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Museos, archivos y bibliotecas abren sus puertas en el Día del Patrimonio

CULTURA. En su versión 17, el evento se realizará mañana en todo el país con una cifra récord de actividades. En total habrá 1.040 opciones.
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Con una cantidad récord de actividades a lo largo de todo el país, mañana se celebrará una nueva versión del Día del Patrimonio, en el que los museos, archivos y bibliotecas de la Dibam abrirán sus puertas al público para ofrecer recorridos, exposiciones, manifestaciones artísticas y juegos.

En total habrá 1.040 opciones para celebrar el Día del Patrimonio, cifra que supera en un 20% a las disponibles el año pasado, cuando fueron 865.

Entre las diversas actividades que se realizarán en el marco del evento que cumple 17 años desde su debut en 2000, destaca la apertura de las embajadas chilenas ubicadas en Estados Unidos, Francia, Italia, Brasil y Argentina.

A ello se suman caminatas y bici paseos patrimoniales, trekking a santuarios de la naturaleza, visitas a los parques nacionales, charlas, talleres, múltiples manifestaciones ciudadanas que incorporaron juegos como el luche, la rayuela, las bolitas, la pichanga, picnics al aire libre y 13 competencias denominadas "Patrimoniatlones" a lo largo del país.

Esta última es organizada por el Injuv, y en ella los jóvenes están convocados a buscar pistas por la ciudad. Quien llegue primero junto a sus amigos a una meta, ganará un viaje a un sitio patrimonial como Sewell o las Capillas de Mármol.

El juego en el centro

"Este año hemos querido volver nuestra mirada al juego y los deportes como ritos colectivos que nos han convocado por generaciones y cuya huella ha perdurado entre nosotros y que, desde luego, forman parte de nuestro patrimonio", explicó Ángel Cabeza, Director de la Dibam y vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).

El detalle de todas las actividades se encuentran disponibles en la web www.diadelpatrimonio.cl, donde se puede realizar una búsqueda por región y tipo de actividades. También se encuentran en la aplicación móvil DíaPatrimonio.

El Día del Patrimonio Cultural se instituyó por decreto el 2000 y se estableció el último domingo de mayo como día para su celebración.

"Twin Peaks" sigue fascinando, tras su esperado regreso 26 años después

CABLE. Esta semana, Netflix estrenó las dos primeras partes de la tercera entrega de la serie de David Lynch.
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Amelia Carvallo

No pocos sintieron un gran alivio tras haber visto los primeros cuatro capítulos de la serie televisiva con que ha vuelto al ruedo el siempre desconcertante David Lynch. "Twin Peaks: The Return" dejó en su audiencia, y en la crítica, la sensación de que tendremos una temporada de fascinación y perplejidad que seguro seguirá resonando tras el fin de la ficción, a comienzos del próximo septiembre.

Ese es el lapso que sostiene los 18 capítulos que ha prometido la serie, una progresión donde se irá tejiendo un abigarrado tapiz por el que desfilarán más de 200 personajes, irreales y cotidianos, de esos que suelen aparecer en los relatos de este director estadounidense, nacido en Montana hace ya 71 años.

Al aire desde el pasado domingo por la señal Showtime, según la consultora Nielsen capturó en su debut a un poco más de medio millón de espectadores, ni cerca de los 34 millones que conquistó en la primavera de 1990 cuando se emitió por primera vez por el canal ABC. Con el paso de los días ha sumado a cerca de un millón de espectadores gracias al streaming y las repeticiones, dato que tiene tranquila a Showtime, que de seguro apuesta a sus resonancias posteriores.

Créditos

Como buen producto de culto que es, apenas se supo que el protagonista de la serie -el agente especial Dale Cooper (Kyle McLachlan)- volvería a resolver misterios al pueblo maderero de Twin Peaks, los foros de adictos saltaron con mil y una minucias, como coresponde a la devoción que profesan.

Una de ellas fue sobre los recordados créditos con que partía Twin Peaks, esas imágenes sugerentes, enroscadas en la cadencia de cuerdas y violines de Ángelo Badalamenti, aquellas estampas del pajarito desconocido entre las ramas, las usinas humeantes y las cataratas precipitándose, por supuesto.

