y sanas.

Tras realizar estudios en 56 hectáreas, el agrónomo comprobó que una exportadora de uva de mesa dejaba de ganar entre $ 14 y $ 28 millones anuales por esta causa.

"Y no es sólo por un año, sino que por seis", sostuvo Lander, "llegando un productor a perder entre $ 80 y $ 170 millones de pesos por fruta que no se produjo".

Hace dos años, el profesional creó el prototipo de la tijera de metal rojo para evitar que las plantas murieran, invento que será patentado en las próximas semanas.

El impacto del artefacto, según Lander, se refleja en que una la planta enferma, durante sus primeros tres años, "tendrá una baja producción, luego morirá, habrá que replantar y esperar tres años más para que esa planta tenga la madurez suficiente para producir normal, o sea seis años de baja y nula producción a causa de la contaminación cruzada".

Tras crear la tijera de cobre, el agrónomo diseñó otros instrumentos, como el "tijerón de poda", para cortar especies más gruesas; la tijera de cosecha, de arreglo de racimo, calibradores para medir uva y "un cuchillo de desposte de cerdo", herramientas certificadas como antimicrobianas por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (Inta) de la Universidad de Chile.

millones pierde un agricultor por seis años de enfermedad en un huerto, a causa de las bacterias. $ 170

hectáreas estudió Lander para comprobar que las infecciones eran propagadas por los instrumentos de poda. 56

Fao: chile tiene un déficit de más de 400 mil colmenas de abejas

AGRICULTURA. La escasez de este tipo de insectos motivó el surgimiento de un sistema de arriendos, lo que encarece la producción de alimentos.
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Valeria Barahona

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) celebró ayer el Día Mundial de la Abeja, con un llamado a la conciencia sobre la importancia de este insecto en la agricultura, debido a la polinización. En Chile, por ejemplo, hay un déficit de más de 400 mil colmenas, afirmó el organismo, lo que va en detrimento de la industria alimentaria.

La polinización es el viaje del polen al lugar adecuado de las plantas para que germinen o produzcan semillas, labor realizada naturalmente por las abejas, de ahí su importancia en el ecosistema: si este proceso no se da, no hay alimentos.

Los cultivos nacionales, según la FAO, el año pasado registraron una baja en el servicio de polinización, producto de la alta demanda y escasa oferta de colmenas o familias de abejas, las que pueden estar formadas por hasta 20 mil insectos.

En Chile se estima que hay entre 600 mil y 800 mil colmenas, distribuidas a lo largo de todo el territorio, mientras que los agricultores -principalmente de frutas y semillas -necesitan alrededor de 1.327.070 "casas" de abejas.

"arriendo" de colmenas

Este problema ha impulsado el "arriendo de colonias" de abejas Apis mellifera, las que, sin embargo, no pueden compensar totalmente la pérdida de los polinizadores silvestres, debido a su reducida eficacia sobre algunos cultivos, o su escasez ante la demanda.

El 97,1% de las colmenas melíferas nacionales son arredandas por los dueños de plantaciones frutales, cultivos de semillas y hortalizas.

El costo del servicio varía entre $ 16 mil y $ 32 mil, con un promedio de ocho a diez colmenas por hectárea, siendo la fruticultura su principal demandante, con un promedio de inversión del 3,9%.

Cultivos de interés

El servicio de polinización significa un incremento de los costos alimentarios, especialmente de cultivos de interés para la economía nacional, como arándano, kiwi y zapallo que, según la FAO, aportan alrededor del 0,5% del PIB silvoagropecuario chileno.

Los requerimientos de abejas de las plantaciones de arándanos superan la disponibilidad, ya que necesitan entre seis y diez colmenas por hectárea en cada temporada, lo cual puede significar un egreso de entre $ 30 mil y $ 58 mil.

Por otra parte, el kiwi ha tenido un rol protagónico en la agricultura nacional durante los últimos 30 años, donde el mercado ha elevado las exigencias de calidad, razón por la cual algunos productores optaron por prescindir de las colmenas y efectuar polinización manual, mediante ramilletes de flores masculinas o el uso de atrayentes para los insectos polinizadores, entre los que figuran, aparte de las abejas, moscas, mariposas, polillas, escarabajos, picaflores, murciélagos y tisanópteros.

El zapallo es otro cultivo estratégico para Chile y las abejas, producto de su papel protagónico en la cocina nacional, así como en la cadena de valor de pequeños productores.

La polinización es uno de los factores críticos para la producción de frutos y semillas de zapallo, ya que sus flores abren por la mañana -generalmente a lo largo de un solo día -, y necesita de un alto número de insectos para una adecuada fertilización, motivo por el que son arrendados.

Endemismo

Al igual que otros países del mundo, Chile tiene como principales agentes polinizadores la abeja melífera, importada inicialmente para la explotación comercial de sus productos (miel, cera, propóleo); y el abejorro, introducido para la reproducción del tomate.

El endemismo, sin embargo, es particularmente fuerte en el territorio, registrándose un 70% del total de 424 especies de este insecto.

El resto de los agentes polinizadores registra peligros de extinción: nueve especies de mariposas, dos de picaflor y el abejorro nativo, según la FAO. Pese a esto, su mayor concentración se da entre las regiones de Coquimbo y La Araucanía.

Amenazas a los polinizadores

Los polinizadores enfrentan una serie de amenazas, como el incremento de la población humana mundial, el crecimiento económico, la globalización del comercio y los avances tecnológicos, factores que han transformado el clima, la superficie terrestre, la intensidad en el manejo, el equilibrio en los nutrientes de los ecosistemas y la distribución geográfica de las especies en todo el mundo, por lo que la Unión Europea anunció la prohibición de algunos insecticidas.