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Cambio climático: revisión de EE.UU. al acuerdo imposibilita firma en el G7

ITALIA. El anfitrión de la cumbre dijo que el Gobierno de Trump "tiene una reflexión interna en curso" sobre el asunto. Hubo consenso en materia antiterrorista.
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Mabel González / Agencias

Estados Unidos imposibilitó ayer que el G7, reunido en la siciliana Taormina, adoptara una postura común sobre el respeto del Acuerdo de París sobre cambio climático, pues es un asunto "en revisión" por el Gobierno de Donald Trump.

Luego de una reunión a puerta cerrada que se extendió durante casi cinco horas, el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, quien ejerce de anfitrión, compareció ante la prensa para anunciar que "hay una cuestión que permanece en suspenso: los Acuerdos de París sobre el clima". "El gobierno estadounidense tiene una reflexión interna en curso" sobre esto, explicó el italiano.

EE.UU. es el único país de las siete democracias más industrializadas del mundo que no ha secundado una postura consensuada sobre los mencionados acuerdos (2015).

Gentiloni explicó que el G7 "confía que, una vez que Washington resuelva sus cuestiones internas, quiera participar" en el cumplimiento de esta ambiciosa agenda a la que se ha sumado más de un centenar de países de todo el mundo.

El temor de Washington es que el acuerdo, que pasa por reducir las emisiones que causan el problema del calentamiento global, suponga una pérdida de potencial y capacidad industrial frente a otros gigantes del planeta, especialmente ante China, y dañe el potencial de crecimiento económico y de generación de empleo para los estadounidenses.

Preguntada si la cuestión del clima fue una pugna de seis contra uno, la primera ministra británica, Theresa May, lo negó y dijo que fue una "óptima discusión".

En cualquier caso, el Mandatario estadounidense tomará en el corto plazo, incluso a su regreso a Washington, una decisión sobre su continuidad dentro del pacto sobre el clima, según adelantó durante la cumbre su asesor económico, Gary Cohn.

Esa fue la primera de las divergencias que adelantó ya por la mañana el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien vaticinó que este G7 sería "uno de los más difíciles", pues algunas políticas están aún "en revisión" por Washington.

Lucha antiterrorista

No obstante, los líderes del G7 sí demostraron unidad en la lucha "contra el terrorismo y el extremismo peligroso", hasta el punto de que firmaron una declaración ad hoc sobre esta lacra.

El texto, firmado por todos los mandatarios, hace especial hincapié en la necesidad de combatir el terrorismo en Internet, la a menudo "antecámara del terrorismo", según Gentiloni.

La firma de esta declaración representa una mano tendida hacia el Reino Unido, "un mensaje de amistad, vecindad y colaboración" tras el atentado del pasado lunes en Manchester, que terminó con la vida de 22 personas, entre ellas muchos jóvenes y niños.

May agradeció el compromiso de sus socios: "Gracias por el apoyo demostrado ante este terrible ataque. Creo que es importante demostrar la determinación de todos los países para combatir el terror y proteger a nuestros ciudadanos", dijo.

En tres páginas, el G7 realizó un llamado a proveedores y servidores de Internet, pero también a las redes sociales, a "incrementar sus esfuerzos en la localización de contenido de índole terrorista". Los líderes de los siete países que acumulan el 32% del PIB mundial (Alemania, Canadá, EE.UU., Francia, Italia, Japón y Reino Unido) zanjaron con esta declaración la primera ronda de sesiones de este G7, que concluirá hoy con otro texto.

Críticas de Trump al comercio alemán

Las críticas de Trump al superávit comercial de Alemania con EE.UU. pusieron los reflectores en un asunto contencioso, en una cumbre de gobernantes caracterizada por los desacuerdos en materia comercial. Mientras los jefes de estado o gobierno se reunían para debatir espinosos temas de comercio y cambio climático, la revista alemana Der Spiegel informó que Trump dijo a los líderes europeos que los alemanes eran "malos, muy malos" cuando se trataba de comercio.

Un ataque contra cristianos en Egipto deja 28 muertos

HORROR. Es el cuarto ataque que sufren en ese país desde diciembre del año pasado.
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Hombres enmascarados emboscaron ayer un autobús con cristianos coptos que viajaban a un monasterio al sur de la capital egipcia y mataron a, por lo menos, 28 personas, además de herir a otras 22. Egipto respondió con un ataque aéreo contra lo que afirma son bases de entrenamiento de grupos extremistas en Libia.

El Presidente Abdul Fatá el Sisi anunció las acciones de represalia horas después de que el bus fuera baleado con ametralladoras en un camino remoto del desierto, ataque del cual se sospecha fue autoría de terroristas del grupo autodenominado Estado Islámico, quienes llegaron a bordo de tres camionetas.

"no quedará impune"

"Lo que vieron hoy (ayer) no quedará impune. Se lanzó un ataque extremadamente doloroso a las bases. Egipto nunca dudará en atacar bases terroristas en donde sea", dijo El Sisi en un discurso televisado a la nación. También hizo un llamado al Presidente estadounidense, Donald Trump, a que encabece una guerra mundial contra el terrorismo.

La emboscada al bus fue el cuarto ataque letal en contra de los cristianos en Egipto desde diciembre pasado. Entre los muertos hay dos niñas, de dos y cuatro años, informaron las autoridades. El ataque agudiza los problemas en la nación de mayoría islámica, en donde el gobierno de El Sisi enfrenta no sólo un levantamiento islámico, sino también una golpeada economía.

Los cristianos se han quejado de que el Gobierno no está haciendo lo suficiente para protegerlos de los terroristas.