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Sepa cómo enfrentar el temido síndrome postvacacional

SALUD. Con la llegada de marzo síntomas como la desmotivación pueden indicar que se sufre de esta condición. Expertos recomiendan qué hacer.
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Carolina Collins

Con la llegada de marzo no solamente arriban responsabilidades y quehaceres, sino también emociones y sensaciones que están asociadas al regreso a la rutina, que no tiene por qué ser fácil.

El término de las vacaciones suele ir acompañado de flojera o desmotivación, pero es posible que esos sentimientos se conviertan en un estado mucho más profundo, que va más allá y que se conoce como síndrome postvacacional.

De lo que hablamos

María Elena Gumucio, psicóloga de Clínica UC San Carlos de Apoquindo, explica que "en un concepto amplio, el síndrome postvacacional se refiere a una incapacidad de adaptación del sujeto al tener que regresar al colegio, a la universidad, al trabajo, etc., después de un período largo de vacaciones''.

La especialista explica que este fenómeno sicológico se explica por los cambios que sufre nuestra rutina durante las vacaciones. "Nos liberamos de los horarios y tareas propias del trabajo, el colegio, la casa o la Universidad. Realizamos actividades diferentes y placenteras, nos desconectamos de las responsabilidades y nos centramos en disfrutar. Volver al trabajo o estudio supone retomar un ritmo que nos lleva a reinsertarnos a un entorno de demandas y exigencias, por lo que es esperable que exista un período donde se dificulte retomar el ritmo anterior a las vacaciones y se presenten síntomas desadaptativos'', afirma.

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Y aunque advierte que los síntomas de este síndrome desaparecen después de unas semanas de haber retomado las actividades normales, también explica que hay algunas personas más propensas a manifestarlos que otras.

"Los síntomas del síndrome postvacacional tienden a presentarse con mayor frecuencia en personas con menor tolerancia a los cambios, que suelen anticiparse al futuro por sobre el presente, con rasgos de personalidad depresiva o que ya estaban desmotivados con su estudio o trabajo previamente. Se considera normal que dure entre tres días a un par de semanas después de haber retomado las actividades", detalla la psicóloga de la Red de Salud UC CHRISTUS.

Síntomas del sindrome

Entre los síntomas que se manifiestan cuando se está ante el síndrome postvacacional, la especialista detalla que están: irritabilidad; tristeza; apatía; ansiedad; insomnio; pesimismo; taquicardias; sensación de ahogo; problemas estomacales y dificultades para concentrarse, para organizarse y tomar decisiones, entre otros.

Gumucio agrega que "este síndrome postvacacional es también el resultado y un síntoma del estilo de vida actual, basado en la competitividad, la alta exigencia y una cultura hedonista donde vivimos esperando las vacaciones y se tiende a percibir el trabajo y el estudio como un espacio poco gratificante en sí mismo''.

Si los síntomas persisten por más de un par de semanas, se recomienda consultar a un especialista.

Cinco consejos para volver a la rutina

El primer consejo es asumir que cuesta un tiempo volver a adaptarse a la rutina y que el rendimiento se irá incrementando. Compartir la experiencia con otros compañeros es una buena manera de darse cuenta que esta situación es normal. Siempre es bueno rescatar los aspectos positivos de regresar a la rutina, como la satisfacción de lograr metas profesionales. Regular el sueño y la alimentación, así como hacer ejercicio, son actividades buenas para reducir la ansiedad y relajarse.

El cambio climático causa alteraciones en selección natural según estudio

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El cambio climático puede afectar el proceso de selección natural y modificar las trayectorias evolutivas de los organismos, según un estudio publicado por "Science".

La investigación sostiene que los cambios a nivel mundial en este proceso de selección están guiados más por las precipitaciones que por las temperaturas. "Aunque las consecuencias ecológicas del cambio climático están cada vez mejor documentadas, los efectos del clima en el proceso evolutivo que guía la adaptación son desconocidos", dice el estudio publicado.

Los científicos trabajaron con una enorme base de datos organizada a partir de los estudios realizados en las últimas décadas, de distintas poblaciones de animales, plantas y otros organismos, así como de su habilidad para sobrevivir y reproducirse.

Uno de los aspectos que los expertos sí habían podido determinar antes, es el cambio en los patrones de sequías y precipitaciones, según explicó a Efe Adam Siepielski, investigador de la U. de Arkansas (EE.UU.).

"El cambio climático incrementa la frecuencia de sequías y de eventos de precipitaciones. Algunas áreas se están volviendo más secas y otras más húmedas", detalló el autor.