Pues bien, los nuevos openings rinden culto al original pero modernizados con la mirada soberbia de unos drones en altura que capturan el vértigo de las cascadas, que trasnmuta en el zigzaguenate piso de la Habitación Roja, ese lugar donde la asesinada Laura Palmer le aseguró a Cooper que lo vería "en 25 años más". Los cortinajes que ondean, tan caros a Lynch desde "Terciopelo azul", también asoman en rojo profundo para introducir cada parte, que no episodios ni capítulos, como ha recalcado el creador.

Reconociendo al estudiante de bellas artes que es, Lynch filmó los primeros minutos de la serie en ese blanco y negro que usó en "Erasehead": granuloso, neblinoso, como el sonido del gramófono en escena del cual se cuelan ruidos extraños, ese inquietante flanco sonoro que Lynch siempre deja flotando, carraspeando. El recordado gigante de la serie original (Carel Struyckenin) advierte y alerta a Cooper, más viejo y ensimismado, sobre un peligro y una enigmática cifra: 430, de la que los fans por supuesto que toman nota.

Lugares y personajes

Echado a andar el mecanismo de la búsqueda, aparecen los lugares y personajes: en Twin Peaks volvemos al Great Northern de Benjamin Horne (Richard Beymer) y los dominios de la policía local; en Dakota del Sur se abren los laberintos de una ciudad llamada Buckhorne donde alterna otro Dale Cooper, ya no el pálido y engominado, sino un pelilargo y curtido delincuente de casaca de cuero. Acá aparece el crucial tema del doble, otra arista de esta aventura espiritual con ribetes de comedia y drama que es Twin Peaks.

Algo nuevo

Una rama completamente nueva es la del crimen de Ruth Davenport (Emily Stofle), la bibliotecaria de un colegio que no es lo que parece, cuya cabeza con un ojo menos yace en su cama pero pegada al cuerpo de un hombre. La madeja se tensa y destensa gracias a secuencias hilarantes, como la vecina y su perrito chichuahua que avisa a la policía, quienes apresan como principal imputado al director del colegio, William Hastings (Matthew Lillard).

Otro sitio que aparece es el paisaje hiperreal de los rascacielos de Nueva York, en uno de ellos se custodia noche y día a una misteriosa caja de vidrio vigilada constantemente con cámaras y un tipo sentado en un sillón que mira fijamente, expectante como el espectador que sabe que aquel artilugio puede ser una pieza clave en la trama. Y aparece allí dentro el horror en formato humanoide y humo negro letal, un Lynch atento al terror físico, más cercano a la oscura mirada que tuvo en "Inland Empire" y "Mullholland drive" que a las finalmente más esperanzadas "Blue velvet" y "Corazón salvaje".

Extenso reparto

Sobre el extenso reparto, que incluye a David Lycnh como Gordon Cole mandamás del FBI, se sumaron viejos camaradas, entre algunos la madre de Laura Palmer, Sarah (Grace Zabriskie), el padre Leland (Ray Wise), su psiquiatra el doctor Jacoby (Russ Tamblyn), el alguacil Hack (Michael Horse), Lucy Moran (Kimmy Robertson) la ingenua secretaria del alguacil, la camarera Shelly Johnson (Madchen Amick) y la Mujer del Tronco (Catherine Coulson), quien falleció en septiembre de 2015, antes de poder ver su rol en pantalla.

David Lynch ha vuelto lleno de acertijos, opaco, disruptor y con esos sugerentes clics visuales de siempre: la linterna en el bosque oscuro, el cruce de trenes, el viento sobre los abetos, las carreras en diagonal. Mientras tanto, esperar la aparición de un elenco potente encabezado por Laura Dern, Naomi Watss, David Duchovny, Monica Belluci, Tim Roth, Amanda Seyfried, Michael Cera, Jennifer Jason Leigh y músicos como Sky Ferreira, Trent Reznor y Eddie Verder. Lo único que hace enarcar las cejas es algo que quizás se vuelva una constante: cerrar los capítulos desde el Bang Bang Bar con una banda invitada; ya estuvieron los Chromatics tributando "Shadow" de la inimitable Julee Cruise, vendrá Au Revoir Simone y Cactus Blossoms.