Cerca de 100 mil personas recibieron ayer al Papa Francisco en Iquique, la última ciudad de su recorrido de cuatro días por el país. El Pontífice ofició su última misa masiva en Playa Lobito. En su trayecto hacia Iquique, el Papa casó a una emocionada pareja de tripulantes abordo del avión que lo trasladaba. Una vez terminada la liturgia matutina, Jorge Mario Bergoglio se dirigía a un almuerzo en el centro de la ciudad cuando una carabinera que iba a caballo cayó al suelo luego de que el animal golpeara al papamóvil. El vehículo se detuvo y Francisco descendió a ayudarla y a ver cómo estaba.

Una vez finalizado el encuentro con miembros del séquito papal, entre otros, el Santo Padre se dirigió al aeropuerto Diego Aracena para continuar su gira en Perú.