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Argentina se ahoga sin Messi en la altura de La Paz y cae ante Bolivia

DERROTA. La Albiceleste quedó en el quinto puesto con 22 unidades.
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La selección de Argentina no pudo reponerse del duro golpe que significó la sanción a Lionel Messi y cayó ante la débil Bolivia 2-0 en la altura de La Paz, en una nueva demostración que los 3.600 metros de altura de la capital boliviana son una pesadilla histórica para los trasandinos.

La suspensión por cuatro fechas que la FIFA le aplicó el martes al capitán argentino por insultar a un árbitro asistente en el anterior partido con Chile, cayó como un balde de agua fría en la Albiceleste, que presentó ocho suplentes por suspensiones y lesiones.

El comienzo

Luego de un arranque nervioso, un bombazo de Di María, tras una falla de Ronald Raldes en el fondo, un disparo desde afuera de Banega que Carlos Lampe rechazó al córner y un cara a cara de Di María, tras asistencia de Correa, presagiaban que la apertura del marcador podía estar dando vueltas del lado de los trasandinos.

Pero en el mejor momento de los vicecampeones del mundo y de la Copa América, Juan Carlos Arce, al minuto 31, dio la primera estocada para los locales, ante la algarabía de las 35 mil personas presentes en el "Hernando Siles", encabezadas por el Presidente Evo Morales.

Sin juego asociado, los errores en el fondo le dieron a los locales la llave para cerrar el encuentro. A los 7' del complemento Roncaglia perdió la pelota en la salida, Flores le ganó a Musacchio por la izquierda, llegó al fondo y centró para que Marcelo Martins sentenciara con un bombazo alto.

"A mí no me tuerce nada ni nadie. Con los jugadores estamos firmes, cada partido tiene sus dificultades y la lucha seguirá", manifestó el entrenador argentino, Edgardo Bauza.

Con los triunfos de Colombia (2-0 a Ecuador) y Chile, Argentina quedó en el quinto puesto con 22 puntos y en zona de repechaje.

Chile revive sus esperanzas de llegar a Rusia 2018 con un trabajado 3-1 ante Venezuela

VICTORIA. Con un primer tiempo soñado, el doblete de Paredes y el tanto de Sánchez le dan aire a la selección, que marcha cuarta y depende de sí misma.
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La selección chilena derrotó anoche por 3 a 1 a su similar de Venezuela en el Estadio Monumental, resultado que la deja cuarta -tras Brasil, Colombia y Uruguay- y en zona de clasificación directa al Mundial de Rusia 2018, a falta de cuatro fechas para cerrar la clasificación

Poder ofensivo

Alexis Sánchez y Esteban Paredes -en dos ocasiones- sentenciaron el triunfo de una selección chilena que, aunque bien pudo cerrar el duelo con una goleada, debió sufrir pasajes de un bajó que acercó al rival al arco de Bravo.

Consciente de que no tenía tiempo para desperdiciar luego de la dolorosa derrota en Buenos Aires, Chile se fue rápidamente al arco rival. Y tuvo un temprano premio. A los cuatro minutos Renzo Zambrano bajó cerca del área a Arturo Vidal. Alexis Sánchez se paró frente a la pelota, sacó un tiro impecable, chocó en el palo y entró. El tocopillano igualó a Marcelo Salas como el máximo goleador de la historia de la selección chilena con 37 conquistas. Dos minutos después el delantero del Arsenal volvía a ser protagonista al entregar a Aránguiz en gran faena personal. La bola le llegó a Esteban Paredes y "Visogol" ponía el segundo de la tarde. El colocolino salió eufórico a festejar su anotación, que le valía transformarse en el jugador más veterano en marcar por Chile, con 36 años y 7 meses.

A los 21', Sánchez cambió para Mauricio Isla, quien envía un centro al mismo Alexis. Paredes de cabeza puso su segundo tanto en el duelo y su duodécimo por Chile.

