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Llegó la hora del tren

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Álvaro González Barra

Estamos en época de cambios, donde además de las transformaciones sociales ahora repensamos la manera de conectarnos a lo largo de Chile de manera rápida y sustentable. Y es ahí donde la opción del tren resurge con fuerza.

El pasado 4 de enero presentamos al Estado el proyecto de tren de alta velocidad entre Valparaíso y Santiago, con una inversión de capitales chino-chilenos por US$ 1.600 millones, sin subsidio y que conectará pasajeros y carga de ambas regiones en 45 minutos, siendo el primero de su tipo en Sudamérica.

Desde entonces el consorcio a cargo de la propuesta y el gobierno han recibido toda clase de propuestas para extender dicha red a ciudades como Concepción, Temuco, Puerto Montt e incluso al norte del país, como La Serena y Coquimbo. Ello da cuenta de la gran necesidad y anhelo de recuperar el modo ferroviario.

¿Pero, es posible? Creemos que sí, a través de La Ley General de Ferrocarriles (LGF), que es el marco regulatorio de toda la actividad ferroviaria en Chile, la cual señala que esta modalidad es una actividad empresarial, ya sea privada o pública.

La LGF permite al Estado fijar estándares de servicio que requiere una concesión de cualquier proyecto ferroviario. Es decir, tiempos de viaje, períodos de demanda, velocidad comercial, condiciones de carga, cantidad de estaciones, accesibilidad, financiamiento y garantías de fiel cumplimiento, entre otros aspectos. Incluso permite establecer las tarifas que serán reguladas para el financiamiento de la concesión, pudiendo establecer valores máximos de acuerdo a los rangos establecidos en los parámetros económico-financieros.

De este modo, el Estado cumple su rol clave en asegurar fiscalización y supervisión permanente para resguardar la buena operación del servicio a los usuarios (pasajeros y carga). Y por cierto en menor tiempo, ya que mediante la Ley de Ferrocarriles, por ejemplo, el tren Valparaíso-Santiago se podrá construir en cuatro años, mientras que por el sistema de concesiones tardaría al menos 12 años y con altos costos para el fisco en estudios técnicos (que hoy son absorbidos por el privado).

Hoy, el mayor riesgo es que la forma de nuevo mate el fondo y eso sí que tendría un costo social y económico mucho más alto para Chile.

Es tiempo de terminar con las discusiones pequeñas y artificiales, donde la atención está puesta en cuál es la burocracia que se necesita para tramitar un proyecto, en vez de fijarnos en el objetivo principal, que es revivir el modo ferroviario en todo Chile, que cuenta con un apoyo transversal y que creemos totalmente posible, con imaginación y nuevas formas de repensar desde los trazados hasta los modos de conexión con otros medios de transportes sustentables en cada región.

La invitación es para que todos se suban, de norte a sur. La hora del tren ha llegado.

"Es tiempo de terminar con las discusiones pequeñas y artificiales, donde la atención está puesta en cuál es la burocracia que se necesita para tramitar un proyecto, en vez de fijarnos en el objetivo principal, que es revivir el modo ferroviario en todo Chile""

*Gerente general de Tren Valparaíso-Santiago (TVS).

Larraín recibió "con tranquilidad" la definición del CDE por viaje a EE.UU.

DECISIÓN. La entidad desestimó seguir acciones penales por el viaje del jefe de las finanzas públicas a Harvard. "No se aprecia la existencia de un hecho con caracteres de delito", señala el documento de la sesión del 22 de mayo.
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El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo que recibió "con mucha tranquilidad" el anuncio del Consejo de Defensa del Estado (CDE), entidad que aseguró que "no se aprecia la existencia de un hecho que revista delito" por el polémico viaje que realizó a la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

"Es lo que hemos planteado siempre. En la resolución dice que no hay irregularidades desde el punto de vista de ellos, y es lo que hemos planteado. Este fue un viaje que se hizo como ministro de Estado", manifestó el secretario de Estado.

