Han pasado 54 años desde que usaban uniforme escolar y desde que no pisaban el patio de la que solía ser su escuela en Chañaral. Una edificación de madera ubicada en calle Maipú con Los Carrera, que fue reemplazada por una plazoleta. La misma que hoy da lugar a una placa conmemorativa de la promoción del año 1963.

"El valor de los hechos no está en el tiempo que duren, sino en la intensidad con que suceden por eso existen momentos inolvidables, acontecimientos inexplicables y personas incomparables", reza la placa que instalaron los exestudiantes.

"Al interior de este grupo de exalumnos existen muchas historia en donde todos hemos querido dejar un recuerdo, como esta placa recordatoria y esperamos poder juntarnos el próximo año para dejar más huellas de esta generación", dijo Carlos Palma exalumno de esta generación.

El motor

Nada de esto habría sido posible sin el trabajo de Américo López. El hoy profesor de la Universidad de Chile, recuerda que durante una noche de insomnio descubrió que un exalumno, Carlos Palma, lo había contactado. Después de eso, el docente comenzó a intentar restablecer las comunicaciones con quienes fueran sus alumnos, descubriendo que muchos de ellos se habían convertido en profesores como él o contadores entre otras profesiones.

"Si se observa falla en la educación no es nada más que responsabilidad de los profesores y cuando digo que es de los profesores me refiero también a su formación", aseguró López.