Realizan catastro sobre los procesos de reciclaje en la región de Atacama
MEDIOAMBIENTE. En la actual legislación, son fundamentales los recicladores de base, quiénes se espera profesionalicen su oficio.
Hoy, reducir, reutilizar y reciclar son temas prioritarios en el cuidado del medio ambiente y el incremento de la sustentabilidad en niveles domésticos, institucionales e industriales.
La necesidad de maximizar la utilización de recursos y materiales es reciente, no obstante, de manera creciente es materia de atención en ámbitos económicos, sociales y políticos y culturales.
En los últimos meses, fue presentada la legislación que prohibe en el comercio el uso de bolsas plásticas en 102 comunas costeras del país, para la protección de la vida en las costas y mares.
Asimismo, en la actualidad en Chile está en desarrollo la Ley Marco para la Gestión de Residuos, Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (Ley N.º 20.920) del Ministerio del Medio Ambiente, que se encuentra en etapa de regulación de reglamentos para su definitiva implementación.
En la región de Atacama, la entidad pública en cuestión está llevando a cabo un catastro de gestores de residuos, requerido para la operatividad de la norma, que considera a productores, distribuidores, consumidores y recolectores. Es decir, contempla la sistematización de información y antecedentes para la regulación del funcionamiento de los diversos actores que participan del proceso de reciclaje.
Marcos Vivencio, jefe de operaciones Punto Eco, entidad ubicada en la como una de Copiapó, explica el proceso que realizan la mayoría de las empresas en la región. "Nos encargamos de residuos tales como papel, cartón, plástico, botellas, nylon, diario, entre otros. Compramos los recursos a los recolectores de base, lo procesamos y después lo enviamos a Santiago para su reciclaje final".
La legislación nacional, se incorpora a la impulsada en términos similares por 36 países para el establecimiento de normas en la gestión de residuos.
Lo anterior, en el marco de la Agenda de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas, que considera entre sus propuestas la producción y el consumo responsable, acción por el cambio climático y la preservación de la vida submarina y ecosistemas terrestres.
Recicladores de base
En la legislación, adquieren fundamental importancia los recicladores de base por su función en la recopilación de materiales de reciclaje.
"El papel más importante lo tiene el reciclador de base, porque si nadie hiciera el trabajo de recopilación no habría material para procesar. El reciclaje nos permite reutilizar distintos recursos, tener menos desechos y contaminación", afirmó Carolina Antequera, encargada de Reciclajes Nuevo Norte.
En Chile, los elementos considerados para su utilización son los nombrados "productores prioritarios" que son aceites lubricantes, aparatos eléctricos y electrónicos (computadores, microondas, refrigerados, entre otros), envases y embalajes (de vidrio, plástico, papel, cartón, madera y metales), neumáticos, pilas y baterías.
Debido a la transcendencia de las funciones de los recicladores de base, la actual normativa medioambiental considera la profesionalización de los trabajadores por medio de capacitaciones, a través de convenios establecidos con el Servicio Nacional de Empleo (Sence).
Oportunidad de negocio
Reciclar, brinda la posibilidad de fomentar la eficiencia en el uso de recursos, pero también
incentiva la economía a través de la posibilidad de emprender en la materia, mediante la generación de servicios y productos.
Porque, anualmente en el país se producen, sólo en el ámbito doméstico 7,4 millones toneladas de residuos, donde cada persona contribuye con 1,1 kilo y sólo el 10% es valorizado.
"El reciclaje es un nicho que se está explorando, porque es parte de los desafíos del siglo XXI, tanto como industria, en el ámbito de innovación social y en materias de emprendimiento dinámico. Es trascendental que se desarrollen iniciativas que se preocupen del reciclaje, tanto por el impacto que producen en el medio ambiente y como una oportunidad de negocio, porque generan un cambio cultural en el uso y proceso de materias" comentó Alejandra Tapia, directora de Chrysalis Atacama, Incubadora de Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
En la entidad, desde el 2015 se desarrollan proyectos de reciclaje que, de acuerdo a la institución, demuestran el interés de la comunidad en la reutilización de recursos. Asimismo, recientemente en la última convocatoria de proyectos de la Incubadora de Negocios Chrysalis, 25% pertenece a ámbitos ecológicos, de reciclaje y reutilización de recursos, que se encuentran actualmente en proceso de investigación, certificación de la iniciativa o en la etapa de idea.
Comunidad
En un ámbito distinto, en la región de Atacama la reducción, reutilización y reciclaje de recursos es considerada en el beneficio de iniciativas sociales y de aporte a la comunidad.
Así, la Fundación Cáritas Diocesana de Copiapó desde hace más de una década lleva a cabo la Campaña de Reciclaje "Tu Papel es Ayudar", que tiene como objetivo ayudar a descontaminar el medio ambiente y recolectar materiales para reunir recursos que son dirigidos a personas en contexto de vulnerabilidad social y económica.
"Todo lo que se recolecta en nuestras campañas se traduce en ayuda social para programas de adultos mayores y personas en situación de vulnerabilidad, donde se les entregan alimentos, pañales y medicamentos" indicó Carolina Rojas, directora ejecutiva de Fundación Caritas Diocesana Copiapó.
La entidad social recibe donaciones de servicios públicos, empresas y establecimientos educacionales, donde destacan las contribuciones del Hospital San José del Carmen de Copiapó, que forma parte de un Sistema de Gestión Ambiental en la región.
"Es fundamental que se desarrollen iniciativas de reciclaje, tanto por el impacto en el medio ambiente, como una oportunidad de negocio, porque generar un cambio cultural en el uso y procesos de materias".
Alejandra Tapia, Directora de Chrysalis Atacama"
7,4 millones de toneladas de residuos se producen al año a nivel doméstico en Chile.
1,1 kilos de residuos produce cada persona anualmente.