Siepielski dice que estas variaciones afectan los cambios que pueden experimentar los organismos a raíz del proceso de selección natural. "Las variaciones están atadas al cambio climático, en especial a las precipitaciones", subrayó.

Conocer los efectos de estos fenómenos sobre la evolución es importante para los investigadores porque se espera un aumento de precipitaciones que podrían generar "cambios considerables" en los patrones de selección.

"No se sabe si las poblaciones se van a adaptar a esto. La respuesta evolutiva aún no es clara, pero los resultados sugieren que el cambio climático tiene el potencial para alterar la adaptación en todo el mundo", advirtió.

¿Por qué hay personas que buscan una religión?

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Leide Lessa

Hace un tiempo, hablando con un conocido de que en muchos países cristianos la mayoría de la población cree que Dios castiga, envía enfermedades y hace acepción de personas, él me dijo: "Si esa fuera la idea de religión que me presentaran, no me gustaría tener nada que ver con ella".

Hoy en día el concepto de religión es mucho más extenso. Por lo menos, indirectamente, sin que uno se dé cuenta. Una de las definiciones de religión que encontré dice: "Una causa, principio o sistema de creencias sostenido con ardor y fe".

Creo que esto se encuentra fácilmente en la sociedad y de diversas formas. Por ejemplo, se habla mucho del "culto al cuerpo". Muchas personas tienen la disciplina de hacer ejercicio, a diario o regularmente; buscan dietas y las siguen con rigor. Otros se preocupan por ingerir "comidas saludables", solo compran en determinadas tiendas y solo comen en determinados restaurantes. Algunos son tan conscientes del medio ambiente, que reciclan todo, utilizan lámparas y aparatos en la casa para ahorrar energía, compran vehículos híbridos eléctricos. También están los que quieren estar siempre actualizados con la tecnología de punta, y obtienen constantemente equipos eléctricos y electrónicos de última generación.

¿No sería todo eso acaso un tipo de religión? ¿Por qué? Porque es un "sistema de creencias sostenido con ardor", que brinda a la persona que lo practica una sensación de disciplina y dedicación a algo que no solo la beneficia a ella, sino a los demás; es una causa importante y altruista, que les trae bendiciones a ella y a la humanidad.

Eso pasa con todos los ejemplos mencionados por que aunque parezcan estilos de vida o gustos personales, ayudan a la sociedad y a la economía local y nacional, así como a la diversidad y variedad de comercios y negocios.

Por lo tanto, es natural que el ser humano busque una religión - una causa que apoyar y un modo de vivir.

En las últimas décadas ocurrió un cambio muy grande en la población mundial cristiana con respecto a sus creencias y prácticas acerca de la divinidad. Las iglesias tradicionales y ortodoxas perdieron adeptos, mientras que las iglesias evangélicas y pentecostales crecieron. Ese cambio social produjo el descreimiento de algunos y el aumento de ateos o no religiosos.

Ante este cambio social, uno podría preguntarse: Si las diversas denominaciones cristianas estudiaran la Biblia con otros ojos y practicaran sus enseñanzas con mucha más inspiración, ¿acaso la sociedad en general no aceptaría y respetaría más fácilmente a una persona cristiana devota?

Por ejemplo, ¿quién no quiere ser saludable?

Pocos saben que la Biblia enseña que Dios es la fuente de la salud y que Dios restaura la salud, como leemos en Jeremías: "Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo".

¿Quién no quiere vivir en armonía y ser feliz? El 1er libro de Crónicas habla que "poder y alegría en Su morada" están; y Salmos dice que el bien y la misericordia nos siguen todos los días de nuestra vida, y en la casa de Dios moraremos por largos días.

Y ¿quién no quiere sentirse incluido y respetado? La carta a los Romanos dice que Dios no tiene prejuicio: "no hay acepción de personas con Dios". La 1ra. Carta de Juan dice que Dios es Amor, o sea, ama a todos sus hijos incondicional e indistintamente.

¿Quién no quiere conocerse mejor a sí mismo, y saber su origen y su propósito en la vida? La Biblia explica que Dios lo creó todo con sabiduría y todo lo sabe.

No hay quien no quiera vivir con salud, alegría, propósito y en armonía con la familia, los amigos, en el trabajo, además de resolver problemas con tranquilidad y sabiduría. Si todas las iglesias cristianas enseñaran cómo eso es posible, vivieran el cristianismo de los primeros tiempos, y miraran a los demás como Jesús lo hizo - con compasión, amor y humildad- hoy en día habría menos prejuicio, más respeto y paz entre los cristianos y no cristianos