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El cerebro de las mujeres recompensa con más intensidad la generosidad

EXPERIMENTO. El de los hombres, en cambio, premia más las actividades egoístas. Los expertos advierten que esto estaría ligado al aprendizaje.
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Carolina Collins/Agencias

El género sí tendría incidencia en actitudes humanas como el altruismo. Las mujeres tienden a compartir más que los hombres debido a que su centro de recompensa en el cerebro se activa de forma más intensa. Así lo estableció una investigación de un equipo de neurólogos de la Universidad de Zurich, en Suiza, que publicó la revista "Nature Human Behaviour".

Para llegar a esta conclusión, los expertos a cargo de la investigación hicieron pruebas en las que bloquearon la actividad del centro de recompensas del cerebro a través de un medicamento, partiendo de la base de que los comportamientos de género son algo marcado por la sociedad y no necesariamente algo determinado biológicamente.

Pruebas

Así fue que el académico del Departamento de Economía de la casa de estudios helvética, Alexander Soutschek, junto a su equipo, realizó un test de comportamiento a 21 hombres y 19 mujeres mientras se les practicaba una resonancia magnética.

Durante la prueba, los participantes tenían que decidir si preferían quedarse con una gran suma de dinero o compartir una suma más pequeña con otra persona anónima. Una actitud que podría ser comprendida como altruista o generosa.

En esta prueba, tanto mujeres como hombres, cobraban el monto. Estudios anteriores ya habían dado como resultado que las mujeres solían optar con más frecuencia por compartir que los hombres.

Diferencias entre ambos

Durante la prueba de este experimento, los neurólogos investigaron la actividad del cuerpo estriado del cerebro, responsable de las valoraciones y compensaciones y que se activa con cada decisión.

Éste enviaba sentimientos positivos liberando hormonas como las endorfinas. En el caso de las mujeres, el cuerpo estriado se activaba de manera especial cuando optaban por compartir, señalaron los investigadores. En el caso de los hombres, en cambio, se activaba más cuando tomaban una decisión egoísta.

Cambio de resultado

Para contrastar los resultados, el equipo realizó la misma prueba con otros 65 participantes, pero sin "escanear" el cerebro. El objetivo era comprobar si el comportamiento cambiaba al inhibir la actividad del cuerpo estriado mediante un medicamento.

De esta manera, la mitad del grupo recibió Amisulpride, un medicamento que inhibe la dopamina (un neurotransmisor encargado de activar el sistema de recompensas), y la otra mitad, un placebo. Entre estos últimos, el 51% de las mujeres optó por compartir el dinero, mientras que en el primero siguieron haciéndolo un 45%.

En el caso de los hombres, el comportamiento social mejoró con el medicamento inhibidor: cuando se les administró un 44% decidió compartir, mientras que, sin el compuesto, un 40% lo hizo.

En general, los científicos observaron que todos los participantes en el experimento estaban más dispuestos a compartir si recibían la información de que la persona anónima les era conocida.

Conclusiones

De este modo, los investigadores demostraron por primera vez neurológicamente que el cerebro masculino recompensa las actividades egoístas, mientras que el femenino se activa más con las opciones más sociales.

No obstante, según los expertos, esto está estrechamente ligado a procesos de aprendizaje. "Las mujeres aprenden a esperar una recompensa por ser más favorables a lo social que por actuar de forma egoísta", señalaron.

Según Soutschek, la diferencia de género que se observó en el estudio se explicaría sobre todo "mediante los diferentes valores culturales de hombres y mujeres". Con todo, este mecanismo de recompensa puede generar adicción por repetición. Según qué comportamiento se repita, sus consecuencias pueden ser negativas, como sucede con la ludopatía o la adicción a las drogas.

La generosidad es la clave de la felicidad

Un estudio publicado en septiembre pasado por la revista "Nature Communications", aseguró que ser generoso con los demás podría ser la clave para alcanzar la felicidad y que esto, a su vez, se traduce en mayor bienestar. A través de un experimento del que fueron parte 50 personas, el equipo de la misma Universidad de Zurich comprobó que los participantes se sentían más felices cuando gastaban dinero en otras personas que cuando recibían un regalo.

hombres y 19 mujeres participaron en la primera prueba que realizaron los expertos de la U. de Zurich. 21

participantes fueron parte de una segunda prueba para contrastar los resultados de la primera. 65

de los hombres sin inhibidor de dopamina compartió el dinero, mientras que 45% de las mujeres lo hicieron. 40%

El Hambre subió en américa latina y obesidad mata más que el narcotráfico

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El hambre aumentó un 6 % en América Latina y el Caribe, en 2016, después de casi una década de avances, mientras que la obesidad y el sobrepeso siguen al alza en la región y se ha reportado que provocan más muertes que el narcotráfico y el crimen organizado, advirtió ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Después de nueve años de mejoras progresivas, el número de personas que padecen hambre se incrementó en 2,5 millones en 2016 respecto del año anterior y alcanzó los 42,5 millones.

Informe de la fao

Las cifras forman parte del informe "Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2017", elaborado junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"Vamos por mal camino. La región ha dado un paso atrás importante en una lucha que venía ganando. No podemos tolerar los niveles actuales de hambre y la obesidad, ya que paralizará a toda una generación de latinoamericanos y caribeños", señaló el representante regional de la FAO, Julio Berdegué, al presentar el alarmante informe.

Si bien los niveles de hambre siguen siendo bajos en América Latina y el Caribe, en comparación con otras regiones del mundo, hay señales de que la situación se está deteriorando, especialmente en Sudamérica, donde el hambre creció desde un 5% en 2015 a un 5,6% en 2016.

En Mesoamérica la desnutrición afectó al 6,5% de la población en 2016 y en el Caribe al 17,7%, la subregión con el porcentaje más elevado pese a que el año pasado el hambre no aumentó.

Por países, los datos confirman la heterogeneidad que existe en la región, con un primer grupo formado por Brasil, Cuba y Uruguay donde el hambre es inferior a 2,5%, señaló la FAO. Los siguen países como Argentina; Barbados; Chile; México y Trinidad y Tabago, con tasas igual o inferiores a 5%.

Hay un grupo de varios países que presentan porcentajes de desnutrición superiores a 20%, como Antigua y Barbuda; Bolivia y Granada.

Haití es el país con los índices más altos de hambre, un problema que afecta a casi el 47% de su población, equivalente a cinco millones de haitianos, dos tercios de todos los hambrientos del Caribe.

El sobrepeso y la obesidad, indicó la FAO, también constituyen un "problema desbocado" en la región y las enfermedades asociadas a esta situación como la hipertensión y la diabetes se han convertido en la principal causa de muerte.

de la población haitiana sufre de hambre. La cifra equivale a cinco millones de habitantes de ese país. 47%