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María José Cumplido escribió un libro con 9 biografías

En resumen

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-¿Quién es María Antonia Palacios y cómo llegaste a su historia?

-Fue una esclava negra que vivió en el siglo XVIII. Trabajó como empleada doméstica en la casa de la familia Palacios y allí aprendió música. Con esos conocimientos transcribió, y probablemente también compuso música, y nos legó el llamado "Libro Sesto", un libro de partituras fundamental para conocer qué se escuchaba en la Colonia. Llegué a ella porque hace unos años Cecilia Astudillo, jefa del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional, lo digitalizó y me contó la historia, que me pareció increíble.

-¿Qué le provocó a Chile que su historia haya sido relatada durante 100 años por hombres?

-Hizo que las mujeres no nos enteráramos de nuestras propias historias. ¿Cuál es la historia del acoso sexual por ejemplo? Hay muchas mujeres que a principios del siglo XX escribieron sobre esto. Y uno se viene enterando recién en 2017. ¿Por qué nuestros "héroes" patrios son casi sólo militares? ¿Participaron en algo que mejoró la vida de las mujeres? En general no, y al contrario. Pienso que es importante leer más a mujeres analizando nuestra historia. Esa perspectiva es mucho más interesante para nosotras hoy.

-¿Qué tan mal ha tratado Chile a sus mujeres?

-Horrible. Pero es la historia de la humanidad. A las mujeres se les ha quemado, golpeado, violado, asesinado a lo largo de toda la historia. Chile es parte de eso. Pero hoy ha resurgido con mucha fuerza un feminismo preocupado justamente de la violencia. Estamos hoy atentos a mirar los abusos y acosos sexuales, los femicidios, la violencia intrafamiliar. Eso es bueno, porque fueron temas súper silenciados durante cientos de años. Hoy nos horrorizan y eso muestra que se está avanzando. Y vamos por más.

maría josé cumplido es licenciada en historia de la universidad católica de chile.

3 preguntas

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María José Cumplido, licenciada en historia y editora de Historia y Ciencias Sociales en Memoria Chilena, la web de la Bobliteca Nacional, es la autora de "Chilenas" (Sudamericana), un libro que rescata biografías de nueve grandes mujeres, como Javiera Carrera, Eloísa Díaz y Elena Caffarena.

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Lorena Palavecino/Penguin Random House

"Stranger things": un banquete de nostalgia

La segunda temporada llegó esta semana a Netflix y el fanatismo explotó una vez más. Un emblemático actor de "Los Goonies", nuevas referencias al cine de los 80 y una mayor dosis de oscuridad, potencian la fórmula.
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No viene al caso analizar aquí las razones del avasallador éxito de "Stranger things", pero no podemos ignorar dos factores que la favorecen: el aval de Netflix (aunque la serie más cara de la compañía, "The get down", dirigida por Baz Lurhmann, no tuvo éxito) y las referencias continuas a ciertas películas ochenteras que calaron hondo en la infancia de los espectadores que ahora tienen entre 40 y 50 años de edad. Gracias al revival de los códigos estéticos de esos años (por directores como J.J. Abrams o Nicolas Winding Refn), la apuesta ha sido capaz también de convocar a una audiencia más joven. Digamos que "Stranger things" -ambientada en los años de Ronald Reagan- no lanzó la primera piedra sino que se colgó de una industria de la nostalgia que ya veía operando en el mundo de la televisión, el cine, la música y la moda.

En este segundo ciclo, sin embargo, los guiños al cine fantástico de hace 30 años parecen aún más forzados. Uno de ellos es la incorporación al elenco de Sean Astin ("Los Goonies", 1985) como el novio nerd de Joyce Byers (Winona Ryder). Hay otros nuevos secundarios que se suman como una niña nueva que se integra a la pandilla y su hermano adolescente, diseñado al estilo de los galanes rebeldes de la época como Michael (Jason Patric), de "Generación perdida" (1987).

A todo esto agreguemos un monstruo doméstico adoptado por Dustin ("Critters", 1986; "Gremlins", 1984), revelaciones sobre el origen de Eleven (Millie Bobby Brown, estrella indiscutible de la serie), insistencias sobre la maldad de los científicos (los mayores enemigos de "E.T.", de 1982), un mayor grado de oscuridad a la hora de incursionar en la "otra dimensión" y una nueva carga de expresiones faciales de parte de la sobreactuada Winona Ryder.

Lo mejor de "Stranger things", no obstante, sigue siendo su factura, la forma en que replica los 80 desde la era de la alta definición gracias a un minucioso trabajo de arte. También las atmósferas musicales sintetizadas logradas por Kyle Dixon y Michael Stein, además de un desfile de objetos -de bicicletas BMX a chaquetas "Members Only"- que componen una suerte de catálogo extinto que ya no encontramos en el mercado.

Ahora bien, no es fácil escribir sobre una temporada completa sin spoilear. Solo diremos que la estrategia de maximizar elementos (personajes, subtramas, efectos) atenta contra lo más interesante que tenía el primer ciclo: la historia de un grupo de amigos enfrentados a lo sobrenatural. Ese elogio a la amistad, que encontrábamos en la obra de Steven Spielberg o en la inolvidable "Cuenta conmigo" (1986), es lo que hacía que esas películas nos resultaran tan entrañables. Podíamos identificarnos con esas historias de suburbios, imaginarnos como héroes de una gran amenaza, renovar la camaradería de la infancia a través del cine. Lo fantástico parecía formar parte de nuestras vidas.

"Stranger things" se volvió más sofisticada, pero se olvidó de lo que la hacía encantadora.

"Stranger things" sumó a sean austin ("los goonies") como novio de joyce byers (winona RYDER).

los hermanos duffer.


en resumen

Los hermanos Matt y Ross Duffer, creadores de "Stranger things", que habrá una tercera temporada. Son escritores, guionistas y su ópera prima fue el thriller "Escondido" (2015).

Por Andrés Nazarala R

jackson lee davis/netflix