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Vida, drama y sueños en los barrios de emergencia post aluvión

25M. A dos años de la catástrofe que afectó a cinco comunas de la región, aún quedan personas que viven en casas provisorias y en varios casos con miedo a la delincuencia. Su situación actual es de constante espera por una solución habitacional definitiva.
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Dos años han pasado desde el 25M y al parecer, la pregunta ¿cómo es vivir aquí?, es seguramente la que más ha escuchado Rosa González (59).

Luego de resultar ser una de las tantas personas de Paipote, damnificadas por el aluvión del 25M, terminó viviendo en una de los tres barrios de emergencia que hay en Copiapó; Nantoco, Los Loros y Juan Pablo II. Es en este último donde González pasa sus días en una casa -de no más de 24 metros cuadrados- que cuenta con baño dentro del inmueble, agua potable y luz.

En sí, la edificación no es el problema para esta mujer y muchas de las que viven en el sector; el real problema es el ambiente que existe en el lugar.

Cuenta que las personas que viven en el barrio son tranquilos y que es la "gente que viene de acá abajo, de la Juan Pablo" la que hace del sector un lugar complejo para vivir.

Así es como en la zona hay presencia de droga e incluso, según lo expresado por González, algunas noches se escuchan balazos. "Acá no se puede dejar solo, yo voy a diálisis (...) día por medio y queda mi hijo o mi hermana", cuenta. Esto ante el miedo a que le puedan entrar a robar.

"Al final es como que nos vinieron a botar acá, porque acá no han dado ninguna solución, a la gente le han robado. Hay mucha drogadicción aquí", comentó la mujer.

Desde el centro de la habitación, que en un solo ambiente concentra cocina, comedor, living y dormitorio, Rosa González asegura que hace dos años perdió casi todo. Y que hoy vive con una pensión casi paupérrima.

"Estamos viviendo prácticamente de la nada como se dice", dijo Rosa González mientras buscaba una boleta de pago de su pensión, la que reveló que esta mujer y su hijo de 15 años viven con once mil pesos al mes.

Tras la catástrofe, que afectó a cinco de las nueve comunas de la región de Atacama, cinco mil 301 viviendas presentaron daños leves en Copiapó, Tierra Amarilla y Diego de Almagro. De éstas, luego de 24 meses del fatídico día, se han reparado cuatro mil 875, según lo informado por el Servicio de Vivienda y Urbanismo de Atacama (Serviu). Del saldo restante, 272 se encuentran en ejecución de obras y 154 están por iniciar trabajos en el transcurso del primer semestre de este 2017.

En esa línea, ayer, distintas autoridades regionales hicieron entrega de 20 viviendas correspondientes al plan de reconstrucción en la comuna de Diego de Almagro.

Además se inauguró la Plaza Chacabuco y la primera etapa del Bandejón Torreblanca.

El lado B

Rosa no es la única de apellido González que vive en este campamento de emergencia ubicado a pocos minutos del centro de Copiapó. Su hermana Gina González Pizarro vive a dos casas de distancia. La mujer, de 59 años, y que recibe una pensión aún más baja que la de su hermana, la que no supera los siete mil pesos; debe pasar todo el día conectada a un tubo de oxígeno debido a que sufre de fibrosis quística desde hace un par de años.

Ella indica que no llegó como damnificada al lugar, cuenta que no todos son de Paipote, y que hay gente que se tomó las casas de emergencia que fueron quedando vacías con el tiempo.

Así su arribo al lugar fue producto de su enfermedad, ya que donde vivía antes no tenía acceso a la luz, elemento necesario para mantener el artefacto que le permite respirar.

Pensativa dice que vivir en Juan Pablo II Oriente, tiene cosas buenas y cosas malas. "Lo bueno es que uno tiene un techo. Lo malo es que se ve mucha maldad, mucha droga, muchas cosas malas", dijo la mujer. Antes en el sector se sentían muchos disparos, cuenta mientras sentencia que "una bala loca y jodió no más, quien sea".

"Yo creo que hasta el tubo de oxígeno serían capaz de quitármelo, así de malo están", asegura Gina González.

