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ENTREVISTA. roberto ampuero, ministro de Relaciones Exteriores:

"La política exterior y de comercio tiene que llegar a las Pymes y a las regiones"

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Después de su participación este viernes en el encuentro "Socialismo, populismo y democracia" en el Centro de Estudios Internacionales UC, en Santiago, el canciller Roberto Ampuero "voló" a Valparaíso, donde le esperaban como expositor en el seminario Difusión Internacional en el Centro de Extensión Duoc UC. Ahí, dedicó parte de su tiempo a repasar los objetivos de la política exterior que pretende imprimir a su gestión.

-A Chile se le ha criticado el querer marcar diferencias y apartarse de los demás países de la región. ¿Cómo va a abordar esa imagen?

- Es importante subrayar y reconocer qué domicilio tenemos. Somos latinoamericanos y nos sentimos orgullosos de serlo. Nos inspiramos e identificamos con nuestra región y, a partir de ahí, nos proyectamos al mundo y compartimos aquello que podemos en términos de integración internacional con nuestros vecinos. Recogemos la experiencia, no somos pedagogos ni modelos de nada. Tenemos una actitud modesta, pero ponemos a disposición nuestros conocimientos en esto de haber conseguido más de 26 tratados de libre comercio.

-¿Qué rescata de la reciente visita del Presidente Sebastián Piñera a Argentina y Brasil?

- Fue notable en el sentido de un mayor acercamiento práctico, mayor avance en términos de lo que es libre mercado y facilitar los trámites. Lo que se logró con Brasil es histórico y en Chile todavía no nos damos cuenta. Se abren posibilidades plenas para llegar efectivamente a un TLC. Brasil ha sido históricamente muy proteccionista y ante nosotros cambia, y es porque ellos quieren aprovechar este impulso para acercarse a la Alianza del Pacífico.

-Sin embargo, la gente se sigue preguntando para qué nos sirven, en el día a día, estos acercamientos con los demás países.

-En Cancillería estamos trabajando para que las personas sientan el efecto de lo que son las relaciones internacionales y la política exterior. No queremos que los chilenos piensen que eso ocurre sólo en la Cancillería y en las embajadas todas empingorotadas con caballeros encorbatados que no tienen nada que ver con el resto. La política exterior sí tiene impacto en la ciudadanía en la medida que posibilita, entre otras cosas, la exportación, la atracción de inversión, la proyección de la cultura de Chile y de su gente hacia otros países y viceversa.

-En el caso de la integración latinoamericana pasa lo mismo: se habla mucho de mayor cercanía, ¿pero en la práctica qué avances concretos se evidencian?

- Queremos perfeccionar eso y le voy a dar un ejemplo. Uno toma un auto para ir a Argentina y se pasa cinco o seis horas esperando cruzar la frontera. Entonces, esto de la integración como retórica está bien, pero en la práctica no funciona. Queremos que la gente pueda decir 'a mí la política exterior me concierne y me preocupa'. Eso lo voy a subrayar, lo mismo que la presencia de la Cancillería en las regiones extremas y otras ciudades, porque tenemos la impresión de que muchas veces la política exterior y la política exterior de comercio aparece favoreciendo a grandes grupos y no es así. Esto tiene que llegar a las Pymes y a regiones.

-¿Qué lección se aprendió en términos de política exterior post La Haya y alegatos con Bolivia?

- La política exterior de Chile es mucho más que su relación con Bolivia. Yo no quiero ni voy a permitir que se bolivianice mi gestión, aunque siempre es atractivo para un canciller andar disputándose con Evo Morales. Tenemos que manifestar distancia y categoría. Lo de Bolivia es un aspecto, un carril que nos lo tomamos muy en serio, como se demostró en La Haya jurídicamente. Asumimos una defensa espléndida, pero eso no consume la política exterior de Chile.

-El Grupo de Lima va a tener una reunión el 14 de mayo en México, donde se ha dicho que Chile va a endurecer la política hacia Venezuela. ¿Qué medidas se tomarán?

- Chile ha jugado un papel activo ahí. La convicción y posición compartidas es que esto no puede ser una declaración más porque el régimen de (Nicolás) Maduro recibe y escucha a cada uno de los países que tienen peso específico de América Latina, de la Unión Europea, Estados Unidos o Canadá y simplemente empapela con esas declaraciones su despacho, hace caso omiso, se burla, las ignora y sigue oprimiendo a su pueblo. No hay país latinoamericano que no esté sufriendo los efectos de esta política nefasta de Maduro. El Grupo de Lima está interesado en que exista una declaración a otro nivel y se analicen sanciones no en contra del pueblo, pero sí de una parte de la dirigencia en Venezuela.

-¿Qué tipo de sanciones puede haber que no impacten al pueblo venezolano?

- Estamos viendo la indagación que se abrió ante la Corte Penal Internacional contra Nicolás Maduro, es un paso inicial. El régimen de Venezuela la ignora porque se diluye en algo que es un régimen integrado por mucha gente, pero esta Corte busca la responsabilidad en la persona, en este caso en Maduro. Muchos de estos dirigentes que han trabajado con él han trasladado grandes fortunas a paraísos fiscales, viajan por Europa, invierten en otros países y hay que tomar medidas.

-¿Faltó asesoría de parte del gabinete y de sus colaboradores cercanos en el nombramiento de Pablo Piñera como embajador en Argentina?

-Lo primero es decir que ya se cerró el caso de Pablo Piñera. No obstante todo el mundo conoce las altas responsabilidades que él tuvo durante los gobiernos de la Concertación como miembro de la DC, a la que ha estado vinculado más de 50 años. Esto está zanjado y el Presidente lo dijo claro. Él asumió y se hizo responsable por esa decisión.

-¿Cuánto pesa el que se haya instalado que existe nepotismo?

- La definición de nepotismo es que usted otorga cargos teniendo un poder político por razones de consanguinidad o de amistad sin considerar lo que son las trayectorias de las personas o la experiencia que tengan, esa es la definición precisa. No es el caso del gabinete del Presidente.

-¿Por qué se separó de sus funciones a Mario Artaza, exsecretario ejecutivo de la APEC, pese a los avances que había tenido en la organización de este foro mundial?

- Queríamos imponer un ritmo más ejecutivo, darle mayor peso, más tonelaje, más vínculo con lo que es el canciller y el Presidente, porque a veces es necesario el nexo y la confianza directa entre los funcionarios o ciertas autoridades para que las cosas salgan mejor y más rápido.

-No obstante, Hacienda no adjudicó el presupuesto que se había solicitado y se espera que este gobierno destine recursos de libre disposición. ¿Va a ser así?

-Ahí vea usted la importancia de tener precisamente personas que tengan un contacto tan directo, que sean capaces de subrayar la emergencia y avanzar.

-¿Cómo van a reunir los recursos, ya que se cálcula que el costo total del foro está entre US$35 millones y US$45 millones?

- El gobierno del Presidente Piñera y yo como canciller estamos plenamente conscientes de la responsabilidad que esto implica para Chile y de la oportunidad que nos ofrece como chilenos y como país ante lo que es la región más dinámica en la economía mundial. Ponemos todo nuestro empeño en que este APEC salga de la mejor forma, en eso estamos y corriendo para reunir los recursos. Pero insisto, me interesa la proyección del factor humano chileno, su cultura eso también tiene que ir vinculado. Chile es mucho más que sus exportaciones e inversiones, más que lo que hace o logra afuera o su paisaje. Somos sus personas las que hacemos el país y eso debe estar dentro de este paquete.