Siempre los comienzos son difíciles y los problemas se resolvían sobre la marcha, lo que era traumático para quienes debían hacer uso de las principales arterias de las comunas de la región, con la finalidad de evitar los molestos tacos que ofuscan a quienes tienen prisa en llegar a sus puntos de laburo o de estudios.
De esta manera, paulatinamente se fue creando un concepto que graficara el colapso clásico de los retornos masivos de quienes salieron a vacacionar fuera de la región.
El denominado "Súper lunes" que por definición tenía un nombre más bien pomposo y casi comercial, con el correr de los años se fue transformando en una prueba para las autoridades comunales, regionales y para las fuerzas del orden público.
Esto se vio reflejado en los preparativos realizados por las autoridades comunales, que demarcaron las señaléticas como pasos de cebra y estacionamientos de los colegios en la zona, o la fiscalización mancomunada de carabineros y los inspectores fiscales de transportes a los furgones escolares y las campañas preventivas. Son sólo un botón de muestra de la seriedad creciente con la que se toman estos "Súper lunes" de marzo.
Este cambio de "switch" de las autoridades que pasaron de una cultura de reacción a una de acción, es siempre positivo, porque en la región de Atacama, los municipios, las autoridades regionales y carabineros se prepararon en un esfuerzo mancomunado, el objetivo, recibir a los miles de trabajadores y estudiantes que volverán a sus rutinas diarias en lo que será una auténtica prueba de fuego.
Ahora la responsabilidad de poner la nota al trabajo preventivo lo tendrá la ciudadanía en el curso de la presente jornada.
Esperamos que la capital regional soporte el masivo regreso de trabajadores a sus plazas de trabajo y de estudiantes a las aulas de clases y sea un día sin mayores sobresaltos.
La migración hacia Chile
L a migración hacia Chile se ha incrementado desde los noventa, y en especial desde 1995. No obstante, el 2001 representa un hito, con procesos internacionales que posicionan a Chile como uno de los principales países de destino de la migración en el concierto sudamericano: por un lado, la securitización de las fronteras en el primer mundo por la amenaza terrorista del 11-S y, por otro, la crisis económica y política del principal destino migratorio del Conosur, Argentina. Siguiendo la tendencia internacional al alza de la migración sur-sur, la migración latinoamericana a Chile se ha cuadriplicado en números absolutos desde el fin de la dictadura militar hasta hoy (INE, 2015); pero desde el año 2001 se enfatizan ciertas particularidades, como una fuerte presencia femenina, indígena y, más recientemente, afrodescendiente. Si bien estos flujos estarían marcados por motivaciones laborales, en muchos casos se trata hoy de una migración forzada por contextos de violencia social y estructural, que busca en Chile cierta estabilidad política y económica que -aparentemente- los países vecinos y los propios países de origen no estarían brindando. Sin duda, acoger de manera inclusiva a esta nueva migración representa un desafío cultural, pero sobre todo institucional y político.
La Ley de Migraciones en Chile está contenida principalmente en el Decreto Ley 1.094 del año 1975. Este Decreto Ley nace en dictadura, por lo que fue concebido bajo una lógica de seguridad nacional que, entre otras cosas, otorga excesiva discrecionalidad a la autoridad, especialmente de frontera, para el control de la entrada y salida de personas.
Hoy nuestra región de Atacama no escapa a esta realidad, y vemos que diariamente van llegando hermanos migrantes de diferentes países. Esta realidad la vemos a través de la acogida, acompañamiento pastoral y jurídico - social que realiza la Pastoral del migrante de la diócesis de Copiapó.
Esta migración que cada día es más dinámica y que en los últimos meses del año 2017 nos ha sorprendido con la llegada de nuevos migrantes de otros países, como haitianos, cuya mayor dificultad para su inserción es el idioma; venezolanos siendo un gran aporte con profesionales en distintas áreas, sobre toda en la salud; y por último, nuestros hermanos cubanos que son en su mayoría profesionales y técnicos. A no olvidar las palabras del papa en su visita a Chile "Estemos atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos inmigrantes porque no conocen el idioma o no tienen sus papeles en regla. Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias".
Jorge Alfaro
EPA, Director de la Pastoral Social del Obispado de Copiapó