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Experto en educación: "La curiosidad de los niños no debe morir"

COLEGIO. César Bona fue nominado al "Nobel de los profesores", el Global Teacher Prize, y afirmó que es necesario "recordar la esencia" de los niños.
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Redacción

El profesor español y licenciado en filología inglesa, César Bona, se hizo conocido hace dos años por su nominación al Global Teacher Prize, reconocimiento conocido popularmente como el "Nobel de los docentes", y esta semana estuvo de visita en Argentina para compartir sus experiencias en la sala de clases, donde afirmó que una de las claves de la enseñanza es que "la curiosidad de los niños no debe morir en el colegio".

El experto en innovación pedagógica defendió que no hay un único método en la educación, más allá de escuchar -una palabra que repite constantemente, a los niños y "recordar su esencia", según consignó la agencia de noticias Efe.

"Esa curiosidad que está implícita en ellos, esa creatividad, esa ilusión", enumeró con emoción, "no deben morir en la escuela, deben ser incluso aumentadas".

Después de años dedicado a sus alumnos, el docente aseguró que también se puede aprender "muchísimo" de ellos y se mostró "afortunado" de poder sentir que "sigue siendo aquel niño" que fue.

"Lo que para muchos adultos son trivialidades, para un niño, o para alguien que todavía sigue siéndolo, pueden ser hechos maravillosos", el pedagogo de 44 años durante su estadía en Buenos Aires.

Sentirse queridos

Bona cuenta entre sus méritos el reducir el absentismo escolar de niños en riesgo social, gracias a clases de flamenco que impartían ellos mismos, un trabajo que fue posible porque "todos los seres humanos queremos sentirnos queridos, escuchados y útiles", opinó.

El profesor señaló como uno de los principales retos el "trabajo en equipo" que deben llevar a cabo padres, profesores e incluso alumnos, derribando el "muro invisible" entre escuela y familia, ya que esta última es "el primer órgano educativo".

Vocación

César Bona contó que al principio sentía que no tenía vocación para la enseñanza, y que recién la descubrió cuando ya era profesor: "Para ganarte la vida mandas currículums y un día te encuentras rodeado de niños. Ese día descubrí que eso era lo que más me gustaba hacer". Luego agregó que tuvo suerte, "pero los chicos también", porque encontraron en él a alguien "al que le apasiona su trabajo".

El docente afirmó que en su oficio hay "algunos muy buenos" y otros "que tienen que replantearse la profesión", y admitió que hay profesores que marcaron su infancia: "El maestro de castellano me hizo amar la lengua, pero la maestra de matemáticas me hizo odiarlas".

"Siempre he pensado que depende tanto de un maestro que uno ame lo que ve", reflexionó Bona, consciente de intentar ser un "ejemplo cada día" para los niños.

Las notas

El oriundo de Aragón también fue crítico con los modelos educativos que fomentan la competitividad y el éxito, entendido como "sacar más nota que otros", y opinó que "nos equivocamos si pensamos que el fin de la escuela es crear seres empleables: lo que tenemos que educar son seres íntegros".

A juicio del profesional, esto pasa también por la importancia social de la carrera docente: "Si realmente creemos que desde la escuela se puede hacer una sociedad mejor, también la sociedad tiene que aprender a valorar la escuela".

"En España si quieres cambiar algo no pueden hacerlo políticos que no saben cómo funciona la educación", aseveró el profesor, agregando que ningún modelo puede ser extrapolable a otro contexto: "Todo el mundo mira hacia Finlandia, pero es curioso que nadie trae nada de Finlandia hasta aquí".

Bibliografía de un docente de excelencia

"El cuarto hocico"

César Bona publicó en 2013 el libro "El cuarto hocico: de cómo doce niños y un maestro buscaron cambiar el mundo", sobre la convivencia con animales.

"La nueva educación"

En el libro "La nueva educación" el profesor explicó la forma de transmitir a sus alumnos valores como la empatía, sensibilidad y resiliencia.

Autoestima infantil

Bona recomendó, en una charla realizada en la Universidad Católica, que no se debe olvidar el propósito final de la enseñanza: "para aplicarlo en la vida real. El currículum suele ser muy largo, y cuando se reforma, (...) deja menos espacio para formar seres humanos integrales". "Decir a un niño "no sirves para esto" es condenarlo al fracaso. "Las palabras que damos a los niños se quedan siempre allí. Los maestros podemos hacer crecer o disminuir la autoestima".

"Las escuelas que

cambian al mundo" es el texto más reciente, editado el año pasado. Ahí Bona cuenta su experiencia pedagógica en el mundo rural español.

Encuentran cerca de 150 cartas inéditas del matemático Alan Turing, escondidas en la universidad de manchester

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Una colección de casi 150 cartas del matemático británico Alan Turing (1912-1954), famoso por inventar el primer computador y descifrar los códigos nazis que permitió la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, fue encontrada en un antiguo mueble de la Universidad de Manchester, en Inglaterra.

La correspondencia no desvela demasiado sobre la vida personal de Turing, informó el diario local "The Observer", sino que se refiere a Estados Unidos y a su trabajo en la casa de estudios.

"No me gustaría hacer el viaje y detesto EE.UU.", escribió en una misiva Turing, cuya carrera terminó súbitamente tras ser procesado en el Reino Unido por su homosexualidad, en los años 50.

El destinatario de sus palabras era el físico Donald Mackay, del King's College de Londres, en respuesta a una invitación para asistir a una conferencia en EE.UU. en abril de 1953.

La colección descubierta corresponde al periodo entre 1949 y 1954, y fue hallada por casualidad por el académico Jim Miles, en un mueble de la universidad mientras limpiaba unos viejos archivos.

Turing fue subdirector del área de informática de Manchester desde 1948 hasta principios de los cincuenta.

El científico es considerado el padre de la informática moderna y trabajó para descifrar el código nazi de la máquina Enigma.

Máquinas pensantes

El profesor Miles dijo que le sorprendió encontrar estas cartas, guardadas en un papel de archivo de color rojo.

"Cundo primero las vi, pensé: 'no puede ser lo que creo que es' pero en una rápida inspección vi que era un archivo de viejas cartas y correspondencia de Alan Turing", añadió el experto en informática.

"Estaba asombrado de que una cosa así hubiera permanecido fuera de la vista durante tanto tiempo. Nadie que trabaje ahora en la escuela o en la universidad sabía de su existencia. Realmente ha sido un estimulante hallazgo y es un misterio por qué fue archivado", dijo el catedrático.

En la colección descubierta figura, además, un borrador de un programa de radio para la BBC sobre la inteligencia artificial, titulado "¿Las máquinas pueden pensar?", escrito durante julio de 1951.