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Temor y desconfianza: Así viven los vecinos de Tierra Amarilla

RELATO. La nueva tragedia que afectó a la comuna dejó en evidencia lo impredecible del clima y lo expuestos que están a la muerte.
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Nicolás Hinojosa Jorquera

El pasado 13 de mayo, los atacameños volvieron a revivir la que fue quizás una de las peores pesadillas de la región. El barro y el agua volvió a correr por las calles creando verdaderos ríos, que arrasaron con todo a su paso.

Nuevamente, la población veía con impotencia como el agua destruía lo que desde hace tan solo dos años habían logrado recuperar. Camas, refrigeradores, ropa, e incluso casas eran arrastradas una vez más por el lodo y el agua.

En medio de esto una vez más Tierra Amarilla, particularmente los sectores de Algarrobo, Cancha de Carrera y Punta de Cobre, se convirtieron en el epicentro de una nueva tragedia.

Miedo

El escaso tiempo transcurrido entre ambos aluviones, ha provocado que los vecinos de estos sectores vivan en un permanente estado de alerta que se refleja en que en muchos casos mantienen permanentemente, junto a la puerta de acceso, bolsos con ropa y enseres básicos a la espera de una nueva emergencia.

"Estamos asustados", es una de las frases que más suena en la conversación con los vecinos y es que cuando "dicen que va a llover, se forma como paranoia porque uno no sabe si sigue acá, si guarda sus bolsos, si tiene que guardar los bolsos para irse. Anuncian lluvias y nosotros ahí estamos, no sabemos si arrancar o quedarnos", comentó Hilda Rojas, vecina del sector Algarrobo.

En esa misma zona, unos metros más abajo una cocina a leña y unas carpas. Allí viven hace dos semanas dos mujeres quienes han debido abandonar sus hogares producto de los daños y el temor.

Así, establecieron sus improvisadas viviendas en altura, para evitar que las crecidas del río las afecten nuevamente. Una de ellas comenta "estamos viviendo en carpita y pensando en quien nos va a venir a buscar y que lo poco y nada que nos han dado lo vamos a volver a perder (...) y se nubla y empezamos 'pucha pa donde vamos a tirar las cosas'", destacó Mireya Villaroel.

Asimismo, la presidenta de la junta de vecinos Rufina Castillo comentó que los pobladores se mantienen un estado de estrés constante y recordó que "hace dos días anunciaron algo de que iba a haber un frente de mal tiempo, pero la información la entregaron mal, era como la que lleva el correo de las brujas. Entonces resulta que los vecinos que tenían vehículo se fueron del lugar", comentó la dirigenta.

Un sentir que según comentaron los pobladores, se acrecentará con el aumento de probabilidad de precipitaciones , debido a que el invierno recién está comenzando y aún no cuentan con medidas provisorias para enfrentar una nueva jornada de lluvias.

"Abandono"

Impulsados por el temor, y por el precario estado en que se encuentran las viviendas, muchos pobladores han optado por dejar sus hogares.

Por estos días, al caminar por el sector apenas asoman un par de vecinos. A lo lejos, mezclado con el ruido de las máquinas que aún remueven el lodo, una solitaria escoba se dejaba escuchar, mientras eliminaba los rastros del barro.

Una soledad que, según los vecinos del sector se debe a que muchos de ellos han decidido trasladarse hacia viviendas de familiares y amigos, que habitan en sectores como Nantoco, aunque destacan que la mayoría vuelve esporádicamente a limpiar y vigilar las pocas cosas que lograron salvar.

Escenario que se evidencia en la relación entre vecinos que "cambia harto porque hay gente que ha tratado de limpiar sus casas pero por lo mismo que le decía. Hay que tratar de estar en el lugar para que no le roben", destacó Rufina Castillo.

Desconfianza

Sin embargo, a juicio de los vecinos existe un solo responsable de que nuevamente estén en esta situación.

Según comentaron, la entrada del agua a sus viviendas se explica debido a las obras que realizó el Ministerio de Obras Públicas, en el lecho del río. Esto debido a que "a nosotros nos eliminaron el canal, lo entubaron, y toda esa agua que iba por el canal antiguamente, esa agua se nos viene ahora a las casas", destacó Hilda Rojas.