Etapa final

En el complemento Chile dominaba y se cuidaba de algunas llegadas de Venezuela. Pero no Arturo Vidal, acostumbrado a festejar, erró cuatro ocasiones. A los 62' Salomón Rondón abrió los peores pasajes para Chile cuando agarró una pelota en el área y con un cabezazo puso el descuento. El ingreso de Valdivia por Paredes hizo decaer la efectividad y el juego asociado, mientras la "Vinotinto" se acercó y estuvo cerca de haber logrado algo más que el descuento metiendo más presión. Un respiro para la Roja parecía llegar a los 77', con un penal a Pedro Pablo Hernández que Alexis Sánchez derrochó al patear débil a la derecha de Fariñez.

Al terminar el encuentro, Vidal se responsabilizó por la farra en ofensiva. "Los cuatro goles esos no me los puedo perder. Son situaciones que no me pierdo cuando estoy bien", explicó. "Nos vamos felices por haber sumado. Veníamos de un traspié", comentó el arquero Claudio Bravo, quien evidenció su molestia con parte del público que pifiaba por los últimos minutos del equipo.

Seamos prácticos

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En el entretiempo pensaba hablar sobre el regalo que era jugar con tanta tranquilidad, ganando 3-0 antes de la media hora, frente a un rival que había ofrecido poco desafío y resistencia. Pero la belleza del fútbol es que todo lo que uno ve y piensa en un minuto, puede cambiar completamente al otro.

Si hay algo que celebro de Venezuela es que, a pesar del 3-0, jamás se desarmó. Por el contrario, en el segundo tiempo creció en fútbol, velocidad, presión y llegadas. Con apenas seis puntos al fondo de la tabla, no es que estén jugándose la clasificación… es pura dignidad deportiva. Venezuela no sólo descontó, sino que anotó otro que no fue validado porque la pelota después de rebotar adentro, volvió a la cancha y todo siguió como si nada. Nadie reclamó. Tampoco se pusieron a pegar. Siguieron intentando. Más admirable aún.

Hubo un momento, antes de la entrada de Jorge Valdivia, en el que Alexis se vistió del "10" que añoramos, entregando perfectos y profundos pases al pie de Vidal y Paredes generando al menos cinco ocasiones clarísimas en pocos minutos. Ninguna entró. Vargas también tuvo las suyas, pero parece que su frustración sólo lo aleja más del gol. Y eso, sin contar que Alexis le pidió a Vidal ejecutar el penal cobrado por infracción a Hernández y lo perdió. No es exagerado decir que Chile pudo haber ganado 6 ó 7 a cero. Y por cada gol perdido, Venezuela creaba más peligro, especialmente en la velocidad de su contragolpe. Chile se vio superado y no pudo más que resistir. ¡Si al final Pizzi terminó jugando con Carlos Carmona y Paulo Díaz! Eso lo resume todo.

Lo que uno trata de entender es por qué, justo en el momento en el que Alexis había tomado magistralmente el control creativo del ataque, Pizzi decide hacer entrar a Valdivia. Además no en lugar de un Vargas estéril en sus intentos, sino de Paredes que había anotado dos veces. Mi sensación es que pensó que, por ir ganando 3-0, había libertad suficiente para darle el gusto a los hinchas y a parte del periodismo. Lamentablemente, la apuesta no resultó y la claridad que el ataque había tenido, incluso con las ocasiones perdidas, realmente se diluyó.

Si uno lo piensa, es curioso estar hablando con frustración de una victoria 3-1 porque, después del 3-0, vimos real la posibilidad de arrasar a Venezuela y terminamos sufriendo. Pero seamos justos y prácticos: Después de Argentina, Chile estaba fuera del mundial y ahora volvió a clasificación directa en una tabla apretadísima, en la que aún gozamos de autodependencia y tranquilidad para pensar con ilusión en la próxima aventura: Copa Confederaciones.

Cecilia Lagos