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Lanzan programa en apoyo a proveedores locales

EMPRENDIMIENTO. Los beneficiarios son de las comunas de Huasco y Caldera.
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CAP Minería realizó el lanzamiento del Programa de Desarrollo de Proveedores (PDP) en las comunas de Huasco y de Caldera, con el fin de fortalecer la gestión de negocios del emprendedor local y potenciar un estándar de proveedores que aporte al desarrollo económico de las zonas en las cuales la compañía opera.

En esta oportunidad, el Programa PDP permitió invitar a la etapa de diagnóstico a pequeños empresarios locales, pertenecientes a diversos rubros como: hotelería, turismo, servicios de alimentación, aseo, transporte, entre otros; incorporando a los actuales contratistas, así como también, a otros empresarios que son parte importante del desarrollo local.

Carolina Juliá, de CAP, señaló que "como parte de nuestro Plan de Responsabilidad Social, resulta fundamental potenciar el desarrollo local y qué mejor que se haga a través de un programa que permite el desarrollo y fortalecimiento de los pequeños empresarios, entregándoles herramientas para mejorar sus estándares".

En Huasco, Alejandro Escudero, director regional de Corfo, destacó el trabajo mancomunado que, a partir del 2011, lleva realizando el Programa de Desarrollo de Proveedores para sus empresas colaboradoras en los Valles de Elqui, Huasco y Copiapó. En esta ocasión, destacó el desafío de incluir a los pequeños empresarios que son parte de la cadena económica local, siendo para ellos una gran oportunidad el poder recibir esta asesorías y acompañamiento, financiado por Corfo y la empresa minera.

Cabe mencionar que esta es la cuarta versión del PDP de Corfo, que se extiende por dos años, incluyendo una etapa de diagnóstico, donde se buscará establecer un punto inicial del negocio, conocer la brecha entre la situación actual y la situación deseada. Esta etapa termina con el diseño de un plan de trabajo para cada microempresario para dar inicio a la etapa de implementación.

Un positivo balance dejó la Fiesta Grande de La Candelaria

RELIGIÓN. Tras la procesión de despedida, que estuvo marcada por el recuerdo de los "Chinos difuntos", llega la hora de hacer la evaluación de la fiesta de la Virgen en su versión 2018.
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Rodrigo Caballero Pizarro

Cuando dieron las cinco de la tarde, sonaron las campanas del santuario de La Candelaria y ese fue el punto de partida para la procesión de despedida, en la que más de 70 bailes religiosos danzaron incansablemente por las calles aledañas al santuario de la Virgen de La Candelaria, madre de los mineros y del pueblo de Atacama. En esta instancia los fieles católicos también tuvieron la oportunidad de despedir al entrañable "chinita".

Esta fue la actividad que da por terminada la fiesta grande de la candelaria, evento que conmemora los 238 años del hallazgo de la virgen, por parte del minero Mariano Caro Inca el año 1770. La procesión de clausura estuvo marcada por el recuerdo de los chinos difuntos, personas que bailaron en procesiones de años anteriores pero que ya se fueron al encuentro del padre.

Respecto de la actividad, el rector del santuario de la candelaria, Padre Francisco Javier Medina, comentó que "el poder hoy día orar por los chinos difuntos, los integrantes de los bailes religiosos que ya han partido al encuentro del padre, nos ayuda a nosotros a mantener esta promesa de seguir adelante para seguir celebrando a la madre de los mineros y del pueblo de Atacama".

Por su parte, el obispo de Atacama, Padre Celestino Aós, señaló que "hay una realidad que es que en esta sociedad nuestra, donde somos tan dados a caer en la idolatría de la belleza de la juventud y la salud, nos vamos encontrando con la realidad de los bailes."

Además, el obispo de Copiapó indicó que "uno puede bailar cuando es joven, pero después los años pasan y el cuerpo se va debilitando y hay muchos que ya no pueden bailar, que dicen con orgullo 'yo baile, pero ya no puedo', incluso otros están enfermos, a los que rezamos también por ellos. Y hay otros que nos precedieron en la vida y en la fe y ya murieron".

En la misma línea, profundizó diciendo "entonces, nosotros sabemos que estamos unidos a ellos y ellos a nosotros por la oración, y superamos esa barrera del exitismo y de la belleza, no importa si uno está enfermo y si no puede mover los pies, pero siempre su amor a la virgen estará", expresó el Obispo Aós.

Balance

Después de 14 días de celebración, es inevitable realizar un balance del desarrollo y cumplimiento de las actividades pactadas en el cronograma. Al respecto, el Rector Medina afirmó que "son sentimientos encontrados, porque se ha cumplido la celebración con mucho cariño y con mucho amor, se ha pagado las mandas y esta candelaria grande 2018 va a terminar. Entonces estamos gozosos, alegres y contentos, porque esta fiesta ha sido un regalo nuevamente para nuestra iglesia diocesana".

