El comercio es uno de los mayores motores de desarrollo de Chile y de las grandes economías alrededor del mundo. Aunque esta afirmación parezca evidente, lo cierto es que en nuestro país este sector enfrenta una de las grandes paradojas del mundo empresarial. Históricamente, la mayor influencia ha provenido de actividades tradicionales como la agricultura, la manufactura y la minería. Y aunque se trata de sectores claves para el país, es bueno actualizar la mirada considerando que la composición de la economía ha cambiado y también sus pesos relativos.
En general, a medida que los países se desarrollan, los servicios se expanden con más fuerza. Es así como en países con ingreso per cápita por sobre los 30 mil dólares, el peso promedio relativo del sector terciario en el PIB alcanza el 68%, mientras en aquellos con ingresos más bajos solo llega al 59%. Y uno de los principales referentes de este sector es precisamente el comercio.
Chile ha tomado el mismo rumbo. Durante los últimos ocho años, el comercio ha contribuido en promedio 0,4 puntos anuales al crecimiento del PIB y hoy representa el 10,2% del total del producto, algo por debajo del peso de la industria y la minería, pero muy por sobre la construcción, los servicios financieros y la agricultura. Solo a nivel regional, el comercio emplea a 26 mil personas, lo que representa el 20,5% del empleo total.
El número de empresas dedicadas a esta actividad es también señal de la creciente importancia que ha ganado en nuestra economía. Según cifras de 2015, de casi un millón de empresas activas en el país, una de cada tres se dedican a la comercialización de bienes y servicios. Por lo mismo, esta área se ha convertido en el mayor aportante de puestos de trabajo del país, con el 20% de la ocupación total; abriendo, además, crecientes espacios para la incorporación al trabajo de las mujeres y los jóvenes.
Se trata, entonces, de un sector clave para el país, que no solo ha sabido sortear los vaivenes de la economía, sino también ha sido pionero en la exportación de los modelos de negocios de importantes empresas del retail chileno, constituyéndose en embajadores de nuestra imagen país en América Latina.
El retail ha sido un actor innovador y comprometido en períodos de expansión y desaceleración económica, por lo que es bueno que nuestras autoridades y el mundo empresarial valoren en su justa medida el aporte que este sector ha hecho. La economía de los servicios, y en particular el comercio, deben convertirse en el pilar que inspire el diseño de políticas públicas a futuro, de tal manera de alcanzar en un menor tiempo el anhelado desarrollo económico y social de nuestro país.
Claudio Ortiz Vicepresidente ejecutivo de Retail Financiero