Fuentes cercanas a la gobernación de Copiapó comentaron que cada persona, en el barrio de emergencia ubicado en la población Juan Pablo II Oriente, es vocero de su propia causa. Además que en el sector no todos son damnificados y muchas personas se tomaron las casas, por lo que no cuentan con el respaldo de un programa de reubicación post aluvión a futuro.

"Acá han venido y dicho muchas cosas", aseguró Gina González. Lo último que supo, gracias a una reunión que hizo personal de la gobernación, fue que se podían quedar con la casa y hacer trabajos en ella que mejoraran su comodidad.

"Después dijeron que no, que no se podía hacer nada, que acá no se podía colocar ni un clavo que no permitieran ellos. ¿A quién le hace caso uno, a quién le cree?".

La gobernadora de la provincia de Copiapó, Ericka Portilla, no se refirió al ser consultada por esta información entregada a las hermanas González. Lo que si explicó es que su prioridad como Gobierno provincial "es abordar la calidad de vida en los barrios de emergencia, lo que implica un arduo trabajo en materia de seguridad y apoyo en las distintas necesidades que cada habitante de estos sectores requiere".

De esta forma, la autoridad provincial indicó que se han hecho trabajos de urbanización en el barrio de emergencia, como alcantarillado y acceso al agua potable. Además agregó que para los damnificados por el 25M, que habitan en el barrio de emergencia, los espera "la entrega de soluciones de vivienda para los habitantes de estos sectores, a través de Serviu".

Provincia de Chañaral

En el barrio de emergencia de Chañaral los problemas de convivencia han hecho más difícil el diario vivir de la comunidad. Actos de delincuencia, fiestas hasta alta horas de la madrugada y peleas preocupan a los vecinos que esperan una pronta solución habitacional en el proyecto "Oasis de Chañaral" que se debe entregar al final de este año.

Un reflejo de la inseguridad es que los vecinos al ser consultados sobre el tema bajan la voz o simplemente piden no responder por miedo a represalias. Allí reclaman que de las 300 personas que hay en el lugar algunas son familias designadas por el municipio que no fueron afectadas por los aluviones y que causan estos problemas.

Mónica Valenzuela con esfuerzo logró tener un almacén en el lugar con apoyo del Fosis. "Nosotros siempre vivimos como en alerta", reconoció la vecina que solicitó más seguridad a la autoridad como carabineros y a la municipalidad. A lo anterior se suma que no sabe si podrá poner su negocio en las nuevas casas.

La mujer con nostalgia extraña la vida de barrio donde se juntaba con las vecinas para conversar o se cuidaban entre todos. Además la dimensión de la vivienda nunca se comparará al hogar que con pena recuerdan y que el río se llevó junto a sus historias de vidas.

Quien se encuentra desesperado es Pedro Guzmán que por tercera vez fue rechazado para obtener el subsidio para las viviendas. El mecánico explicó que en el sistema le sale una casa junto a su esposa, pero ellos están separados hace más de 40 años.

Guzmán dijo que no tienen dónde vivir en caso de que le pidan salir del lugar y lamentó que hayan escuchado su problema las autoridades porque le exigen el divorcio formalizado. Con lágrimas el hombre exclamó que "a mí de acá no me sacarán ni muerto".

A 70 kilómetros de Chañaral está el barrio de emergencia en la comuna de Diego de Almagro que fue bautizado como "Pueblo Hundido" como el antiguo nombre de la comuna. Un poco más organizado se puede observar que las casas han sido pintadas e incluso con instalación de rejas de ante jardín.

Este barrio se enfrentó con el Gobierno el año pasado por la falta de instalaciones de los baños y el sistema de alcantarillado que luego de protestas fue habilitado. La vocera del barrio de emergencia, Juana Bravo reconoce que al comienzo fue difícil porque "es una realidad muy distinta a lo que estábamos acostumbrados, pero con el pasar del tiempo estamos mejor".

La dirigente con una sonrisa de lado a lado indicó que está a dos meses de irse del barrio dado que logró comprar una casa usada con el subsidio que entregó el Gobierno luego de perder todas sus pertenencias.