El Padre rector del santuario quiso ir más allá y comentó que "la evaluación que hacemos, es que ha sido una fiesta muy alegre y gozosa en el sentido que también yo agradezco a todos los agentes pastorales que sirven gratuitamente en nuestro santuario, es su servicio a través de la atención al peregrino, son más de 26 comisiones las que se congregan, más de 200 a 300 personas que durante 14 días que hoy día estamos finalizando, porque nosotros empezamos un día antes y terminamos mañana, hoy día termina la fiesta pero nosotros mañana evaluamos para ver qué cosas tenemos que mejorar, para ofrecer a la próxima fiesta 2019".

Por su parte, el Padre Celestino expresó que "la concurrencia de fieles ha sido multitudinaria a todos los actos y es que ante la virgen no hay nada que decir, el señor nos la regalo como madre y en la historia de Atacama y de nuestro pueblo ella está siempre ahí consolando, siendo luz y llevándonos a Jesús. Y la gente expresa su amor y veneración haciendo sacrificios, porque todo lo que se haga por una madre no importa el sacrificio que cueste, si hay amor, siempre se hará".

Tradiciones y Mandas

El pago de mandas y el recuerdo de los chinos difuntos fueron las motivaciones más recurrentes de los fieles que participaron de la procesión de despedida.

Así es el caso de Henry Santander, quién lleva 22 años participando del baile árabe de Copiapó. él comentó que viene a la precesión para pagar una manda por el fundador del baile religioso en el que participa "Esta manda en especial que estoy cumpliendo, es por uno de los integrantes ya fallecidos que lamentablemente el cáncer se lo llevó, es una manda por uno a dos años. La idea era que se recuperara pero lamentablemente no lo pudo hacer así que seguimos con la tradición hasta lo que más podamos" dijo Santander.

Por otro lado, Gisela Carvajal, que baila en la diablada "Nuestra Señora de la Candelaria de Copiapó" lleva seis años participando activamente de las procesiones. Ella sostuvo que "yo metí a mi hijo chiquitito a bailar, él tenía una displasia y me decían que iba a caminar recién a los dos años y se lo presenté a la virgencita en febrero y en abril lo lleve al médico y ya no tenía nada"

Junto con pagar la manda, ella baila por los sus compañeros en la fe "por muchos compañeros que ya no están con nosotros y fueron parte de nuestras filas y nosotros bailamos para ellos también, por ellos" reflexionó la fiel religiosa.

Luis Chirino baila hace 40 años en el baile atacameño de Copiapó y mencionó que es parte de una tradición familiar de larga data, pues toda su familia forma parte del baile.

Al respecto recordó lo mencionado el llamado a recordar a los difuntos y dijo que "fue muy importante para nosotros hoy día porque tenemos tres difuntos en el baile y nos emocionaron mucho las palabras del obispo y recordarlos a esas tres personas que para nosotros aún siguen en las filas, es muy importante y muy emocionante bailar y recordarlos a ellos, yo seguiré bailando hasta que dios me lo permita".

Finalmente, la joven Catalina Palacios, manifestó que sus motivaciones van ligadas a "una promesa personal que tengo desde los dos años , me habían encontrado una enfermedad, una aneurisma, mi mama me presentó ante la virgen y dijo que si volvía a estar normal y quedaba completamente sana, yo iba a peregrinar hasta que mi fe estuviera al límite y se acabara. Afortunadamente al mes después los exámenes salieron buenos y no quedé con ninguna secuela. Desde ahí que bailo a la virgen y mi fe sigue intacta, sigue creciendo cada vez más".

Hay balances que no están al alcance de las matemáticas

Consultado por el balance de la fiesta de la candelaria de este año, el padre Celestino Aós fue categórico en sostener que "depende del criterio que tengamos para el balance, si tenemos el balance simplemente de la gente que ha participado, es asombrosamente alto. Hay otros balances que no vemos, que es el balance interior, la virgen ha derramado gracias, hay mucha gente que se confesó, que comulgó, seguramente que hay gente que se reconcilió, son esos los milagros auténticos que la virgen hace, cuando ilumina los corazones y esos balances no están al alcance de nuestras matemáticas. Esos balances se hacen cuando estemos en el otro lugar, cuando estemos ya pasadas las puertas de la muerte y cuando veamos todo lo que dios ha hecho a través de la virgen María en este santuario y en estos días".

14 días De festividad marcó las celebraciones de la Fiesta Grande de la Candelaria, que partió el 25 de enero y terminó ayer 05 de Febrero.

mil feligreses concurrieron a la procesión del domingo, la de ayer fue ligeramente menor por ser día laboral. 7

Bailes religiosos participaron de las procesiones del domingo y de ayer. Así como del resto de actividades. 70

238 años Se conmemoraron del hallazgo del minero Mariano Caro Inca, quién encontró la imagen de la Virgen tallada en piedra plana de 14 centímetros de largo.

Personas Voluntarias trabajaron incansablemente para brindar apoyo a los fieles en el santuario. 300

Comisiones se encargaron de gestionar a los voluntarios en el cumplimiento de sus labores. 26