Secciones

Crean técnica para estimular neuronas que actúan sobre la obesidad

EFECTO. Entre un 40% y 70% de la obesidad tiene un componente genético, lo que hace que sintamos más o menos hambre. "Está en el cerebro", afirman.
E-mail Compartir

Valeria Barahona / Agencias

Una nueva técnica para identificar y estimular el conjunto de neuronas que incide sobre el tejido adiposo, contribuyendo así al desarrollo de tratamientos contra la obesidad a nivel neuronal, anunció ayer la revista Nature a través de la investigación realizada por el Instituto Gulbenkian de Ciencia (Portugal) y las universidades de Santiago de Compostela (España), Cambridge (Reino Unido), Yale (EE.UU.) y Rockefeller, en Estados Unidos.

El análisis identificó a las células cerebrales del sistema nervioso periférico que actúan sobre el tejido adiposo y probó que su eliminación provocaba un significativo y rápido aumento de peso en los ratones. Esta técnica abrió la puerta al estudio de un gran número de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso periférico y con otras células localizadas fuera del cerebro.

Quema de grasas

La directora del estudio, la neuróloga Ana Domingos, descubrió que la activación directa de un determinado conjunto de neuronas que tienen incidencia en el tejido adiposo de los ratones lleva a sus organismos a quemar grasas.

La especialista luego realizó el proceso inverso, para comprobar su hipótesis y ver si estas neuronas podían ser intervenidas sin dañar a las ubicadas en los alrededores. Esto podría modificar otras funciones en el organismo de los mamíferos, que comparten el 99% de la información genética con los seres humanos, de ahí su empleo para probar nuevos tratamientos.

Al constatar que los animales aumentaron sus niveles de grasa tras la modificación celular, los científicos confirmaron que es posible actuar sobre aquellas neuronas sin afectar a otras similares. "Ahora podemos estudiar el funcionamiento de muchas células periféricas no solo en la obesidad, sino también en muchas otras enfermedades", destacó Domingos.

Receptores

Esta nueva técnica se basa en el uso de un receptor de la toxina de la difteria - enfermedad respiratoria que, de no ser tratada, puede causar parálisis o insuficiencia cardíaca -, que los científicos introdujeron genéticamente en las neuronas que manejan el tejido adiposo de los ratones, con tal de dejarlas expuestas a su acción aniquiladora.

"El problema es que (esta toxina) puede atravesar la barrera hematoencefálica (entre los vasos sanguíneos y el sistema nervioso central). En consecuencia, no podemos utilizar esta herramienta molecular para eliminar neuronas periféricas sin afectar a neuronas similares", señaló la neuróloga.

Para enfrentar este problema, los expertos modificaron químicamente la toxina de la difteria, aumentando su tamaño y limitando su acceso al cerebro, ya que, "normalmente, las moléculas grandes no pueden cruzar la frontera hematoencefálica", recordó la investigadora.

Importancia neuronal

"Esta nueva técnica nos permitió verificar la importancia que tienen las neuronas que inervan el tejido adiposo para mantener una adiposidad normal. Pero, sobre todo, elimina los posibles efectos secundarios que puede causar sobre el cerebro la técnica anterior", concluyó Domingos, más aún cuando se trabaja con la secuencia genética de una enfermedad grave como la difteria.

Problema genético

Entre un 40% y 70% de la obesidad tiene un componente genético, secuencias que hacen que sintamos más o menos hambre, por lo cual "la obesidad está en el cerebro", dijo hace un tiempo Ruth Loos, médico del Instituto de Medicina Personalizada Charles R. Bronfman de Nueva York. Esta especialista observó el comportamiento genético con el objetivo de dirigir los esfuerzos científicos de una manera más racional. Sin embargo, aún no es posible predecir, a partir del ADN, quién será obeso, a causa de la incidencia del ambiente en la manifestación de los genes.

del código genético comparten los ratones con los seres humanos, diferenciándose solo por la manifestación de las secuencias. 99%

de los casos de obesidad tiene un componente genético, lo que ha llevado a los científicos a esforzarse en su estudio. 40%-70%