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Traspaso de tradiciones familiares ayuda a disminuir impulso consumista en niños

FIESTAS. Expertas en salud mental recomendaron realizar acciones sencillas en conjunto, como escribir tarjetas o preparar la cena, con tal de establecer un ambiente fuera de los objetivos materiales.
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Amanda López Macaya

El ambiente durante las fiestas como la Navidad y el Año Nuevo busca generar un sentido familiar y de unión para celebrar ambas fechas. Pero, ¿es realmente lo que se logra durante estos días? La respuesta pareciera ser que no, pues el escenario del consumismo que abunda en las calles y en las tiendas deja en claro que la importancia de lo material y de los regalos, muchas veces, puede llegar a ser más relevante que el vínculo que se puede establecer durante estas fiestas.

Así lo propuso Claudia Soto, psicóloga del programa Aprender en Familia de Fundación CAP, que planteó que los niños deberían recibir, más que regalos, una enseñanza de unión familiar y amor para estas fiestas, justamente para evitar criar a pequeños con un sentido materialista y para lograr empaparlos con tradiciones que les den un sentido mayor. "El objetivo es que los más chicos entiendan la importancia de celebrar con sentido y en familia", apuntó

A lo anterior, la psicóloga agregó que es fundamental que cada familia encuentre su propio sello para vivir las fiestas. "Hacerlo puede convertirse en un gran desafío y en una entretenida actividad para realizar todos juntos", aseguró.

Consejos prácticos

Los más pequeños ya de vacaciones, en casa, buscan entretenerse de alguna manera y las fiestas como la Navidad y el Año Nuevo se vuelven una atracción para ellos. A la vez, también puede ser un panorama para realizar actividades en familia.

Es así como la psicóloga de la Fundación CAP recomendó algunas acciones para vivir las tradiciones de estas fiestas y para inundar a los niños del significado de éstas: "Decorar la casa con las ideas de todos, que los niños fabriquen coronas, guirnaldas, estrellas para el árbol de navidad o cocinar recetas navideñas como galletas, pan de pascua e incluso la cena. Hacer a los niños partícipes, comprar juntos los ingredientes, cocinarlos, preparar la mesa, son cosas que les va a entregar un sentido mayor que sólo darles regalos o sentarlos a la mesa a comer", detalló.

Soto también recomendó que los más pequeños dibujen tarjetas navideñas, canten villancicos en Nochebuena o que se queden a pasar las "12" para el Año Nuevo para recibir los abrazos, pues son estrategias que unirán más a la familia y mientras le dejarán una enseñanza a los niños, los alejarán del ambiente del consumismo que se produce durante estas fechas. "Estas tradiciones de fin de año son una oportunidad de transmitir de generación en generación historias y actividades de cómo celebraban los padres y abuelos estas fiestas", manifestó.

Crianza responsable

Mientras algunos se enfocan en las últimas compras para la cena, los regalos y las tradiciones de año nuevo, otros buscan entregarle a los más pequeños un sentido más armónico y familiar.

Tal como lo planteó Fernanda Oyarzún, psicopedagoga y magíster en Necesidades Educativas, de la Universidad de Oxford, la crianza es una responsabilidad de los adultos, así como los valores que se le entregan a los pequeños: "Si nos movemos en un ambiente de consumismo o si decidimos consentir a los niños con todos los regalos que nos piden, vamos a lograr criar a pequeños materialistas y superficiales. La idea de las fiestas es entregarles el valor familiar".

De esta manera, Oyarzún aseguró que la inclusión de los niños en el ambiente de las fiestas es fundamental para que comprendan que no se trata sólo de elementos o cosas tangibles, sino que también de crear un vínculo y de vivir las fiestas de la forma más familiar posible.

Al mismo tiempo, la psicopedagoga hizo un llamado a los padres, y adultos en general, a criar niños responsablemente respecto a lo ya mencionado, con tal de lograr un ambiente más ameno donde lo esencial sea compartir y no sólo abrir regalos. "Los niños valorarán mucho más el ser incluídos en armar el arbolito, en ayudar a preparar la cena o simplemente en estar sentados compartiendo. Las fiestas no son sólo para que los adultos las preparen y los niños disfruten, sino que para que los más pequeños también se integren en el proceso", agregó.