"Texas está sanando rápido gracias a grandes hombres y mujeres que han estado trabajando muy duro. Pero queda mucho por hacer", escribió ayer Donald Trump, el Presidente de EE.UU., con respecto a los devastadores efectos que dejó el huracán "Harvey", cuyas lluvias van disminuyendo en intensidad pero siguen provocando inundaciones, dando a entender que lo peor pasó.

A pesar de esto, las cifras de muertos y damnificados sigue en aumento. Ayer se confirmó que al menos 46 personas fallecieron producto de las lluvias, mientras que el total de desplazados asciende a 103 mil sólo en Texas. Con respecto a las viviendas, 37 mil quedaron con daños graves y casi 7 mil fueron destruidas. Fuera del conteo quedaron varias miles de casas con daños menores.

De todas formas, ya son varios los habitantes de este estado que están volviendo a sus hogares para evaluar daños y, eventualmente, rehacer su vida.

Con respecto a la recuperación de los daños, la Casa Blanca está preparando un paquete inicial de US$ 5.900 millones en ayuda a las víctimas, lo que representa un anticipo para asegurar que los esfuerzos de recuperación en las próximas semanas estén adecuadamente financiados.

Esta propuesta, que se está finalizando en espera de las consultas con algunos republicanos clave, probablemente sea sólo una fracción de un eventual paquete de recuperación que podría competir con la ayuda financiada por los contribuyentes para las víctimas del huracán "Katrina", ocurrido el 2005.