A pesar de su realidad Bravo dice que hay incertidumbre del futuro del barrio, dado que hay muchas personas que han invertido dinero en esas casas y que se quieren quedar en el sector, pero desde la autoridad no le han dicho nada.

El abandono

En calle Mata, frente al Liceo Manuel Magalhaes, en la comuna de Diego de Almagro, se encuentra lo que solía ser el Hogar de Anciano Minero. Obra que fue totalmente destruida por el aluvión de hace dos años. Los abuelitos, que vivían en la casa, fueron trasladados y reubicados en distintas casas de residencia en la misma comuna, mientras que otros llegaron hasta la capital regional a pasar sus últimos años de vida.

Según lo comentado por los habitantes de la comuna, hasta el momento no hay intenciones de recuperar el sitio en el que el barro dejó más que una huella.

5.301 viviendas resultaron con daños leves en Copiapó, Tierra Amarilla y Diego de Almagro. 4.875 han sido reparadas.

20 casas entregaron ayer autoridades regionales en la comuna de Diego de Almagro, como parte del plan de reconstrucción.

Publican libro sobre Chañaral a dos años del aluvión

REFLEXIÓN. La iniciativa recoge las iniciativas que se hicieron en el puerto. En tanto, geógrafo realiza críticas por construcciones.
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A pocos días de ocurridos los aluviones, a fines de marzo de 2015, alumnos, académicos y profesionales de la Pontificia Universidad Católica llegaron a apoyar en las tareas de emergencia. Pala en mano se sumaron a los cientos de voluntarios que llegaron de distintos rincones del país a palear el barro, alumnos de Medicina colaboraron en los operativos de salud y estudiantes de Sicología visitaron a los vecinos para ayudarlos a manejar el estrés postraumático; se instaló una biblioteca de emergencia, y se levantaron espacios comunitarios y de oración. Asimismo, académicos de distintas áreas también llegaron a la zona para poner sus conocimientos y experiencia al servicio de la comunidad.

"Impulsada por su profunda vocación y rol público, la Universidad ha trabajado en conjunto con los pobladores y las autoridades regionales para enfrentar la tarea de reconstrucción, la que ha sido realizada con una mirada amplia y diversa, aportando las capacidades de nuestras distintas unidades académicas, programas y centros de investigación, siendo guiados por dos ejes claves de nuestro Plan de Desarrollo 2015-2020: la práctica interdisciplinar para los grandes desafíos y el compromiso público", expresó el rector de la Universidad Católica Ignacio Sánchez.

Con el fin de recoger esa labor es que se publicó un libro con el nombre de "Proyecto Chañaral UC: De la catástrofe a la reconstrucción". A través de sus páginas se da cuenta de las 17 iniciativas que se pusieron en marcha en las localidades de Chañaral, El Salado y Diego de Almagro, las que incluyen desde las primeras tareas dedicadas a enfrentar la emergencia a la investigación de las características físicas del fenómeno y su impacto en el territorio, entre otras aristas.

Lecciones a dos años

Pablo Osses, geógrafo de la Pontífice Universidad Católica de Chile, afirmó hace un año atrás que una opción para el puerto de Chañaral era edificar "hacia arriba; crecer en densidad y no en distancia".

Hoy indica que se volvió a "retomar todo tipo de construcciones y actividades en la misma zona de inundación, entonces ¿dónde está el aprendizaje?".

Para el académico "el fenómeno natural no es un misterio, se sabe por donde avanza y en este caso la normativa no está haciéndose cargo de ese componente, porque el río salado sigue confinado a una estrecho cauce, la zona de desembocadura de El Salado se volvió a ocupar completa (...) y en dos años más vamos a tenerla idéntica a como lo teníamos hace un tiempo". Asegura que "aquí hay que poner atención".

Explica que producto de los eventos de precipitaciones estivales en la cordillera de Atacama "la quebrada Paipote se volvió a activar este año, que es reimportante porque fue la quebrada de Paipote la que inundó Copiapó, lo que no dice que El Salado no vuelva a activarse y vamos a tener de nuevo lo mismo que hemos estado reclamando".