Alejandro Núñez
Con bastones, "burritos", sillas de ruedas o caminando de forma lenta, pero segura del brazo de algún familiar llegaron a primera hora miles de adultos mayores hasta los locales de votación de Atacama. Fue en el Liceo Bicentenario Mercedes Fritis Mackenney de Copiapó donde se concentra un porcentaje importante del voto "longevo" y donde llegaron dos vecinas de más de 100 años para sufragar.
Las mujeres participaron por primera vez en la elección presidencial de 1952, en donde fue electo Carlos Ibáñez de Campo. En esa oportunidad, Hilda Cortés participó por primera vez y desde esa vez, nunca ha faltado a algún proceso eleccionario con sus 105 años y seis meses de vida.
Cortés llegó cerca de la una de la tarde al Liceo Bicentenario acompañada de su hija. En la entrada comentó que "desde que las mujeres pueden votar no he faltado nunca y ojalá que alcance otra más".
La vecina que nació en Antofagasta en 1912, vino a Copiapó por la crisis del salitre y una estadía que era sólo de dos meses ya se ha extendido por más de 80 años. En cuanto a la baja participación de los jóvenes, Hilda criticó que "si no vienen a votar no tienen derecho a reclamar".
"Para mí votar es tener derecho a las leyes nuevas, lo que busca favorecer al pueblo y es indispensable venir", sentenció. Su hija entre bromas describió que Hilda les hizo el pedido a todos sus familiares para que fueran a votar.
En tanto, Irma Flores con 101 años, llegó con entusiasmo al local con sus familiares, porque en su juventud fue una activa agente política. Sobre la alta abstención de los jóvenes, Irma recalcó que el rol de los padres es fundamental para inculcar la educación cívica y "en nuestros tiempos nos obligaban a ser bien chilenos".
"Hay que votar porque queda en la conciencia de uno elegir un buen Gobierno y justo", recalcó. Según comentan sus cercanos,Irma conoce a referentes políticos nacionales e incluso ex presidentes.
Larga espera
Desde primera hora e incluso antes que los mismos vocales de mesas llegó Graciela Varas al Mercedes Fritis. Junto a otras seis personas esperaron con paciencia que se constituyera la mesa para sufragar. "Yo me tuve que ir y regresar más tarde. Podrían poner gente más atenta o que quieran participar", sostuvo.
Varas con sus 89 años criticó que para los jóvenes votar cada vez significa menos. "Uno hace el voto con el afán de que pueda arreglarse algo el país", describió emocionada. En la misma fila reclamando está Margarita Mendoza de 76 años que dejó su puesto en la feria para ejercer su derechos y no estaban los vocales.
"Yo tengo mis años y aún así vengo a votar. Yo decía que si me hubiese tocado ser vocal de mesa aunque sea a la rastra igual vengo a cumplir. Yo estoy enferma porque tengo artrosis y aun así vine a votar", describió.
Eliana Romero, de 83 años, nuevamente fue la primera persona en llegar en la mesa 33 del Mercedes Fritis. La profesora es conocida entre los vocales dando que en elecciones anteriores ha ayudado a los novatos en el proceso electoral que para ella es conocido.
Por su parte Amanda Díaz con 94 años, con alegría llegó a votar al Liceo Tecnológico porque simplemente "le gusta". Además comentó que tenía su candidato definido y que "ya le tiramos la raya al viejo (entre risas)".
de la mañana fue la hora en que ya habían adultos mayores en los centros de votación para sufragar en distintos puntos de la región de Atacama. 8:15