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Proceso contabilizó en terreno a personas en situación de calle

CONTINUIDAD. Voluntarios destacaron buena disposición de los encuestados. Indigentes agradecieron ser considerados en el conteo nacional.
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Estudiantes y profesionales de la Universidad Santo Tomás de Copiapó fueron los encargados de realizar el Censo a las personas que duermen en las calles de capital regional.

Los voluntarios continuaron con el conteo que se inició la tarde del martes en las dependencias del Hogar de Cristo.

Trabajo en Terreno

A diferencia de los demás censistas, los voluntarios de la Universidad Santo Tomás (UST) fueron citados hasta la sede del Hogar de Cristo de Copiapó, a partir de las 9 de la mañana, para comenzar el trabajo de distribución e instrucción antes de iniciar el proceso en la calle.

Asimismo, se destaca que con anterioridad se realizó un proceso de registro y trabajo con los futuros censados, con el fin de identificar las principales zonas en las que se encontrarían durante la jornada.

Así, a eso de las 9:45 y ya con la totalidad de los 16 voluntarios inscritos, Andrea Parra, coordinadora de esta parte del Censo, comenzó el proceso de distribución de sectores y materiales de trabajo.

La ex discoteque Sótano, el sector La Cúpula, las inmediaciones de la cárcel y el Hospital Regional y el centro de Copiapó fueron alguno de los sectores en los que se concentró el trabajo de este censo especial.

Una actividad que no estuvo exenta de problemas logísticos, esto debido a que de los tres vehículos comprometidos para el traslado de los censistas, solo dos llegaron a la hora indicada aunque "se aprovechan esas instancias, en el periodo que no llegaban los vehículos se volvió a trabajar un poco el tema del cuestionario, por lo tanto igual nos sirvió ese lapso", detalló Parra.

Cabe destacar que finalmente el tercer vehículo llegó para el traslado de los voluntarios.

Sorpresas

A eso de las 10:00 de la mañana, uno de los grupos de trabajo realizó su primera parada en el sector de la gruta de San Expedito, inmediaciones en las que tradicionalmente viven personas sin hogar.

Sin embargo, al arribo de los encuestadores, ninguno de los habitantes del sector se encontraba ahí, esto debido a que "es variable donde ellos puedan trasladarse, especialmente por las noches que está haciendo frío, entonces en algunos casos buscan más resguardo", comentó la encargada del proceso censal.

Sin embargo y a diferencia de la encuesta en las viviendas tradicionales, los censistas poseen más tiempo para entregar los resultados, por lo que se espera que se finalice el conteo hacia fines de mes.

Otra de las situaciones inesperadas con las que se encontró el personal fue la disposición de los encuestados debido a que "la gente estaba con una disposición muy positiva a llenar los formularios. En su indumentaria estaban muy presentables, la mayoría se había aseado, estaban bañados (...) esas cosas son señales de respeto para nosotros y eso es valorable, porque no es habitual" comentó Andrea Parra.

Una impresión compartida por el equipo, quienes además agradecieron la oportunidad de recorrer las calles en favor de las personas sin hogar. Tal es el caso de Felipe Poblete, quien comentó que "bien la gente, todas las personas con re buena disposición y encontramos más de los que esperábamos encontrar (...) y se veían a simple vista sobrios para contestar el Censo", sentenció.

Una actividad con la que, por primera vez las personas en esta condición, tendrán un lugar especial en los resultados que arroje la medición. Una situación que a juicio de Claudio Ardiles, estudiante de Trabajo Social en la UST y voluntario del Censo, permitirá visualizar de mejor manera la realidad que ayer pudo evidenciar y que "fue bastante fuerte, hay situaciones que uno en el día a día no lo ve", destacó.

Por su parte Carla Rivera, también voluntaria y estudiante de la UST comentó que lo que más la sorprendió fue "ver niños en un lugar del río, habitando con los papás. Fue igual una experiencia fuerte, porque eran súper pequeños y donde estaban igual no eran condiciones para un niño", comentó.

Censados

En esta línea, las personas que participaron del conteo agradecieron la llegada de los voluntarios hasta sus lugares de residencia.

Tal es el caso de "El tío Lalo", que habita en lo que queda del edificio de la ex discoteque Sótano en Copiapó, quien comentó que "es bueno que nos vengan a censar a nosotros porque tienen que censar a todos, por más que esté en la calle, nosotros somos chilenos", resaltó.

En tanto Carlos Pelquinao, quien vive en el sector de La Cúpula, señaló en la oportunidad que los censistas son "bienvenidos no más, porque yo también tengo derecho de vivir en el país" y agregó que "es importante el Censo, para que sepan que yo existo, que estoy vivo" finalizó.

Anécdota

Entre las situaciones "divertidas" que vivieron quienes debieron recorrer las calles aparece un "enfrentamiento" con las mascotas de los encuestados, quienes no respondieron de la mejor manera ante la presencia de los censistas.

En esta línea, Carla Rivera comentó que "siempre hay perros donde llegamos. Habían como seis perros que nos salieron persiguiendo porque como no nos conocían, entonces ahí mordieron a un compañero, a mi igual, pero nada grave", sentenció la voluntaria.

No obstante, fueron los propios encuestados quienes debieron intervenir para controlar a los animales que viven junto a ellos para continuar con el proceso.

Viviendas Colectivas

Las viviendas en las que habitan personas que no comparten lazos familiares se les denomina viviendas colectivas y se les aplicó un cuestionario diferente.

En esta denominación ingresan, hospitales, cárceles, además de residenciales y hoteles donde los encargados debieron esperar que los pasajeros despertaran para realizar la encuesta.

A las personas en situación de calle se les aplicó este cuestionario.

600 supervisores aproximadamente fueron los que se presentaron para prestar sus servicios durante la jornada censal.

200 carabineros resguardaron el orden y seguridad en Copiapó.