Aunque muchos se resistan a la idea, el fin del verano está cada vez más cerca. De hecho tan solo 13 días y contando, quedan para que se dé inicio oficial a las clases en Atacama.
Un hecho que más allá de dejar atrás la arena y los quitasoles, puede acarrear una serie de problemas, sobre todo en los más pequeños del hogar cuando se trata de ir a dormir temprano.
Principales Problemas
Según los expertos, los problemas que podrían sufrir los menores, se relacionan principalmente con los cambios en los horarios de sueño a los que se deberán someter, para enfrentar la rutina normal.
De esta manera, los jóvenes podrían sufrir irritabilidad, somnolencia matinal e incluso disminución en la capacidad cognitiva en las primeras semanas de clases. Todas situaciones derivadas de problemas con las horas de sueño.
Recomendaciones
Por estas razones expertos llaman a los padres a tomar medidas que pueden influir en un mejor ingreso a clases. Todas acciones que según explicaron deben comenzar a desarrollarse en los próximos días.
El psicólogo Ricardo Jorquera comentó que la mejor manera de evitar complicaciones a los menores es comenzar a desarrollar rutinas de acomodamiento que se deben ejecutar "ya desde antes de entrar a clases. Eso quiere decir que los niños se acuesten más temprano, levantarlos más temprano y que la rutina empiece ya a cambiar porque indudablemente uno de los temas complejos a la hora de las primeras semanas de estudios en los niños, es el tema de los cambios en los ritmos del sueño", comentó.
Mismo sentir que entregó el psicólogo Eugenio Huerta, del centro de medicina integral del sueño PHB 24 de Copiapó, quien recomendó que "ya que nos quedan una o dos semanas para iniciar las clases, debiésemos ir generando especialmente en los niños más pequeñitos hábitos de buen dormir. Eso significa que a las ocho, nueve (de la noche) debiesen estar cerrando su ciclo del día para que a las nueve y media como máximo, estar descansando". Consejos que deben ser de principal atención, según comentó, de los menores de 14 años.
Asimismo los expertos señalan que una buena medida es evitar mantener televisión al interior de las piezas de los niños para alejar la sobreestimulación. Sin embargo, Jorquera señaló que el mejor camino es evitar satanizar el retorno a la rutina debido a que "en realidad debería tener más bien una connotación positiva y no necesariamente como que es malo entrar a clases, es lo normal de nuestras vidas el trabajar e ir a clases".
El sueño en el trabajo
Otros que también se aprontan al retorno a la normalidad son los padres, quienes en los próximos días deberán compensar los horarios laborales, con los de los niños.
Razón por la que los expertos llaman a tomar medidas similares a las aconsejadas para los menores y así evitar problemas mayores de sueño.
Esto debido a que según la información manejada el 20% de la población mundial enfrenta problemas para dormir. Un porcentaje que se puede elevar incluso hasta el 60%, en ciudades en que prima el trabajo por turno, como sucede en la región.
Una realidad que a juicio del neurólogo Fernando Schiffeli "es una enfermedad, no dormir en la noche. Por lo tanto, el sistema de turnos es una enfermedad adicional a las otras y las potencia. Es como tener diabetes, hipertensión, etc".
Opinión similar es la entregada por Eugenio Huerta, director del centro PHB 24 quien señaló que "yo tengo la sensación que (...) por ser una zona minera, creo que hay un alto porcentaje de la población que tiene trastornos del sueño que se ve afectado por temas laborales, su descansar".
Los expertos señalan que aquellas personas que ronquen y tengan apneas deben asistir a realizarse un estudio del sueño, debido a que las probabilidades de tener problemas de este tipo son altísimas. Lo que se puede traducir en accidentes laborales, estrés, hipertensión y hasta derrames cerebrales.
Datos claves
En promedio dos semanas demoran los niños en acomodar sus horarios de sueño.
Recomendaciones dan cuenta que menores de 14 años deben dormir a partir de las 21:00 horas.
En el caso de los adultos, los expertos aseguran que más de la mitad de los atacameños podría tener algún trastorno del sueño.