Crianceros y agricultores se sobreponen a las huellas del aluvión
GESTIÓN. Gracias a la utilización de un dron se pudo establecer el perímetro de los predios dañados y el estado de los sectores agrícolas.
Mucho se habla de qué tan actualizados están los protocolos para llevar ayuda y levantar información precisa de daños en situaciones de emergencia. Los últimos eventos en la zona centro sur del país demuestran que cada vez se hace más necesario que las instituciones cuenten con una matriz de riesgo que dé respuestas rápidas en situaciones límite para la comunidad.
En el caso de los aluviones que azotaron a distintas localidades en Alto del Carmen, con la utilización de drones se hizo un rápido levantamiento de predios y cultivos de los sectores de Colpe, Chollay y Los Tambos, lugares que se transformaron a la larga en el epicentro de los daños junto a otros sectores como El Corral, Conay, Chigüinto y Junta de Valeriano.
Por otro lado fueron oportunas las compras de 110 fardos destinados a los actores altos de Copiapó, y otros 320 restantes para Alto del Carmen.
Forraje y alimentos
Margarita Bordones y su familia pertenecen a la comunidad Colla Pastos Grandes de Copiapó. Su casa se encuentra localizada al inicio de la empinada ladera de esta comarca precordillerana, que puede considerase zona cero en la comuna, ya que fue una de las primeras en recibir el vendaval de barro.
Margarita estaba con parte de su familia en Copiapó en ese momento, y apenas recibió la noticia se fue con lo puesto a tratar de socorrer a sus seres queridos, en particular a su mamá, la señora Pabla Segura de casi 100 años, matriarca del grupo, quien había quedó incomunicada. "La quebrada quedó prácticamente como una cancha de fútbol, y nos llevó los animales, particularmente gallinas. Sólo las cabras se salvaron porque las tenemos más a la cordillera, pero no sabemos si tienen alimento para ellas y sus lechones".
Margarita, al igual que las 11 familias entre San Luis y Pastos Grandes, pudieron finalmente llegar por sus propios medios a su casa y recibieron las primeras ayudas de fardos de alfalfa, pellet, agua potable y víveres que los camiones del Ejército llevaron con recursos de Gobierno para mitigar los efectos de la hambruna de animales que se habían salvado del lodo.
"Perdimos todas la siembras de alfalfa que habían pero estoy muy agradecida del trabajo que las autoridades realizaron esta semana y la anterior para que hoy estamos un poco más tranquilos, y aunque no tenemos dominio de estas tierras, ellos se comprometieron a restituir las casas más dañadas en un terreno fiscal y seguro, quizá distinto del que tenemos ahora, pero que nos puede brindar más seguridad", apuntó la criancera, quien es parte del grupo de pobladores que habitan dichos terrenos sin ser dueños legalmente, motivo por el que cualquier ayuda se hace más difícil al no contar con la titularidad.
Kilómetros más abajo, en el sector La Cebolla, Florencio Quispe se salvó del aluvión subiéndose al gallinero. "Yo creo que este gallinero es sagrado para mí. Por estas cosas de la vida quedó instalada más arriba que mi casa y las dos veces que ha bajado la quebrada, en 2015 y ahora en 2017, me tuve que subir y pude resistir el paso del barro. El ruido parecía como de motor de camión o auto, pero tuve el tiempo de encaramarme al techo del corral", contó mientras mostraba lo que quedó parado en su terreno, tras recibir alfalfa para sus animales.
Tecnología para
emergencia
No obstante la entrega oportuna de alimentos para los animales, ésta no es lo única respuesta que hoy se necesita para combatir una emergencia. El uso de última tecnología para cuantificar los daños se presenta también un desafío para los organismos públicos y privados, para contar un protocolo de respuesta pronta en eventos de catástrofe. En este punto Indap incorporó un sistema de drones para catastrar afectaciones en canales y predios de forma de tener un control objetivo para que los apoyos sean eficaces y a la vez eficientes.
"Esta es la primera vez que un servicio público está usando tecnología de precisión para poder dimensionar daños y pérdidas, pero también para tener un panorama certero de la cantidad de lodo, del estado de la topografía en los terrenos de nuestros agricultores afectados por estos aluviones. Esta información no sólo nos ahorra días de trabajo sino que también pasa a ser un insumo para la planificación de recursos y ayudas que como Gobierno a través del Ministerio de Agricultura con recursos de Indap estamos realizando", destacó el director regional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) Leonardo Gros, tras hacer una evaluación de cómo operaron los sistemas de monitores a través de drones que implementó el organismo.
Gros agregó que con ese nuevo apoyo los resultados se transforman en una línea base con la cual el organismo puede tomar futuras decisiones de inversión y tener un control más objetivo de las dimensiones de catástrofes como ésta.
"El cambio climático llegó para quedarse y Atacama no es la excepción a la regla. Esto nos obliga a todos los servicios públicos a contar con un sistema que tenga una respuesta rápida frente a una emergencia de magnitud mayor", agregó Gros.
"Estamos un poco más tranquilos, y aunque no tenemos dominio de estas tierras, ellos se comprometieron a restituir las casas más dañadas en un terreno fiscal"
Margarita Bordones, Criancera"
"El ruido parecía como de motor de camión o auto, pero tuve el tiempo de encaramarme al techo del corral"
Florencio Quispe, Agricultor"
71 niños de Chollay fueron afectados por las consecuencias del aluvión, por perder su establecimiento educacional y ver sus viviendas destruidas.
22 predios fueron afectados por el aluvión en la localidad de Chollay, en ellos se ha estado trabajando para despejar los sectores del lodo y barro en el menor tiempo posible.