La indagación

Los antecedentes sobre el viaje del economista a Estados Unidos fueron remitidos desde la Fiscalía Centro Norte al CDE, debido a su rol como protector de los intereses del Estado y por su deber de informar cuando se está frente a "antecedentes relacionados con delitos que pudieran dar lugar a su intervención".

Pero la definición del organismo fue contundente: "no intervenir en la investigación RIT Nº 515-18 del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago, relativa al Sr. Felipe Larraín, en consideración a que, con los antecedentes correspondientes, no se aprecia la existencia de un hecho que revista caracteres de delito", indicó el CDE.

La resolución fue emitida en la sesión del 22 de mayo.

El abogado Luis Mariano Rendón presentó una querella por el presunto delito de malversación de fondos públicos en contra de Larraín por su viaje a Estados Unidos, cuyo recurso fue declarado admisible por el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

El caso

En abril pasado el ministro viajó en calidad de invitado a Boston (EE.UU.) para participar del "Alumni Day" de la Universidad de Harvard, que reúne a egresados de esa prestigiosa casa de estudios.

La polémica surgió luego que parlamentarios de oposición acusaran que el periplo había costado más de $ 5 millones, y aseguraran que había sido costeado con fondos públicos, por lo que decidieron recurrir a la Contraloría. Larraín respondió diciendo que el viaje se había realizado en su calidad de ministro, y que Harvard realizaría un reembolso.

Finalmente, el 11 de mayo, Larraín informó que tras el reembolso, se hizo un cargo por gastos a la Subsecretaría de Hacienda de $ 1.792.930. Sin embargo, el ministro decidió devolver de su bolsillo ese monto, a la espera del dictamen de Contraloría.

Defensa de larraín

En una declaración pública, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, aseguró el 11 de mayo que había hecho efectivo el reembolso a su cargo del dinero que no cubrió la organización del evento "Alumni Day 2018", de la Universidad de Harvard.

"La U. de Harvard ofreció desde un principio cubrir parte de los costos del viaje. En el día de ayer llegó el reembolso de la Universidad y con eso se pudo saber el detalle de los gastos asumidos por esta. Hoy se liquidaron los dólares y se ingresaron a la Subsecretaría de Hacienda. Con ello, el costo neto del viaje para la Subsecretaría quedó en $ 1.792.930", dijo el secretario de Estado.

En esa línea, "habiendo tenido solo hoy el detalle del costo fiscal remanente, he decidido hacer devolución del costo asumido por la Subsecretaría de Hacienda equivalente a la suma de $ 1.792.930, sujeto a las observaciones que efectúe el dictamen de la Contraloría General de la República cuando este se emita".

En esa oportunidad, Larraín dijo que "espero tranquilo el dictamen de Contraloría. También espero que podamos dejar de lado la pequeñez en la política y abocarnos todos a trabajar en beneficio de Chile".

En caso de que la Contraloría defina que el viaje fue de carácter público, el dinero ya abonado por Larraín le será devuelto. Sin embargo, si el organismo determina que fue un viaje privado, los $ 1.792.930 harán total ingreso a las arcas fiscales.

Mañana es la fecha límite que el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, tiene para responder el oficio de la Contraloría respecto de la denuncia por "falta a la probidad administrativa" presentada por diputados del Partido Socialista en su contra, luego de su polémica participación en "Alumni Day" de Harvard.

La polémica

Viaje

Invitado por la U. de Harvard, Larraín viajó a un evento de ex alumnos de ese plantel.

Calidad Tras su investidura, el plantel refrendó la invitación como secretario de Estado.

Rechazo Desde la oposición criticaron que Larraín usara fondos públicos para el pasaje y viático.

Presentación Desde el PS enviaron los antecedentes a la Contraloría, para que se refiera al caso.

Crítica Larraín rechazó las críticas y dijo que "distraen" la labor de su ministerio.

fue el monto pagado por Larraín como reembolso. La U. de Harvard devolvió parte del costo total. $ 1.792.930

de mayo fue la fecha en que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) definió no perseguir responsabilidad. 22