El pasado miércoles 19 de abril se realizó el censo de población y vivienda, uno de los procesos movilizadores más grandes que un país puede desarrollar por la significativa cantidad de recursos humanos, técnicos, de infraestructura y financieros que implica.
Dada la mala experiencia con el censo de derecho que se ejecutó anteriormente, las dudas respecto de su real utilidad proliferaron cuestionando la necesidad de realizarlo. Frente a las dudas que arreciaron cabe consignar que el censo es el único instrumento de recolección de datos que cubre toda la población del país, al contrario de las encuestas que usan muestras parciales. A través del censo se obtienen datos demográficos importantes que revelan las mutaciones en la estructura y el dinamismo de la sociedad, como los cambios en las tasas de fecundidad o en la composición de la población por edad, aumento de inmigrantes, concentración en las ciudades o modificaciones en los tipos de familia. Es necesario que la población entienda que un censo no está asociado sólo a saber cuántos somos sino que proporciona valiosa información para el diseño y ejecución de políticas públicas, como saber dónde se pueden poner salas cunas, espacios comunitarios o implementar actividades y programas para adultos mayores. Asimismo, se debe valorar que este proceso tuvo la capacidad, ya casi olvidada, de transmitir un sentido de tarea común y trascendente, interpelando a los ciudadanos y haciéndolos sentir parte de una causa colectiva.
En el escenario actual, de desconfianza y desafección rampante, no es poco lo que logró este censo. Por ello, como parte de su labor educativa, Santo Tomás Copiapó participó activamente colaborando como local operativo a cargo del distrito censal 12 de la comuna de Copiapó, el que incluyó sectores rurales como la mina Bellavista, Carpa del 4, Bodega, Toledo, Chamonate, Cerro Negro, mina San José, en los que el censo fue desarrollado por personal y alumnos de Santo Tomás con la colaboración de funcionarios públicos de Sernageomin, Seremi de salud, Conaf y la Municipalidad de Copiapó. Asimismo otro grupo de alumnos de Santo Tomás realizaron el censo a personas en situación de calle en Copiapó.
Las palabras de un estudiante de Servicio Social son esperanzadoras: "Me motivé a vivir esta experiencia por estar estudiando una carrera social, me interesa mucho lo que acontece en el país y me parece una gran oportunidad el conocer la realidad de muchas personas, a través de la experiencia de ser censista"…
Más allá de las críticas, reitero que en el marco actual de individualismo, desconfianza e indiferencia, que una tarea colectiva logre todo esto es alentador.
Rodrigo Rojas Rector Santo Tomas Copiapó