Un copiapino se dio vida de lujo tras clonar tarjetas virtuales
Un joven copiapino que estudia ingeniería electrónica en la Universidad de Valparaíso tenía una vida de lujos, gracias a un sistema inédito de clonación de tarjetas virtuales con el que realizó millonarias estafas a nivel internacional.
Según informó El Mercurio de Valparaíso, el estudiante de 21 años creó tarjetas de crédito virtuales (en la red, sin necesidad de contar con sus equivalentes de plástico) y mediante un sistema que conjugó números al azar y algoritmos logró que el sistema formal las reconociera como válidas y pudiera realizar millonarias compras en el comercio establecido.
Las mayoría de sus víctimas son ciudadanos extranjeros, y se transformó en el hacker más buscado del país. Lo hacía a distancia, mediante un sistema que le permitió comprarse relojes de lujos, computadores de alta gama, viajes al extranjero. El joven a sus 21 años se las ingenió para no moverse de su casa y adquirir dinero, ni siquiera vio las tarjetas de sus víctimas para clonarlas. Logró duplicar hasta cien tarjetas cada vez que operaba.
El imputado reconoció la acción luego que la PDI allanara su departamento, en el cual encontró casi $ 20 millones de pesos en efectivo, producto de la venta de especies adquiridas de esa forma y reducidas mediante su venta a terceros.
Compraba relojes por docenas, todos de marca de lujo avaluados en 400 mil pesos, en total doce de ellos. Otra docena de relojes, también tenían un costo de 500 mil pesos.
Además, había comprado celulares nuevos de alto costo, videojuegos y computadores de la última generación.
Tenía un departamento en el que vivía en Viña del Mar, el que amobló gracias a las compras millonarias.
El caso llegó a manos de la Fiscalía tras una denuncia formulada por Transbank. El imputado, además, realizaba mediante las mismas tarjetas el pago de cuentas por servicios básicos. Desde julio del año pasado, cuando habría comenzado a operar, se calcula que pudo haber efectuado más de 200 operaciones de compra y pago por un total de 30 millones de pesos. Luego de su detención, fue formalizado por el delito de uso malicioso de tarjeta de crédito, en carácter de reiterado, quedando con firma mensual y arraigo nacional. El tribunal en Valparaíso, fijó en seis meses la investigación.