A esa intervención, se suma la construcción de gaviones, que buscaban evitar el impacto de las aguas del río, aunque fueron superadas por la fuerza del río el pasado 13 de mayo.

En esa línea, los vecinos hoy viven con desconfiaza hacia las obras que se puedan hacer en el sector debido a que "yo estoy 100% convencida de que a lo que nosotros nos pasa es por culpa de la construcción que ha hecho el gobierno", sentenció Rojas.

Por su parte, la presidenta de la junta de vecinos, Rufina Castillo destacó que las obras "se hicieron mal, están mal hechas, por eso se produce el desborde también hacia la calle y se ven afectadas las viviendas".

Castillo destacó que esta nueva tragedia que los afectó provoca una pérdida de "confianza en el Gobierno, entonces si el gobierno me dice a mi 'sabe que, le vamos a hacer otra obra de mitigación', ya no tengo confianza en el trabajo que están haciendo. O sea, si no lo hicieron bien la primera vez, nadie me garantiza que lo van a hacer la segunda vez".

Reubicación

Este nuevo evento climático ha puesto en evidencia el riesgo en que habitan estos pobladores, por lo que se ha hablado sobre la opción del traslado.

Sin embargo y pese al miedo con el que hoy conviven, los pobladores aseguran estar desconfiados respecto a los ofrecimientos que el Gobierno ha propuesto. Impulsado principalmente a la falta de garantías, respecto a las condiciones habitacionales, el espacio y el dinero que se les cancelaría.

No obstante aquello, los pobladores son conscientes de la necesidad de ser reubicados, debido a las carencias que presentan las medidas de mitigación.

Falta de ayuda

Los vecinos del sector acusan abandono de parte del alcalde de la comuna, Osvaldo Delgado quien, según comentan, no ha entregado la asistencia necesaria.

Por otro lado, los pobladores agradecen la colaboración entregada por el Ejército y el Gobierno.

se mantienen en la comuna de Tierra Amarilla según el último reporte de la Onemi.

en la comuna de Tierra Amarilla, es el saldo que maneja la Onemi según el último reporte publicado.

Salud entregó kits de emergencia

AYUDA. Autoridad sanitaria llegó a Tierra Amarilla.
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En medio de un operativo que contempló la participación de jóvenes voluntarios de la Universidad Santo Tomás de Copiapó, personal del Ejército y funcionarios de la Seremi de Salud -entre estos el seremi Pedro Lagos- fueron entregados 200 kits de emergencia a vecinos de la comuna de Tierra Amarilla y de sus localidades aledañas, quienes fueron afectados por el evento ocurrido hace algunas semanas.

Según la autoridad sanitaria, la entrega de este aporte por parte del Gobierno, responde a una contribución que se hace con el objetivo de enfrentar los diversos riesgos sanitarios que han proliferado en torno a la emergencia. El kit de ayuda contempla productos de limpieza y sanidad, como gel lavalozas, cloro, guantes de nitrilo y mascarillas, entre otros productos.

El despliegue de la autoridad partió en el sector Cancha Carrera de Carrera, para continuar en la localidad de Hornitos. Los pobladores aprovecharon el vacunatorio móvil que también participó del operativo, y que puso a disposición de los vecinos, la vacuna contra la influenza.

El seremi Pedro Lagos se mostró satisfecho con los resultados de la iniciativa e indicó que la intención del gobierno es también transmitir cercanía con la población afectada.

En la ocasión, los profesionales que formaron parte de la atención, pudieron responder a las dudas e inquietudes manifestadas por la comunidad.

De igual forma, la autoridad sanitaria manifestó que una de las prioridades del ministerio es poner atención y atender las problemáticas de salud, ligadas a los aspectos emocionales de las personas que, en contextos como estos, tienen más probabilidad de manifestarse.

Cabe señalar que, en los próximos días y semanas, el seremi de Salud continuará entregando estos kits de emergencia, en el resto de las comunas y localidades sacudidas por las lluvias. Se contempla, además, la masificación de una serie de programas de salud, que apuntan a dar respuesta a las diversas problemáticas que emergieron como consecuencia de la naturaleza.